[ BAJI ]
Desperté bastante aturdido, había dormido muy profundamente luego de haber estado mucho tiempo dando vueltas en la madrugada. El reloj marcaba las tres con diez, hace ya bastante que no me levantaba tan tarde. Un aroma a perfume invadió mi espacio en ese momento.
Espera...
Anoche yo...
Anoche Miya y yo...
Me puse de pie al instante y tardé algunos segundos en poder confirmar si lo que había pasado ayer había sido real y no otro de mis estúpidos sueños. El paquete vacío del preservativo estaba en mi bote de basura, eso confirmaba absolutamente todo.
—No puede ser —inconscientemente sonreí. Mi almohada aún olía a Miya, su aroma estaba impregnado en la tela.
Luego de lavar mis dientes, bajé al primer piso para comer algo. Los chicos estaban viendo televisión en la sala y Emma y Hina estaban sentadas en la mesa mientras comían.
Miya pasó a mi lado de manera que su brazo rozó el mío sin querer. Ahora mismo mis sentidos estaban potenciados al doscientos por ciento... El haberla tenido tan cerca ayer, provocaba que me sintiera mil veces más atraído hacia ella. ¿Qué estaba pasando? Se supone que tenía que dejar de sentir eso después de haberle conocido hasta lo impensable ayer. No me digas que ahora yo...
—Hola, buen día —Miya saludó a Emma y a Hina, pero no a mí.
Ambos nos dirigimos a la cocina, ella sirvió algo de comida en su plato y yo imité la acción. Me serví algo de jugo y después me senté en la mesa. Las tres chicas estaban sentadas frente a mí... ¿Acaso sabrían algo de lo que sucedió ayer? Los chismes corrían muy rápido en esta casa, así que existía esa posibilidad.
—¿Y cómo la pasaste ayer, Miya? —susurró Emma para que yo no escuchara, seguramente se refería al tipo estúpido de su cita.
—Es cierto, ¿cómo la pasaste? —las palabras salieron de mi boca sin aviso.
—Todo normal, EMMA —contestó Miya haciendo énfasis en su nombre mientras le sonreía.
Al parecer Miya recién estaba levantándose, eso quería decir que también tuvo problemas para dormir anoche. De cierta manera me puso feliz el saber que no era el único que tenía mil cosas en la mente durante la madrugada... Realmente quería saber qué era lo que ella había pensado después de lo que hicimos. ¡Ojalá pudiera leer su mente ahora mismo!
Los chicos pronto vinieron a sentarse con nosotros para comer y comenzamos a charlar. Me di cuenta de que cada que yo decía algo, Miya ni siquiera prestaba atención. Sólo charlaba con los otros y ni siquiera me miraba. Incluso intenté hablar más de la cuenta para que me notara, pero igual no lo hacía.
Vaya, así que realmente me estás ignorando, Miya...
¡De acuerdo, házlo! ¡Ignórame! Ni que me importara, eso es totalmente irrelevante para mí.
—Baji, ¿vas a acompañarnos a comprar las cosas? —preguntó Smiley.
Miya esta vez me miró, esa simple acción se sintió como una corriente eléctrica recorriendo todo mi cuerpo.
—Sí, pero iré cuando vayan a la mitad, ustedes son unos lentos horrorosos —respondí.
Esta semana habían comenzado los arreglos para las habitaciones y la casa en general, por ahora los gemelos eran los únicos que habían iniciado con los arreglos para su habitación. Hoy era domingo, el único día en el que podíamos apoyarnos en cargar con las cosas que compráramos. Todos aquí eran unos indecisos horrorosos, así que yo planeaba llegar a una hora en la que ya hubieran elegido todas las cosas que querían comprar.
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¡No me jodas, Baji! || Baji Keisuke x OC
Fanfiction―¿Qué haces? ―le pregunté. ―No me voy a quedar aquí con la versión más nueva de Satanás ―soltó ella refiriéndose a mí―. Esta casa ahora mismo es un infierno. ―Esa sólo es una manera más larga de decir que no te puedes resistir a mí ―le dije. ―Eres u...