Flashback...
-Así que te gusta mucho la fotografía, Gómez. -Raquel dijo sonriendo después de haberle dicho una foto tuya de recuerdo, ella dejaba al pequeño en la manta que habíamos dejado en la playa.
-Si ha sido un hobbie. -ella sonría para todo -Me gusta mucho la fotografía y que mis padres al menos me den algo para que este feliz, vale mucho.
-Que lindo... -ella suspiró -Digo, que lindas tus palabras. -se comenzaba acercar a mí, siempre lo sentí incómodo, no me gustaba que ella estuviera muy cerca a mí, menos cuando dormíamos.
-Gracias. -Raquel se paró a mi costado para ver las fotos que tenía.
-Que lindas fotos. -se alejó y suspiró seguido de sonreír un poco.
-Bastante. -sonreí al ver la foto, éramos Alicia y yo abrazados mientras que la cargaba. Tenía muchas fotos con ella que me traían tanto recuerdos.
-Bueno. -Raquel sonrió -Me hubiese gustado que al chico que le guste hiciera eso por mí.
-¿Nunca te han cargado?
-No. Al menos que sea para llevarme a la cama; si. -se sentó en la arena un poco triste.
-Bueno, nunca le has gustado a nadie, es lógico. -se notaba sensible, con ganas de llorar por lo que dije, pero solo suspiró.
-Lo sé, tampoco no pasará. -se acomodó su cabello y agarró el collar -A chicas como yo, no le pasan esas cosas.
-No te desanimes Raquel. -toqué su hombro y vi una lágrima caer por su mejilla, pero sonrió y se la secó.
-Sabes, esto es lo más bonito que alguien me pudo haber dado. -se refería al collar que le di, ese collar dorado que siempre estaba en su cuello desde que se lo regalé -Sé que es tonto, demasiado... pero hablo enserio.
-Oye, no lo creo. -reí pero sus ojos semi llorosos no parecían mentir.
-Hablo enserio Brad. -ella sonrió -Todo lo que has hecho por mí siempre es lindo.
-Pero no hago casi nada, apenas si me preocupo por ti.
-Por eso.
-Sigo sin entender. -reí y ella sonrió.
-Apenas te preocupas por mí, nadie se preocupa por mí. -ella agarró el collar de nuevo -Descubrí que esto era de tu abuela.
-Si, dijo que se le diera a una persona especial. -sonrió y tomó mi mano.
-Entonces.
-Se la quería dar a Alicia. -moví mi mano y ella la soltó -Pero mi abuela dijo que no sea basura y te lo diera por los nueve meses.
-Tú no me lo quisiste dar. -ella cargó a Harry que parecía que se estaba despertando -Tranquilo bebé.
-No, pero ya lo tienes.
-Me lo quitaría, para que se lo des a ella. -dijo volviendo a llorar, siempre lloraba para todo -Pero sé que es de tu abuela así que no lo haré.
-Si quieres hazlo y dile que no lo quieres. Así de lo podré dar a Alicia.
-Tu abuela tiene mucha razon, eres una basura, solo juegas con los sentimientos de otras personas.
-Haber haber Raquel ¿Cuándo he jugado contigo? ¿Acaso te he dicho que eres especial para mí? sabes que nunca, ¿Alguna ves dije que me gustas? no... así que no me vengas con estupideces. -ella se paró y comenzó a caminar con Harry.
El atardecer se notaba y Raquel sostenía a Harry, la luz era perfecta, era una perfecta escena para mi trabajo de fotografia. No podía desaprovechar la oportunidad para un 20 en la clase, tomé la foto.
Tal vez no era el mejor momento para hacerle una foto a Raquel pero con la condiciones que hubieron fue inevitable.
-Es mejor irnos. -Raquel se notaba seria, pero ella siempre tenía una sonrisa en su rostro -Ya es tarde y Harry no puede estar con mucho viento.
-Está bien. -agarré la manta y la cartera de Raquel y me puse al costado de ella, siempre soy malo con ella y no entiendo por qué -¿Estás bien?
-¿Qué te importa? total no te importa en lo absoluto. -ella sostuvo a Harry que estaba intentando dormir -Toma. -cargó a Harry con una mano y me dio el collar -Ya se lo puedes dar a Alicia, ella es la que más te importa.
-Pero lo puedes tener.
-Eso no me importa.
-Alicia... no estés así.
-Para que sepas ¡Me llamo Raquel! -ella volvió a llorar hasta llegar al carro y dejar a Harry en el asiento para bebés y subirse en el asiento de co-piloto.
-Lo siento ¿Si? -ella ya estaba sentaba secando sus lágrimas, me subí al carro.
-Ni siquiera nos parecemos Brad, soy rubia y ella castaña. -me lo decía cada vez que le decía Alicia por error, hasta que le daba un beso y se tranquilizaba, no me gustaba besarla, besar sin sentimientos no es bonito.
Al llegar a la casa ella llevo a Harry a su cuarto para dejarlo en su cuna para que duerma. La vi en el sillón de la sala viendo la tele, es hora de besarla y que ya no este asi, en fin vivo con ella y estar enojados no es lo mejor.
-Bonita, vas a seguir así.
-Brad ¿Cuántas veces me dirás Alicia? no nos parecemos en nada -yo tomé su mano.
-No, hay una gran diferencia. Yo no me casaré con ella, me casaré contigo, lo sabes. -la miré a sus ojos verdes y ella suspiró. Solo cerré los ojos y la besé para que terminara con todo esto. -¿Mejor?
-Si tu crees que solo con besarme se me pasa... estas en lo correcto.
-Si lo sé, pero ya no estés así, sabes que sino Harry se pone triste. -ella río.
-Brad, solo tiene 6 meses.
Fin de Flashback...
Aún no la olvido; su sonrisa, su forma de verle feliz a todo, su cabello rubio, sus labios rosas, sus ojos verdes, muchas cosas que no podría terminar. Jennifer me recuerda un poco a ella por su cabello rubio y sus ojos verdes, una debilidad mía.
Maddie Medina
-Por favor. -diciendo sollozando en los pasillos de la escuela, era hora de salida y estaban pateando mis libros con mi mochila.
-¿Por favor? ¿Quieres que lo dejemos de hacer? -asentí con la cabeza y ellos rieron -También queremos el gran favor que te vallas pero sabemos que eso no va a pasar.
Harry Gómez
Al salir con Miranda vi a esa pequeña chica en el suelo llorando un poco, me dolió... no cumplir lo que prometo lo odio, jamás podré perdonarme lo que le hice, solo aparentar ¿Verdad? algo que ella sabe hacer muy bien.
Sus ojos azules estaban cristalinos, estiró su brazo y vi a lo lejos algo blanco con rojo, tal vez sea un poco, no sé que era; Miranda sólo me volteó la cabeza y me sonrió.
-¿Qué paso? -ella rió y me besó.
-Pensaba en ti. -ella me agarró los cachetes y los movió.
-Hoy vas a mi casa, mis padres vienen y quiero que este día tan especial la pases conmigo. -sabía que a Miranda le importaban estos días que sus padres venían.
-Si mi vida ¿A qué hora voy? -besé su frente al verla tan feliz.
-A las 5, ellos vienen a esa hora, mi hermana y yo le hemos preparado algo especial para ellos. -sonrió como nunca y me abrasó -Los extraño.
-Lo sé mi vida, lo sé. -agarré su mano y seguimos con el camino.
Maddie Medina
Estaba en casa sola, mi madre me dejó una nota de nuevo, que iba a salir con sus amigas a no sé que.
Me eché en mi cama suspiré y agarré mi celular.
Lo típico de cualquier adolescente.
