Christopher se levanta triste, odia ser príncipe, solo quiere ser un persona sin ningún título y ser feliz con sus amigos.
Sus papás lo tratan como un topre príncipe, ellos nunca quisieron tener un heredero y culpan a Christopher de eso.
Pero dentro de ese castillo conseguio a dos amigos muy valiosos, primero había conocido a Alexia, su dama de compañía.
Alexia tiene 21 años de edad, sus padres trabajan en su castillo. Tiene un bonito cabello rubio que le llega hasta debajo de los hombros, tiene un cuerpo bonito junto a unos ojos azules que conquistan a quien lo mire.
Y luego estaba Erick, su mejor amigo, bajito,delgado, ojos verdes, pelinegro y divertido. El pequeño cubano era el menor del grupo de amigos.
Cabe aclarar que sus padres no estaban nada contentos con las amistades que tenía, ellos le pedían que se relacionará con gente de su círculo.
A él no le importaba los títulos, sus amigos eran buenas personas y eso es lo que a él le importa.
—Buenos días príncipe Chris—el castaño le sonríe a la rubia que ingresa a la habitación—. ¿Pudo descansar?
—Ale, ya basta de formalidades—la rubia asiente apenada—. Dormi como un bebé, ¿tenemos que ir al pueblo?
—Hoy no, sus padres pidieron verlo—Christopher hace una mueca, ellos nunca quieren pasar tiempo con él a menos que le reclamen o necesiten algo de su parte.
—¡Chris! ¡Chris!—un pequeño ojiverde ingresa a la habitación ganándose un mirada divertida por parte de los otros dos.
—Buenos días Erick—el pelinegro sonrie apenado.
—Buenos días príncipe Chris—hace un pequeña reverencia y el castaño bufa—. Tengo noticias.
—¿Cuáles son tus noticias?
—Tus padres recibieron una carta del Rey de Jesús—el principe abre la boca, el reino de Aragón es el mayor reino de todo el lugar.
—¿De Jesús? ¿Estás seguro Erick?
—Bastante, Ana me lo contó y no creo que sea una mentira.
—Voy a hablar con ellos—los dos amigos asienten y salen de la habitación. Chris sale vestido minutos después y los tres caminan hasta el comedor.
El príncipe carraspea llamando la atención de sus progenitores.
—Buenos días.
—Buenos dias Christopher—el castaño toma asiento y comienza a desayunar.
—Christopher—el príncipe mira a la reina—. Vas a casarte con el príncipe de Jesús.
El castaño abre la boca y su tenedor cae sobre la mesa—.¿ Q-que?
—Vas a casarte con el príncipe de Jesús—repite la reina—. Por alguna razón el rey te eligió para ser el compañero de su hijo, algo ridículo si puedo dar mi opinión.
Christopher agacha la cabeza, sus "padres" siempre lo hacían sentir mal.
Erick esta por entrar al comedor pero Ana y Alexia lo frenan.
—Habiendo tantos príncipes y princesas lindas, van a escogerte—comenta el rey.
—Tal vez es como un castigo para su hijo, digo con tu reputación, ¿quién te querría como esposo?—continúa la reina.
El castaño comienza a derramar pequeñas lágrimas, que rápidamente limpia con la manga de su camisa.
—Como sea, esto va a darle una muy buena reputación al reino—el rey mira al príncipe—. No lo arruines, van a venir a buscarte dentro de dos días.
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Por el Reino
Fiksi PenggemarZabdiel de Jesús quiere heredar el reino y sólo debe cumplir una pequeña condición.