Casi toda la noche ellas hablaron de él, aún no lo pude ver, también un hombre se me acercó pero cuando me pregunto que si tenía hijos pues dije si y sólo se fue, eso suele pasarme, todos podría ser más fácil sino dijera eso pero ¿Para qué mentir? cuando aceptas a alguien es con todo, sin importar nada, pero eso no me pasaba a mi siempre era diferente para mí y solo era lo malo.
¿Alguna vez te han rechazado? hoy ya lo van haciendo más de 5 veces, las dejé de contar después de eso toda era así: Me veian, se paraban, sonreían, preguntaban mi nombre, mi edad, si estaba soltera, si tenía hijos, ponían una excusa y se iban; eso pasó todas las veces, Luz dijo que todos eran unos idiotas por no ver la gran chica con gran busto que tenían en frente, Maddie le pegaba continuo de decir que esos grandes pechos que era de cirugía eran de ella; algo muy extraño pero creo que luego de que te rechazan como 10 veces solo quieres reírte un poco.
-¡Mira a ese! -Katia señalaba a un rubio muy parecido a Alejandro pero no era él por los distintos ojos.
-Oigan yo...
-No ese tiene novia idiota. -Luz frunció el sueño y suspiró -Ese de ahí. -ahora era un pelirrojo que me recordaba a Chucky y yo detesto esa película no me gusta.
-Yo...
-Está horrible. -Maddie refutó -Si esta con gran busto y trasero perfecto necesita a alguien igual que ella. -abrí mis ojos como plato y reí un poco -Como él. -señaló a un castaño que estaba sonriendo como "El Guason."
-Oigan creo que si voy a estar con alguien tiene que ser con alguien que me guste ¿No creen? -todas abrieron la boca. Luz se la tapó como si le hubiera dicho que estoy embarazada, estaban sorprendidas; no entendí por qué.
-Pero Jennifer tú no vas a saber. -Katia la mayor de todas me sonrió al decir eso.
-Ya estoy grande para elegir. -acomodé mi cabello -No necesito que lo hagan por mí, las amo pero por favor no lo hagan -Maddie suspiró y asintió -bueno me duelen las piernas y quiero trago.
-Alcohólica. -Katia refutó y Luz río muy tiernamente.
-Algo. -caminé hacia cualquier mesa que vi, no era la mía pero me dio igual, vi agua y la tomé, vi la pista de baile y algunos ya se encontraban mareados, algunos besandose con otros y yo sola en esa mesa escuchando la música que había; pude escuchar risas a mi costado, supongo que eran Katia y Luz pero después lo dudé por la voz de un hombre, tomé un sorbo de agua más, era inevitable no escuchar lo que hablaban estaban a mi costado pero voltear y verlos sería muy evidente de que los estoy escuchando.
-¿De qué tienes miedo? -él chico lo dijo tan tranquilo como si sólo estuviera dispuesto a escuchar como tal psicólogo.
-De que se enoje. -la voz fue un poco familiar, aún no podía voltear, solo tomar agua -Es difícil ¿Sabes?
-Desde que tengo conciencia de que siempre has estado ahí. -suspiró -Y siempre te eh dicho ¡La vida es una sola!
-Ya no quiero hablar de eso, ya vengó. -volteé y era la misma chica que me miró mal, no me notó pero besó en los labios a un hombre que estaba de espaldas así que no sabría quien era.
-Recuerda que te amo preciosa. -él la agarró de las mejillas dándole un eso ahí.
Parejas por ahí, parejas por allá y yo solo chismorreando como toda una vieja chismosa. Terminé el vaso con agua y podía sentir un corriente fría, eso solo me había pasado una vez y fue cuando tenía 11 años al saber que Alejandro estaba a mi lado, al mirar a la izquierda no era Alejandro, era una hombre muy apuesto mirando su celular, mis ojos se clavaron en su perfil, tan bello como si sólo pudiera verlo por horas y horas, me quedé hipnotizada por unos segundo, él miró guardó su celular y fue como un giro rápido de vergüenza porque volteó hacia mí, mi cabello me tapó por suerte sentí mi mejillas arder como cuando te dan tu primer beso así me podía sentir... por un momento quería voltear a verlo de nuevo pero esa vergüenza siempre gana.