𝑻𝑳𝑴 | La vida de Jeon Jungkook, el temido y poderoso alfa jefe de la mafia más influyente de Corea del Sur, da un giro inesperado cuando conoce a Jimin, un joven omega de cabello rosa y personalidad dulce. La llegada de Jimin a su vida pondrá pat...
Namjoon miro con el ceño frunció el rostro de su mejor amigo. Aún no podía acostumbrarse a verlo sonreír como un completo idiota enamorado cuando el horario de trabajo terminaba y se dirigían a casa, era como si fingiera ese rostro frío e intimidante que desde siempre ha tenido. Todo había cambiado casi por completo gracias a ese chico omega de cabello rosado.
—¿Hoy es un día importante? ¿O por qué la sonrisita Jungkook? —preguntó el moreno mirando su ventana.
—Hoy le pediré a Jimin ir de viaje, solo él y yo, completamente solos. Quiero irme junto a él a un lugar tranquilo, alejado de este caos, creo que ya es tiempo. —replicó el pelinegro con una sonrisa y la mirada perdida en las nubes del cielo.
Namjoon hizo una mueca.
—Dime ¿cual es el propósito? Pues no creo que sea para tener sexo, porque ambos parecen conejos aún estado aquí —mencionó.
Jungkook soltó una pequeña risita y entonces desvió la mirada hacia su amigo.
—Yo quiero... bueno había estado preparando un viaje especial para poder ponerle mi marca, y pedirle que se case conmigo —espeto sorprendido por completo a Namjoon, quien abrió los ojos un poco de más, anonadado—. ¿Qué? ¿Por qué pones esa cara de idiota?.
—¿Estas hablado en serio Jungkook?.
—En mi vida hable tan enserio como ahora —replicó mirándolo fijamente a los ojos, reafirmando sus palabras con suma confianza y seriedad—. Además ¿que es lo que te sorprende?.
—Veamos, bueno... ¡quieres ponerle tu marca! ¡Tú quieres casarte! ¿Hay algo más por lo que debería estar sorprendido que eso? —respondió—. Por buda, es una locura.
—Lo se —dijo con una leve sonrisa, volviendo a mirar el cielo en su ventana—. Pero algo me dice que debo hacerlo, algo me dice que encontré al amor de mi vida y no voy a dejarlo ir. Así que se lo dire en cuanto lleguemos.
—Maldición, esto realmente va en serio —Namjoon suspiro prolongadamente tratado de asumir todo lo que estaba pasando, y lo que estaba por pasar—. Voy a tratar de procesarlo.
El pelinegro río en voz baja. Estaba de verdad muy decidido a contraer matrimonio con Park Jimin, era algo que le estaba haciendo ilusión, incluso su imaginación comenzaba a crear escenarios que solo lo impulsaban a emocionarse aún más con la idea y a tener una decisión más clara. No había una razón sólida por la que esa unión estuviera mal, y las opiniones presuntuosas eran algo que simplemente no tomaba en cuenta. Ellos se amaban lo suficiente, todo estaba en orden, no había nada que se interpusiera en su felicidad.
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Esa tarde Jimin se encontraba jugando en el hermoso y amplio jardín de la casa, todo estaban lleno de flores, también había animales como abejas, hermosas mariposas y un grande árbol de roble que daba sobra ante el ardiente sol. En ese momento el sistema de riego estaba encendido, y el omega tal como un niño pequeño jugaba con el agua, brincaba descalzo y reía por todo el césped, mientras que su guardaespaldas lo observaba atento desde lejos, siempre asegurándose de su seguridad, cubriéndose con un paraguas color rosa del sol y bloqueador solar que él mismo omega le prestó.
