—Doctorcito, ¿y qué va a pasar con don Julián —refiriéndose al dueño de «Los nogales»— y el cortijo? Por lo que más quiera, dígame que va a impedir que maten a más gente. ¡Virgen santa, así no se hacen las cosas!
El temblor en la voz de María solo era superado por el de Lucas. Confesar aquello que le había carcomido la piel, le supuso quitarse un peso de encima, pero este fue reemplazado por otra. La culpa que ahora cargaba sobre sus hombros, por delatar a su «gente» —aunque don Arsenio hubiera mantenido distancia con él— lo ponía en una situación más que delicada.
El médico se paró de la silla en donde había descansado. Se dirigió a una de las ventanas, con paso aletargado, como si alzar el pie en cada uno le costase la vida misma. Cuando levantó la cabeza para contemplar la luna llena que brillaba en todo su esplendor, rezó a todos los cielos en busca de ayuda. Aunque desde hacía tiempo atrás se había declarado ateo, por su decepción con la religión católica, en tiempos como esos la desesperación hacía estragos en su falta de fe.
—Josemi, ¿te puedo preguntar algo?
Volteó su rostro en busca de ayuda, olvidando momentáneamente que había sentido celos del susodicho. En momentos como estos, debía anteponer los intereses de su gente a los personales.
—Dígame...
—¿Qué tan bien conoces a don Arsenio?
El aludido enarcó la ceja.
—¿Cómo? —respondió, dubitativo.
—¿Crees que le conoces lo suficiente para saber cuál es su punto débil?
Josemi se detuvo en seco. Abrió la boca para contestarle, pero no pudo. Luego de breves segundos y de procesar lo que acababa de oír, se preguntó si el médico había resuelto traicionar a los campesinos en pro de defender a los «señoritos». De ser así, se pondría a la defensiva y ni muerto le sacaría información alguna. Fue por esto por lo que, ni corto ni perezoso, no dudó en hacerle saber su posición en todo este embrollo.
—Si se refiere a que le dé información para que traicione a mi gente, está usté muy equivocado, doctor.
Lucas arrugó la frente, preocupado.
—No quiero traicionarlos. ¡Si yo estoy de su parte!
—¿Ah, sí? —le preguntó de reojo, poco convencido.
—¡Claro que sí! Lo que quiero evitar es un derramamiento de sangre —habló con un dejo desesperación en su voz.
Josemi entrecerró los ojos, contemplándolo con malicia.
—Y no me refiero solo a que pueda pasarle algo malo a la familia de don Julián —añadió—. Si los campesinos se alzan, dudo de que eso quede ahí. Tiene gente fiel a su lado, muy cercana a la falange, que no dudará en matar a cualquiera que ponga en peligro su vida, incluso a familiares de los implicados, ¿me dejo entender?
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La paciente prohibida [LIBRO 1] ✓
Historical FictionUna mujer de la alta sociedad malagueña escapa de la violencia física de su marido, encontrando la calidez y amor en un bondadoso doctor, en medio de la agitada España de la década de los 30'. 🚫 🚫 🚫 🚫 🚫 🚫 🚫 Catalina es una mujer de la alta so...