𝐍𝐔𝐄𝐕𝐄

7.3K 583 2
                                    

Que envidia que los humanos puedan acabar con sus vidas tan fácilmente y yo aquí en medio de esta situación.

La abrumadora tensión entre los tres era intensa, intentaba dispersarme un poco con la música proveniente de mis auriculares, aunque sea fingía no escuchar lo que hablaban.

—¿Al menos puedes tener la decencia de controlar tus pensamientos?—preguntó Edward en voz alta mirando a Jacob, si las miradas mataran el lobo estaría ya dos metros bajo tierra.

—Te irritan mis pensamientos, ¿no?—retrucó el hombre lobo. Ladeo su cabeza con una mirada desafiante.—¿Por qué?—frunció su ceño. —¿Tanto dudas de ella, de lo que siente por ti?—su tono soberbio le podría hacer hervir la sangre a cualquiera.

—No es de ella de quien desconfío—contestó el frío cambiando su mirada hacia Bella, confirmando que seguía plácidamente dormida.

—¿Cuál es tu problema conmigo?—preguntó Jacob haciéndole frente.

—¿Pueden no hacer un drama cada cinco minutos? me lo están haciendo padecer.—susurro, ya volvían a discutir.

—Deja de meterte donde no te incumbe, chupasangre.—espetó el moreno, casi y no despegaba su mirada desafiante de Edward.

Relájate, perro, que no me quieres ver enojada.

—Para comenzar tu ni siquiera deberías estar aquí.—quito los auriculares de un tirón, que cansador.—Estas ayudando a Isabella y me parece genial, lo correcto, pero también me parecería genial que dejen de hablar sobre ella como si fuera una pelota que se pasan de mano en mano. Respeten lo que siente y lo que desea si tanto dicen adorarla.—suspiro mientras me levanto, dejo mis pertenencias en el mismo lugar, no las llevaría conmigo, no era necesario.

Salí lo mas rápido que pude para no hacer entrar tanto viento a la carpa, la noche afuera era bastante violenta. Si no fuera por las condiciones vampíricas seguramente estaría con una peor hipotermia que Leonardo DiCaprio en Titanic.
Dejando todo eso de lado, el paisaje era realmente espectacular, desde este punto se veía gran parte del bosque, la cantidad de flora que lo habitaba, la nieve parecía cesar por algunos instantes, siendo mas débil.
El furioso viento no daba tregua con mi cabello, pero apenas me adentraba en el bosque, respetando cierta cercanía con el predio del campamento, todo parecía estar mas tranquilo.

Al encontrar una roca alrededor de varios arboles y arbustos decido detener el paso allí, recostándome un poco sobre ella, me di tiempo a pensar. Con todo el drama que me rodeaba esa noche de parte del tema vampiro-humana-hombre lobo casi ni había pensado en el enfrentamiento dentro de pocas horas.
Pero sí había pensado en Jasper.

El se mantenía constantemente dando vueltas por mi mente desde el primer día que llegue aquí, desde que lo vi.
Nada muy interesante entre ambos había sucedido luego del intenso encuentro en el bosque, en una zona cercana a la residencia donde habitamos, bastante lejos de donde me encontraba ahora, sola.

En aquellos pocos días juntos pudimos establecer cierta cercanía, era placentero, daba una sensación de calidez que jamás había sentido antes, su impacto en mi vida era rotundo, estar a su lado era como volver a respirar aire fresco, una necesidad. No deseo por nada del mundo abandonarlo.
Pensar que en la batalla algo podría pasarle causaba terror, un dolor hasta físico. Por eso debía llegar apenas amanezca al encuentro con el y el resto del clan en el claro. Lo único que podía relajarme era el efecto sorpresa que causarían los lobos, me daba seguridad, quería creer en las palabras del rubio...funcionaría, todo saldrá bien.

Los lobos, no podría decirle nada a mi familia de haber estado junto a ellos.—Dios mío, que Irina se muere devuelta si sabe que estoy con ellos...—digo para mi misma, preocupada, nunca les había mentido y debo ocultar que me relaciono con esta especie, incluso estuve en el entrenamiento con quienes terminaron de despedazarlo. Era mucho.

Seguía dándole vueltas al asunto cuando noto que el sol comienza a ser el protagonista del cielo, ya es la mañana. Me mantuve en el mismo lugar todo este tiempo, y cuando ya emprendo camino al campamento oigo pasos cercanos, rápidamente doy vuelta para encontrarme con un lobo gigante quien me observa manteniendo unos metros de distancia como si fuera una presa a quien perseguir, a pesar de verse desconfiado se le notaba la curiosidad.

Le dedico una sonrisa. —¿Seth, eres tu?—cuestiono tratando de afirmar quien era el lobo. Se acercó un par de metros que nos separaban. —Soy Juniper, estoy aquí para ayudar igual que tu, Jacob dijo que vendrías.—destenso mi cuerpo lo mas que puedo, deja viajar su hocico alrededor de mi espacio, puedo verlo retroceder sacudiendo un poco su cabeza. Me permito sentirme en confianza.

Risueña le contesto.—Lo lamento, olor a muerte mezclado con perfume no parece ser muy de tu agrado.— el gran lobo no hace más que observarme luego de haber bajado la mirada unos segundos, claro, si no podía contestarme. Mantengo mi sonrisa.— Siento que hablo sola, lo lamento.

Lo veo desaparecer hacia donde el campamento se encuentra, lo siguiente que hago es seguirlo, una vez allí, pude encontrar únicamente a Edward, Seth no se acercó demasiado a el.
El frío notó mi presencia, leyendo mi mente pudo notar mis intenciones de irme, así que no esperé a nada más para comenzar a dirigirme al claro.

A unos segundos de dirigirme por el camino pactado, metros de distancia de donde había dejado a Edward, puedo oír a lo lejos una agitada Bella.

Jacob se había enterado de su plan de casamiento, y como si fuera poco, se habían besado.

Terrible previa de la batalla.

𝐅𝐎𝐑𝐄𝐕𝐄𝐑-jasper hale.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora