No pude evitar llorar, abrazarlos fue la sensación más hermosa que no pude definir simplemente yo la sentí demasiado bien.
-¡Los extrañé! -gritaba y lloraba simplemente estaba emocionada.
-Hija. -me soltaron y mi mamá habló limpiándose una lágrima -¿Cómo has estado?
-Mal mamá, extrañándolos, me dejaron con estos idiotas. -señalé a Alejandro y Jennifer, Jennifer estaba sentada en las escaleras y Alejandro la abrazaba
-Maddie, no vuelvas a decir eso... de todos modos ellos estuvieron en esos momentos que nunca estuvimos. -mi papá habló, desconocía sus nombres.
-Pero es que es cierto papá. -volteé y Jennifer se paró para ir a la cocina mientras seguía llorando.
-Ya no le tomes importancia. -mi mamá me sonrió y me di cuenta que tenía mi sonrisa.
-Mamá, tienes mi sonrisa. -ella sonrió aún más -Díganme que ustedes están juntos por favor. -supliqué pero ellos se miraron y negaron.
-Yo tengo esposa y 2 maravillosas hijas -mi papá sonrió seguro que tenía una y yo que soy la otra -Valeria y Silvanna. -mi papá sonrió y fue algo extraño que no me nombrara, después de todo soy su hija.
-Papa, yo también soy tu hija ¿Lo recuerdas? -miré a papá, él me regalo una bella y blanca sonrisa seguido de un beso en la frente.
-3 maravillosas hijas. -lo susurró cerca a mí luego de un abrazo.
-Tengo hermanas. -sonreí -Mamá ¿Y tú?
-¿Yo? -ella de acomodó la falda pequeña negra que tenía.
-Si, que si esta casada o tienes hijos ya sabes hermanos.
-No hija, ni esposo ni nada, solo te tengo a ti.
-Y papi ¿Trabajas? -sonreí y el asintió.
-Soy gerente de una empresa. -sonrió y se acomodó la corbata.
-¿Tu mamá? -ella bajó la cabeza y rió, pero papá rió aún más.
-Pues no creo que el trabajo de tu mamá de pueda llamar trabajo.
-Si trabajo, imbécil. -ella le guiñó el ojo a papá muy pícaramente, mi papá solo sonrió y se tornó rojo -Mi amor soy prostituta ¿Sabes que es eso no?
-Si son las chicas que venden su cuerpo por dinero. -no lo podía creer, ya entendí porque no quería decirme nada sobre mis padres pero toda la verdad saldrá ...
Jennifer James
-No puedo con esto. -susurraba al llorar en Alejandro
-Jennifer entiende, todo esto estará bien. -me agarró de las mejilla y me habló muy cerca.
-Ale, yo no quería nada de esto ¿Por qué nos tuvo que pasar? -susurré llorando y él me secó la lágrimas con la yema de sus dedos.
-Tranquila. -me dio un tierno beso en los labios -Ya no llores, me destruye verte así.
-Como hubiera sido todo sin haber tenido a Maddie. -él me miró con su ojos verdes claros.
-De todas maneras hubieras tenido un hijo o una hija. -me acarició la cara -Yo si quería hijos contigo pero tú terca me decía que ya teníamos. -él imitó mi voz y eso me hizo reír -Amo verte sonreír, tu sonrisa es lo que provoca la mía. -ambos sonreímos y nos dimos otro beso lleno de sinceridad como si nunca hubiera pasado nada, nada de peleas, nada de insultos, nada de nada, como si nunca hubiéramos terminado.
-Alejandro, no quiero que te vallas. -le dije siguiendo estando cerca -No quiero estar sola. -volvieron mis lágrimas y él solo las volvió a secar.
-Siempre estaré a tu lado, aún que tú no quieras, siempre estaré ahí. -sonrió y eso me provocó otra sonrisa.
-¿Me lo prometes? -sonreí.
-Te lo prometo Jennifer. -él me abrazó y me dio un beso en la mejilla.
-¿Qué haremos con Maddie?
-Yo sé que Maddie cuando se entere a lo que se dedica su mamá se va a decepcionar. -él me beso de nuevo en los labios.
-Ojala, no quiero que ella se alejé de mí, cuando tú te vallas solo estaré con ella y no quiero que esté así conmigo. -me senté en el piso ya que no había nada más que hacer.
-Aún que ella lo niegue, te ama. -él se sentó a mi costado -Tú la criaste, le enseñaste todo, la cuidaste y le diste todo el amor de madre que ella nunca tuvo con su verdadera madre.
-Pero aún así no quiere nada de mí.
-Amor. -me agarró de la mano -Se le pasará. -me besó en la frente.
-Ojalá. -no podía estar feliz por mucho tiempo sabiendo que Maddie está ahora con sus padres, diciéndoles no se que cosa.
La tarde siguió pasando, de vez en cuando iba a ver a mi pequeña hija con sus padres, me rompía el corazón verla con ellos tan felices después de que ellos la hayan abandonado, hasta para ponerle precio a una pequeña bebé.
Maddie estaba feliz, su sonrisa lo decía todo. Tenía unos pequeños rasgos a su papá más que a su mamá, pero su sonrisa de ambas era idéntica "Dulce y pasiva". Los ojos azules eran de su papá que debe decir que es un hombre demasiado atractivo, tal vez Maddie lo heredo, sin olvidar su nariz de su papá. Por completo ellos eran sus padres.Me pregunto si ya habrá sabido que su madre era una completa puta, de ahí se zafara y volverá a mis brazos. Una idea muy loca pero que si llegará a funcionar yo lo sé.
Harry Gómez
-Papá... parece que ya no te interesara mamá. -le hablé a ese señor que tenía un cigarro en la boca y la botella de cerveza en la otra.
-Tu madre decidió irse. -se volvía a escuchar su voz ronca por tanta cerveza helada que tomaba solo.
-No fue su culpa. -unas lágrimas se aproximaban a caer.
-¡Claro que fue su culpa! -mi papá gritó y tiró la botella casi vacía de cerveza "Cristal" al suelo.
-Papá, ella se murió no tuvo la culpa de nada, fue el imbécil conductor. -comencé a llorar.
-Raquel me abandonó. -mi papá botó humo de su boca.
-¡Por qué eres necio! ya pasó 3 años desde ese accidente y tú sigues pensando que fue su culpa. -ya no podía estar en la misma habitación que él solo me fui dejándolo borracho y solo en la sala.
Hoy se cumplía 3 años después de la muerte de mi mamá, la mujer más linda y tierna que pude conocer, mi mamá siempre le ve el lado bueno a las cosas, siempre hace sacar una sonrisa a todos ella era "Perfecta". Mi papá se sacó la lotería con ella, pero un día simplemente como me dijo Margarita la cual es mi Nana "Diosito quiso una ángel más" y por eso de la llevó.
En este último año mi papa volvió a su vicio que es "Fumar y tomar" pero siempre solo nunca acompañado. Nadie lo saca de hay, termina en el piso borracho y Margarita lo tiene que llevar a su cuarto, cambiarlo y hasta aveces bañarlo... Margarita es mi Nana desde que tengo memoria ella siempre está ahí cuando más la necesitamos ya que vive con nosotros pero es mejor la tenemos a nuestro lado.
El olor del tabaco llegaba hasta mi cuarto, podía olerlo, un olor desagradable que daban ganas de vomitar, no lo soportaba simplemente no.
Mama si sólo supieras que nos haces falta "Te extraño".