𝐂r𝚢𝚜𝚝al || 𝐊a𝚗𝚐 𝐓ae𝚑𝚢un ✓

XVII

— Si te pidiera que me cuentes la verdad, ¿Lo harías? — cuestionó Hana.

El ambiente de un momento a otro se había vuelto tan denso, era incómodo verse para ambos por lo que mantenía sus miradas dispersas en cualquier lugar menos en el otro. Taehyun cerró sus ojos pesadamente, sus manos se cerraron en un puño, era tan frustrante, se sentía acorralado, sin escapatoria, odiaba ese sentimiento de no saber que hacer, ¿Entonces por qué se acercó en un primer momento? ¿Qué no lo había hecho por sentirse preparado para enfrentarla?

Él había sido el primero en acercarse, había sido el primero en volverse a meter en su vida, ella había estado feliz sin él, la había observado desde el momento en que salió del hospital, no existía dolor en ella, al menos no ese dolor que la llevo a arrojarse de la azotea, estaba sola, sí, pero era nuevamente un lienzo en blanco que estaba por volver a comenzar.

— Si te lo digo todo quizás no quieras volver a hablarme — confesó.

Aún recordaba lo último que le dijo antes de lanzarse, esas palabras lo habían estado persiguiendo desde entonces volviéndose su pesadilla, solo quería disculparse, le dolía terriblemente recordar de ello, y era por eso que siempre la miraba con tanta nostalgia, sabía bien que lo que sea que hubo entre ellos en el pasado no volvería, ni aunque si amnesia permaneciera para toda la vida, jamás podría volver a su más feliz recuerdo que tenía con ella.

Y es que era eso lo que más anhelaba, todas las sensaciones, todas esas emociones que ella provocó en su persona en aquel entonces, cuando huían de esa cafetería por no haber pagado, cuando la había tomado de la mano no por presumir que la tenía a su lado, sino porque verdaderamente quería sentirla a su lado, y sobre todo ese primer beso que pensó en un momento que había sido impulsivo, producto de la adrenalina del momento, cuando no lo era.

Hana solo sonrió y comenzó a caminar para dejarlo atrás, el pelirrojo tardó algunos segundos en reaccionar corriendo hacia a ella. Se veía tan calmada, tan tranquila.

— ¿Entonces para que tanto insistías en decirme que fuimos novios si ahora no quieres contarme? — lo retó.

Estaba por explicar pero notó que en ella no existía un interés verdadero por una explicación, Hana solo quería molestarlo un poco, solo quería presionarlo.

— No tienes interés, entonces no te contaré.

— ¿Me lo dirías si tuviera interés?

Kang no respondió, se quedó callado replanteando esa pregunta. No, no lo haría, aún era bastante cobarde para aceptar su culpa en ese accidente, así que simplemente se alejaría, así como Yeonjun había hecho al mantenerse alejados de todos.

— Eso pensé, eres fácil de predecir Taehyun — Hana se mantenía neutra mientras hablaba de manera calmada — Desde que encontré las cartas, en mi mente comenzaron a mostrarse imágenes estáticas de cosas anteriores a mi accidente, podría decirse fragmentos de recuerdos. Aún no son entendibles, solo son imágenes sin sonido, sin movimiento, sin sensaciones, sin nada, solo como una fotografía, pero, te recuerdo perfectamente el primer día que entraste a la cafetería.

Taehyun se frenó, y ella paro poco después para sostenerle la mirada. Esperaba a que prosiguiera hablando, y ella volvió a sonreír con cierta pesadez.

— Desde que entraste a la cafetería mi compañera de trabajo me hizo saber que eras un mujeriego, es gracioso que las pocas imágenes que tengo de ti previas a mi accidente es por estar besándote con una chica.

Hana asistió a la escuela con normalidad, su supuesta cita con Taehyun, para ella había salido tal como imaginó, no existía interés por él, al menos no del romántico, solo quería que él le contara un poco del pasado, ese que habían compartido, Hana se había vuelto una mentirosa. Era cierto que no recordaba casi nada previo a su accidente, era cierto que tenía amnesia respecto a ello, pero lo que no era cierto era el no recordar a Kang Taehyun.

No lo recordaba del todo, pero si su rostro lleno de angustia y esos desesperados gritos cuando se tiró de la azotea, recordaba como quiso tomarla, todo el esfuerzo que hizo por tomar su mano cuando se había dejado caer al vacío, pero también recordaba esas palabras que le había dicho previamente antes de arrojarse, recordaba como lo encontró besando a una chica, que ahora que estaba en esta misma escuela se había percatado de que era Jisoo, esa misma chica que le dijo que se alejara de él desde un principio.

No le sorprendía que Kang no asistiera a clase, de hecho, casi nadie había notado su ausencia, era tan poco relevante para notar que no había asistido. Hana conocía la razón, en parte podría culparse, aunque no lo haría, ¿por qué culparse de que no se sintiera bien Taehyun? ¿Debía sentir alguna pena por el chico? 

No, Hana no sentía nada de pena, desde que lo vio entrar a esa cafetería lo reconoció, ¿y como no reconocer al chico que en su único recuerdo intacto se repetía una y otra vez?

— ¿Por qué jamás me dijiste que me recordabas aunque sea de manera mínima? 

Se sobresaltó llevándose una mano al pecho, sentía su corazón latir de manera desbocada, soltó el aire mientras cerraba los ojos intentando calmarse. No se había percatado en que momento Taehyun había llegado, no entendía a que iba ya a clases, quedaban únicamente solo dos horas para acabar con ellas. El timbre había sonado hacía rato, por lo que ya no había nadie en el pasillo, mas que solo ellos dos.

— Me asustaste — dijo algo más calmada.

— Perdona — habló algo apenado — Responde mi pregunta, ayer no podía hablar.

Hana lo miró detenidamente, frunció el entrecejo pensando, sinceramente no tenía una respuesta para ello, lo había ignorado, no quiso saber de él ni buscarlo, su interés, o el poco que podía tener era hasta cuando él se había acercado.

— No lo sé.

— Hana — su voz había sonado tan suave, estaba suplicando, jamás había oído ese tono en él. 

— No tengo una respuesta concisa para ello.

— Entre nosotros...

Fue interrumpido, Hana rondó los ojos algo fastidiada. 

— No quiero saber que hubo entre nosotros, no lo recuerdo... Taehyun, no quiero saber de ti. 

Ni siquiera ella misma esperaba esas crueles palabras, solo suspiro, le sonrió de manera corta como si buscara consolarlo y luego se fue por el pasillo a su respectivo salón de clases.