EN PROCESO/¡Oh, el qliao! [Nomin]

[1] "Hola"

[Jeno]

Jeno iba caminando tranquilo mientras escuchaba música, camino a su casa luego de pasar la tarde con los chiquillos. No habían hecho nada del otro mundo, pero las risas no faltaron.

Las vacaciones de verano estaban por terminar y pronto las clases iban a comenzar otra vez. Que lata. Era su último año de colegio, y todavía no sabia que quería estudiar. Estaba chiquito para decidir algo tan importante. O eso le decía siempre a sus papás cuando empezaban con la cuestión.

Estaba asado de calor, parecía que cada año las temperaturas aumentaban. Puto calentamiento global. ¿Eso siquiera tenía algo que ver? Quien sabe. Claramente el no.

No se preocupaba por que lo fueran a asaltar, a pesar que ya se estaba oscureciendo, había pasado por esa calle miles de veces y nunca le pasó ni una wea.

Estaba por cruzar cuando sintió que lo agarraban del brazo. Se dio la vuelta para ver quien era, ya que aún tenía los audífonos, y si es que le habían hablado no había escuchado nada.

Era un cabro casi de su estatura, flaquito y bastante bonito, a su parecer. Tenía el pelo rosado, y su piel no era ni muy clara, ni muy oscura.

Se sacó el audífono del oído derecho, pero antes de que pudiera hablar el cabro lo hizo primero.

-Hola.- se quedó mirándolo.

-Hola.- contestó dudoso.

El cabro lindo le sonrió.

Le frunció el ceño, que chucha estaba pasando.

Así se quedaron como por un minuto, hasta que el cabro miró para atrás, y después  dio un paso adelante, para seguir caminando tomados del brazo.

-Oie que-

-¿Y cómo estai, amor?- lo miro boquiabierto.

-¿Que?

-Teni que hacer como que eri mi pololis po.- levantó sus cejas haciendo énfasis en lo que acababa de decir.

-Ah-

-¿Eri medio lento no?- le preguntó con una sonrisa.

-Yo...

-Tu sígueme la corriente nomas, ¿si?

-Weno...

Siguieron caminando como dos cuadras hasta que el cabro lindo volvió a hablar.

-Teni que acompañarme hasta la estación de metro nomas. Porfis.- le dijo tiernamente.

-Ya.- todavia estaba medio perdido. Porque la verdad es que si era medio lenteja para algunas weas.

De repente paro en seco. A un par de metros se podía ver la entraba del metro.

-Te pasaste, de verdad. Muchas gracias.- se paro frente a él, para poder mirarlo a la cara.

-Denada. ¿Te venían siguiendo?

-Siiiii. No se hermano, venia re tranqui y de repente cache como un viejo me empezó a seguir. Tenía cara de cochino, so me asuste.- le dijo haciendo una mueca. Menos mal a él nunca le había pasado.

-Ahhhh. Lo siento si no atine a la primera.

-Naaaaaa, no te preocupi.-hizo un ademán, restándole importancia.

-Ya, ahora me tengo que ir, que es harto tarde.

Estaba apunto de decirle chao cuando esté se acerco y más rápido que el mismísimo flash le dio un piquito, para después darse la vuelta y caminar en dirección a la estación de metro.