Llevo tres semanas sola. Desde que los caminantes invadieron nuestro refugio estoy sola. Me separe del grupo, me separe de lo que más quería, de Carl. ¿Qué estará haciendo ahora? ¿Estará vivo? Quien sabe. Ahora estoy en un supermercado, buscando ropa y provisiones. No tengo ningún refugio, todos los días voy a una nueva casa. Ahora estoy en el sector de golosinas ¿por qué vine a esta parte? No lo sé. Hay como cinco latas de 3 kilos de puding de chocolate, esto me hace recordar a Carl. En otro sector había juguetes y ropa de bebé, lo cual me hacía recordar a Judith. Y en otra parte había instrumentos musicales los cuales me hacían recordar a Beth. Como los extraño, desearía estar con ellos en este preciso momento. Los extraño a todos. Me quedé ahí parada observando las latas de puding hasta que una voz a mis espaldas me saco de mis pensamientos.
- Quédate quieta - me dijo una voz, la cual se me hacía muy conocida - Date la vuelta y deja todas tus armas.
- ¿O sino qué? - Desafié a esa persona detrás mío.
- No querrás ver lo que te haré - contestó.
- ¿Apostamos?
- No querrás.
- ¿Quieres ver que si? - dije girándome.
Cuando me gire, no podía creer lo que estaba viendo. Como no reconocí esa voz, era mi hermoso y tierno novio. Carl estaba frente ami. Estaba igual que yo, ninguno de los dos podía creer a quien tenía delante.
- Sia...- susurró.
- Carl, mi vida...
- Oh, bebé, como te extrañe - dijo y me abrazó fuertemente.
- Yo mucho más - le dije con la voz quebrada.
- Creí que habías muerto - me dijo casi con la voz quebrada.
Yo ya estaba llorando, pero no de tristeza, sino de felicidad. No podía creer que había encontrado a mi novio. Quizá el estaba con el grupo. Nos separamos y nos besamos, en ambos se notaba que nos habíamos extrañado y mucho.
- Carl, ¿por qué tardas tant... Oh mi dios - dijo esa voz, que siempre me animaba, era mi mejor amiga Beth.
Ambos nos separamos del beso y miramos a Beth.
- ¡Por dios, Sia! - dijo y corrió hacia mi.
- Como te extrañe amiga - le dije.
- Yo mucho más, Sia, sabía que no estabas muerta. Además, era imposible, no podías haber muerto en la casa y menos devorada por caminantes. No, eso no.
Yo reí y solté un par de lágrimas. Estaba con mi novio y me mejor amiga, los había encontrado.
- Tu padre no podrá creer que estas aquí - dijo Carl.
- ¿Mi padre esta aquí? ¿Con ustedes? ¿Dónde?
- Si, y no sólo el, todo el grupo, estamos en un Granero refugiados.
- Ya quiero verlos - dije emocionada.
- Y lo harás - dijo Beth.
- ¿Vinieron con alguien más? - pregunté.
- Si con Daryl, debe estar por aquí - dijo Carl.
- Seguro se emocionara al verte - me dijo Beth con una sonrisa la cual yo le devolví.
Salimos afuera los tres yo iba con Carl de la mano. A lo lejos pude ver a un hombre alto y con una ballesta en su espalda, era Daryl. Apenas lo vi, me solté de la mano de Carl y fui corriendo hacia Daryl y lo abrace por la espalda.
- ¡¿Qué carajos?! ¿Y tu quién eres? - dijo Daryl con tono molesto.
- Siempre con el mismo humor. Vaya ¿ya te olvidaste de mi? - le dije y lo solté, el se giró y me miro.
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Survival is all that matters (Carl Grimes y tu) // TERMINADA.
FanfictionEN EDICION⚠ Pueden leer de todas formas, sólo voy a estar corrigiendo errores. ¡NO VOY A CAMBIAR NADA DE LA HISTORIA! ---------------------------- Sia Ford se encontraba junto a su madre y hermano cuando una horda de caminantes los ataca, provocand...