Maddie Medina
-¿Crees eso? -dijo quitándome el uniforme.
-Obvio, aparte que te ves preciosa, él mismo casi se le cae la baba al verte. -Michelle hacia lo mismo -Y sin mencionar que se le cayeron los papeles por estar mirándote.
-Calla. -reí y me miré al espejo, en realidad no me veía mal -Eh esperado este día desde que soy pequeña, el día en que Harry Gómez se fijé en mí y saber que esta pasando aún no lo puedo creer.
-Pues créelo bebe, está pasando. -golpeó mi trasero tan común de ella -¿Estas haciendo ejercicio?
-No, ¿por que?
-Estas demasiado delgada.
-Eso no es verdad. -solo podía ver a alguien gorda frente al espejo, una cerda -Mira, tengo rollos. -levanté mi polo.
-Estupida, estas demasiado delgada, tienes que comer. -ella me regaño -¿Que rollos?
-Estos.
-Idiota, que no. -comenzó a cepillar su cabello largo -Aun opino que estás demasiado delgada.
-Yo aun opino que no es cierto.
-Hoy me comes todo, nada de que "Mamá quiero dejar" -intentó imitar mi voz moviendo el peine de un lado al otro.
-Está bien.
-Niñas, saldré. Comen todo por favor, lavan su plato. -dijo mi madre desde la puerta.
-¿A dónde vas así?
-Solo saldré.
-Mamá.
-Ya vengó Maddie y Michelle, cuídense.
-Para mí que tiene una cita. -Michelle dijo, la idea no me agradaba mucho y era con ese señor que miraba mis fotos.
-Y se con quien.
Jennifer James
Brad esperaba abajo en el sofá.
Me recibió con una sonrisa seguido de un beso.-¿Vamos? -dijo él agarrando mi mano.
-Vamos. -besó mi mejilla.
Harry Gómez
-¿Que haremos al respecto? -ella miró al suelo evitando mis ojos -¿Crees que sea mejor terminar?
-¿Por el bien de ambos?
-Si.
-Pues lo eh pensado por que sabía que pasaría. -ella al mirarme sus ojos se pusieron rojos -Será lo mejor. Ambos sabemos que la chispa que teníamos se apagó y no podemos engañarnos a nosotros mismos.
-Es cierto. -ella con lágrimas cayendo en sus mejillas y su voz entre cortada intentó hablar.
-Te quiero. -la abracé y sus lágrimas se sentía en mi hombro, un abrazo consolador.
-Yo a ti.
Maddie Medina
Ahí está ese plato, combatiendo conmigo.
-Maddie está riquísimo. -no podía entender como ella podía devorar la comida y yo no podía pasarla.
-No.
-Maddie apura.
-No quiero. -seguí mirando a ese plato de tallarines rojos -es mucho.
-Tarada te sirvieron menos que a mí. -ella río y término su plato.