𝐕𝐄𝐈𝐍𝐓𝐈𝐔𝐍𝐎

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La supuesta fecha del parto se aproximaba y estábamos entre la espada y la pared. La ayuda de los lobos fue y es ventajosa, pero esta noche todo estaba en manos del destino ya que Emmett, Carlisle, Esme y yo teníamos programado ir a cazar.

La pequeña manada, cual tres mosqueteros, debían hacer un engaño suficiente para desconcentrar a los lobos en nuestro territorio. Parecía funcionar, hasta que durante el viaje en el bosque oímos a algunos.

Estábamos corriendo a lo largo del bosque, debíamos ya volver a la casa, nunca me había sentido correr así de rápido, pero el temor de ser alcanzada por esos mamíferos grandes hacía que mis reflejos actúen en su máximo esplendor.

Mis rubios cabellos estaban sueltos, hacen que intente no hacer ninguna maniobra que llegue a hacer que obstruyan mi visión. A mi costado podía visualizar al resto de la familia Cullen, así mismo, a nuestras espaldas dos lobos que no parecían cansarse de perseguirnos.

Solté un grito ahogado cuando veo que atacan a Esme, haciendo que los dos hombres que nos acompañaban noten la situación en la que ahora estábamos metidos. Corrimos a donde se encontraban, con la fuerza de Emmett pudiendo derribar a ambos lobos.

—¡Esme!¡¿te encuentras bien?!—dejo viajar mi mirada, escaneando su cuerpo, solo me bastó un asentimiento de su parte para que juntas comencemos a seguirles el paso a Emmett y a su compañero.

Solo el correr del río nos dividía de su territorio al nuestro, con la precisión necesaria todos saltamos hasta llegar, sanos y salvos, pero con una adrenalina de locos. Por lo menos dejamos atrás a aquellos dos lobos, el obstáculo ahora era cruzar nuestro propio territorio. Lo suficientemente extenso para durar varios minutos en cruzarlo, incluso a nuestra velocidad vampírica.

Nuestro correr se detuvo ante el sonido del celular de Carlisle, estaba recibiendo una llamada de Alice.

—¿Hola?¿Que sucede?¿Esta bien Bella?—pregunta con la calma que lo caracteriza, más había un destello de preocupación en sus ojos. A través del teléfono se escuchaba la voz de la vampira "Ha sucedido algo malo...Carlisle, Bella se ha quebrado algunos huesos, y el bebé está por salir". Esas pocas palabras bastaron y sobraron para que todos intercambiemos miradas aterradas.

—¡Lo único que faltaba, estamos bastante lejos aun!—dejo salir un suspiro, irritada, desde que había llegado a Forks ningún drama había parado de aparecer, ningún problema en general, se nos están yendo las cosas de las manos.

Quería estar con mi amiga en ese momento tan importante, ya no estaba mas sedienta, podría ser de mucha ayuda, quizás incluso el grandulón a mi lado, y ni hablar de Carlisle y Esme. En los próximos segundos recorriendo el bosque, solo se escuchaba a Carlisle dando instrucciones por llamada.

Morfina.

Adiós placenta.

Incisión.

Sangre.

El bosque se estaba haciendo eterno, y en mi mente solo golpeaban los pensamientos de que Bella podría estar necesitando nuestra ayuda, mi ayuda, o que incluso podría ser la ultima vez que la viera con vida.


Estábamos cerca, cada segundo más cerca de la casa, pero esos segundos eran decisivos para el curso de nuestras vidas.

Los lobos estaban en el perímetro de la casa, habíamos llegado a tiempo para que todo no sea una masacre. Eran solo tres, contra una decena de lobos en pleno ataque.

Esme y Carlisle se abalanzaron sobre el lobo negro, el más grande de todos, Sam, quien tenia bajo su fuerza a Edward. Por mi parte fui en ayuda de Alice, quien estaba aprisionada por otro lobo, solo que al ser de menor tamaño quitárselo de encima no fue tan difícil.

Ver a Jasper sano y salvo me hizo volver el alma al cuerpo, nos dedicamos una mirada significativa antes de volver a la acción. Emmett se estaba luciendo, hasta lo felicitaría de no ser que aún seguíamos en peligro.

Un lobo grande logró derribarme, estando sobre mí solo pude detenerlo poniendo mis manos en las comisuras de la gran boca, la literal boca del lobo. La fuerza de aquel lobo me empujaba a la tierra, sintiendo cómo parte de ella se levantaba y resquebrajaba superficialmente bajo mi cuerpo. Mis quejidos resonaban en mis oídos, la impresión era mucha, no lo podría detener por demasiado tiempo.

Suéltame, te obligo a que te alejes. Mi poder no parecía estar funcionando del todo, no me podía concentrar por el miedo que me invadía. El forcejeo me limitaba.

La loba gris, Leah me salvó, pero seguíamos en desventaja hasta que Jacob apareció desde dentro de la casa. En aquellos pocos segundos busqué a Jasper, colocándome a su lado, nos observamos con alivio al notar que ambos nos encontrábamos bien.

—Basta, se terminó. No pueden matarla, si lo hacen, me matan a mi.—vociferó Jacob, enfrentando a la numerosa manada enemiga. La cara de confusión mía, como de varios, se podía notar a millas.

El gran lobo negro lo empujó, haciendo que Jacob tomara su forma lobuna, enfrentandose asi en igualdad de condiciones.

Edward traduce desde la mente del chico Black.—Jacob se imprimó. Significa que no le harán nada, es una ley inquebrantable.

Nunca tuve los ojos tan abiertos de la sorpresa.

Los lobos comenzaron su retirada de nuestros territorios, pero el alivió que sentí en aquellos momentos se vieron opacados por la noticia que me dio Jasper, quien estando dentro de la residencia se enteró de todo, más no lo había presenciado. Bella parecía no reaccionar según lo esperado ante el veneno, por lo tanto, mi amiga estaba dejándonos a todos en espera de que despierte.

Carlisle dijo que la mezcla del veneno con la morfina provocaban que esté tan quieta durante el cambio, eso deseábamos pensar, ya que se sentía el leve latir de su corazon.

Ahora debía cuidar de su bebita, no podía morir.

𝐅𝐎𝐑𝐄𝐕𝐄𝐑-jasper hale.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora