Survival is all that matters (Carl Grimes y tu) // TERMINADA.

Capitulo5

Luego de mi comentario, todos se miraron tristes y agacharon la cabeza.

- ¿Qué ocurre? - pregunté un tanto inquieta.

- Beth - comenzó a decir Rick - Era una chica que estaba con nosotros. Cuando nos separamos de la prisión, nuestro antiguo refugio, ella se fue con Daryl. Estaban en un casa refugiandose, y una noche una horda los atacó, se separaron un instante y, luego Daryl vio que la subieron a un auto y se la llevaron.

- Lo siento. No lo sabía - me disculpe.

- Descuida.

- Y bien, ¿ya pensaron la propuesta de ir a Washington? - habló mi padre, luego de unos segundos, cambiando de tema.

- Si - afirmó Rick - Iremos con ustedes.

- Estupendo. Mañana salimos.

Todos asintieron y fuimos a buscar provisiones. Esta vez iríamos Rick, Carol, Michonne, Glenn, Maggi, Rosita, Carl y yo.
Nos dirigimos hacia el mismo pueblo de la otra vez, ya que aún quedaban un par de sitios por revisar.

- Bien - dijo Rick - Carl y Sia, Maggi y Glenn, Rosita y Carol, y yo con Michonne.

《De nuevo con Carl. ¡Genial!》 Pensé sarcástica.
Luego del episodio de la otra vez, ¿cómo iba a mirarlo a la cara? En fin, ya lo solucionaria.

Nos dirigimos hacia un pequeño almacén. Ingresamos en el y tenía varios pasillos con estanterías. Por otro lado, estaba vacío de caminantes, por fortuna.

- Bien, ¿juntos o separados? - pregunto el.

-Separados - sentencie y me dirigí hacia el último pasillo, a mi derecha.

Tome las pocas latas de fruta que habían. Luego revise otro pasillo y casi exploto de felicidad. Había encontrado nutella. ¡Dios como amo la nutella! Tome los potes que habia y al llegar al final del pasillo, me encontre a Carl con una radiante sonrisa, igual a la mía.

- ¿Porque tan feliz, Grimes? - le pregunte.

- Encontré esto - dijo, mientras me mostraba una lata de tres kilos de pudin de chocolate, que había en su mochila.

- Wow, cuanto chocolate - dije sorprendida.

-¿Y a que se debe la tuya? - me pregunto curioso.

- Por esto - dije mostrándole los potes de nutella.

- Wow, delicioso. ¿Qué te parece si vamos a disfrutar de nuestros tesoros por algún lugar? - me preguntó sonriendome.

- Me parece bien - accedí, mientras volvia a colgarme mi mochila en mi espalda, y saliamos del almacen - ¿Dónde sugieres?

- Desde aquí puedo ver un buen lugar - sonrió sastisfecho.

- ¿Dónde? - pregunté confundida, ya que no entendía hacia donde miraba.

- Allí - dijo apuntando al tejado de una casa.

-¿Al tejado? - le pregunté más confundida que antes.

- Exacto. Sin interrupciones de caminantes.

- De acuerdo - accedí poco convencida pero con una sonrisa.

Nos encaminamos a la casa, que se encontraba frente al almacen y entramos. Dentro habia dos caminantes, que matamos con facilidas, luego buscamos dos cucharas en la cocina, y subimos al primer piso. Ingresamos en la habitación que daba al tejado y salimos por la ventana, para sentarnos en el. En silencio comenzamos a comer.

- ¿Y que te parece la idea de Washington? - me pregunto luego de lo que supuse que habían sido varios minutos, desde que nos habiamos sentado aquí.