Capítulo 11: Secreto.

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[ MIYAMURA ]

—¿Ya casi? —pregunté.

Baji me había dicho que quería mostrarme algo que me gustaría, así que habíamos estado caminando un buen rato. A pesar de llevar puestos mis zapatos, podía sentir casi perfectamente relieve de las piedras conforme avanzábamos.

—Ya casi —contestó.

El olor de los árboles me llenaba los pulmones, era fresco y de cierta manera reconfortante. Habíamos avanzado cuesta arriba por al menos quince minutos, el chico alentó el paso cuando llegamos a una especie de superficie más plana. Se acercó a la orilla del lugar, yo imité la acción de forma cuidadosa.

La vista era increíble, me quedé helada mirando. Los árboles lucían más pequeños desde donde estábamos, era como estar dentro de una pintura.

—Es hermoso —dije mientras sacaba mi celular.

Tomé muchas fotografías, quería recordar esta vista a la perfección. Baji estaba grabando un video con su teléfono, enfocaba de forma cuidadosa cada punto del lugar. Después de unos segundos, dejó de grabar.

—¿Te gustó? —me preguntó.

—Me encantó.

Él se sentó en el piso, yo imité la acción.

—Me gusta estar aquí, suelo venir siempre antes de irnos —me contó.

—¿En serio? ¿Y cómo encontraste este lugar?

—Fue por una estúpida discusión con Mikey, aunque en mi defensa... tenía doce años —me contó—. Él y yo estábamos molestos, así que me fui en dirección contraria, ni siquiera me importaba a dónde iba, sólo caminé.

Así que ellos realmente frecuentaban Kala desde hacía ya más de siete años. Era genial que tuvieran la costumbre de pasar el tiempo aquí, el lugar era muy hermoso como para sólo visitarlo una vez en tu vida.

—Llegué aquí eventualmente —me dijo—. Fue uno de los berrinches con el mejor resultado de mi vida.

Sonreí.

—¿Por eso tienes ese aromatizante en tu auto? El aroma es muy parecido...

—Qué lista —me halagó.

La vista era demasiado perfecta, debía tener un recuerdo más aquí, así que decidí que quería hacerme unas fotos frente al paisaje.

—Baji, ¿puedes tomarme una foto antes de que oscurezca? —le pregunté.

—¿Necesitas una?

—Por supuesto —sonreí.

—Qué sorpresa, yo odio las fotos —me contó.

Saqué mi celular y se lo tendí.

—A mí me gustan —le dije—. Creo que son necesarias cuando quiero recordar el momento.

Lucía algo pensativo cuando tomó mi teléfono. Yo me puse de pie algo alejada de la orilla, me daba miedo caer al maldito vacío. Miré a la cámara y escuché que tomó varias fotos, luego me devolvió el teléfono.

¡No me jodas, Baji!  ||  Baji Keisuke x OCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora