《17》

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Zabdiel sonreía al ver su esposo cocinando, se acercó y lo tomo de la cintura sorpendiendolo.

—¿Que estas haciendo amor?

—Un pastel.

—¿Que te tiene ansioso?

—La boda de tu primo—Zabdiel sonrió y sus labios dejaron un beso en la nuca de su pequeño.

Christopher y Riki habían formado una rápido amistad, le agradaba que Chris tuviera más personas en su vida.

El castaño observó que su esposo se había quedado en silencio y volteó quedando frente a frente.

—¿Zabdi?—el rubio lo miró—. ¿Todo bien?

—Si amor, todo está perfecto—beso cortamente los labios del contrario—. Solo pensaba en lo rápido que formaste amistad con Riki.

—Entiendo la situación en la que está, pase por eso además él es muy divertido.

Zabdiel acarico el cabello del ojimiel y sonrio—. ¿Por qué sos tan perfecto?

—No lo soy Zabdi—se sonrojo.

—Para mi si lo sos—volvió a juntar sus labios en un beso tierno.

—¿Vas a hablar con Joel?—Zabdiel frunció el ceño—. No podes estar enojado para siempre con él Zab, son amigos desde hace años.

—Chris..

—No vas a decirme que no es mi asunto porque si lo es—se separo del rubio y cruzo sus brazos—. Sos mi esposo, tus asuntos son los míos.

Zabdiel suspiró, no quería discutir con Chris—. Amor, prometo no ignorarlo en la boda ¿te parece?

El menor asintió y continuó con su pastel, sintió como Zabdiel volvía a tomarlo de la cintura y río.

—Zabdi, aquí no.

—Vamos bebé—comenzó a besar el cuello y Chris gimió. El mayor metió sus manos dentro de la camisa de su esposo y sus dedos acariciaron la suave piel del menor.

—Z-zabdi—el rubio continuó besando el cuello de su acompañante, Chris colocó sus manos en el pecho del más alto comenzando a desabrochar su camisa. Sus manos recorrieron el pecho del rey, y quitó rápidamente la camisa.

Zabdiel se separo del menor y lo subió a la encimera de la cocina, junto sus bocas en un salvaje beso y gruño cuando Christopher envolvió sus piernas alrededor de su cintura.

—¿Qué creen que están haciendo?—ambos jóvenes miraron hacia la puerta de la cocina donde una chica pelinegra los miraba enojada.

—¿Nadia?—preguntó confundido el castaño.

—¿Pueden vestirse para poder hablar como personas civilizadas?—Christopher asintió sonrojado y bajo de la encimera. La pelinegra volteó y salió de la cocina, el rubio tomo su camisa y se la puso.

—Amor, ¿quién es ella?

—Nadia Mualem, princesa del reino de Maldea.

Zabdiel asintió y tomo la mano de Chris entrelazo sus dedos y salieron de la cocina, caminaron hasta la sala donde se encontraba la pelinegra.

Nadia los miro y Chris soltó la mano de Zabdiel, se acercó a la pelinegra y ambos compartieron un abrazo amistoso.

—¡Estoy tan feliz de verte! Me siento celosa porque te casaste primero.

Christopher río y tomo asiento en el sillón, Zabdiel quiso tomar asiento pero Richard se acercó a él.

—Señor, su papá lo necesita.

Por el ReinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora