Esa tarde fue llena de risas y también de unas fotos las cuales fueron publicadas en Facebook y una horrorosa de Luz que la publicó; Katia, la muy tarada se había subido a la mesa y bailaba mientras que reíamos todas. Las extrañaba demasiado eran mis amigas a las que las amaba sin importar nada, yo simplemente las dejé por Maddie y ahora que ya no tengo nada con Alejandro puedo estar con ellas, Alejandro fue el causante de todo esto de que yo me separara de ellas, según él para proteger a Maddie pero ¿Protegerla de qué? aún así en Ecuador me preguntaron por ella y tenía que decir que es mi hermana igual que aquí, pero allá no me creyeron por el cabello, aún así si dijera que era mi hija dirían que no lo fuera por el cabello siempre sera así, yo sé que cuando sea mayor y tenga ya un poco más de conciencia me pintaré el cabello para parecerme más a ella.
-Mami.-bajó mi pequeña las escaleras.
-¿Qué pasa? -dije parándome y yendo donde ella, me estiró los brazos y la cargué -¿Qué pasó mi vida?
-Nada, solo que te amo. -dijo ella y mis amigas todas con su owwww.
-¿Por qué dicen owww? ¿Qué es eso? -dijo Maddie sobándose los ojos por el sueño.
-Porque eres muy tierna. -se paró Maddie osea mi mejor amiga y fue a aplastarle los cachetes -De verdad que amo a tu hija.
-Yo la amo más. -dije bajándola a Maddie de mis brazos -Déjala es mía. -dije divertida acariciando a mi hija.
-Mami quiero ir a casa. -dijo mi hija detrás mío.
-Ya nos vamos. -dijo diciéndole a las chicas.
-Quédate. - Dijo América
-Ya me voy ya, las amo. -dije saliendo de la casa y agarrando la mano de Maddie.
Este día fue lo mejor, aún que empezó algo horrible por lo de Alejandro pero terminó con verme con mis amigas y risas, aparte de Maddie. Caminamos mucho hasta que Maddie comenzó a saltar en los charquitos de agua, había garbado ya que en Lima nunca llueve ¡Es extraño! pero no llueve, solo garbea o garua pero de ahí nada más. Maddie saltaba y cuando volteaba me miraba y me sonreía ¿Y ahora? que haré con todo esto de la adopción, sé que pasaron muchas cosas desde que la tuve pero lo que me preocupa es como lo tome o mejor me tiño el cabello, pero no es correcto ¡Nunca lo hice! ni lo quiero hacer pero es por Maddie mi hijita ¡Es mi hija! lo es, miraba su cabello castaño largo y que terminaba en pequeñas onditas que siempre me gustaron de ella.
-Mami. -dijo ella volviendo agarrar de la mano -¿Qué piensas?.
-Nada. -le dije luego de ver la casa a lo lejos y Maddie también la vio porque señaló con su dedo indice a la casa y sonrió, corrió por la pista pero por suerte no habían carros pero igual me preocupó pero no dije nada ella estaba bien -Maddie.
-¡Estoy bien! -ella gritó a lo lejos y movió sus brazos como forma de avión -¡Tranquila!
Cuando llegamos a la casa ella se sobó los ojos y luego bostezó, ósea durmió no sé cuantas horas y ahora volvió a tener sueño, yo me acuerdo que cuando yo era pequeña ni me daba sueño.
-Mi amor, anda a dormir. -dije dándole un beso en la cabeza y ella asintió. Mi bosillo comenzó un vibrar y sonó el gran timbre de mi celular, yo agarré y vi de quien era la llamada decía "Alejandro" y no dude en contestar aún que no quiera sigue siendo el padre de mi hija y pues tengo que respetar eso.
-Dime. -dije cortante mientras subí las escaleras.
-Hola al menos. -dijo Alejandro riendo un poco se podía escuchar la voz de la chica.
-Hola, ¿Qué quieres? -llegué a mi habitación y acomodé un poco la cama para acostarme mientras que puse el teléfono el alta voz.
-Iré a verlas digamos que dentro de unas semanas, ya sabes que es el cumpleaños de la bebé.