CAPÍTULO 0

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Desde la ventana de mi casa veía maravillada los copos de nieve caer cubriendo el pasto, árboles, arbustos y todas las casas haciendo un paisaje blanco hermoso que tranquiliza mi corazón y le da paz a mi vida.

Con la cabeza recargada en el sofá me quede viendo perdida hacia la ventana, el invierno ya había llegado a Toscana, Italia, se sentía y se veía, el crujido de la madera quemándose en la chimenea y el olor a chocolate inundando la casa haciendo que este momento sea mágico y único, siempre me ha gustado la temporada de invierno, los climas fríos son lo mío si fuera por mí me iría a vivir a lugares donde siempre este fresco.

-Señorita Camila, le eh traído una taza de chocolate caliente –desvió la mirada de la ventana.

-Gracias.

Me siento debidamente y tomo la taza de chocolate que me han traído, en lo que me lo tomaba movía mis pies adelante y hacia tras ya que colgaban del sofá, a mis cinco años ya era toda una niña hecha y derecha como dicen mis abuelos que debo ser.

Jugaba solo en casa ya sea con el personal de la casa oh yo solita me las ingeniaba, mi papá se la pasa trabajando en todo momento, viene a casa a comer con la familia y luego se va de regreso al trabajo, mi mamá cuida a mis hermanitos menores Mix y Max, Andrés mi hermano mayor está de viaje por asuntos de la empresa familiar que no lo eh visto ya por mucho tiempo y mi hermano gemelo Mateo está en la escuela en Nueva York a él lo metieron a una escuela privada ya que a pesar de tener solo cinco años es muy pero muy inteligente, es bueno en la tecnología y mercadotecnia es todo un prodigio como dirían muchos y bueno en mi caso yo ando en una escuela pública si soy inteligente igual que mi hermano pero me gusta tener un perfil muy bajo, a pesar de ser pequeña no me gusta llamar la atención me parezco mucho a mi madre en ese aspecto.

Mateo es muy diferente a mí él es muy serio y frio con las personas, en los eventos de la empresa familiar cada que las personas se acercaban a saludar mi hermano los ve con una mirada bien fría que los adultos se ponen nerviosos y hasta lo piensan uno oh dos veces en si saludarnos oh no, en mi caso cuando me saludan me pongo muy nerviosa que me escondo detrás de mi hermano que la frialdad aumenta en él es como un cachorro gruñendo a las personas que hacen que me sienta incomoda.

En la casa solo nos encontrábamos mi mamá, mis hermanos y yo, la estaba esperando ya que me prometió ir al parque hoy así que se encuentra arriba en el cuarto cambiando a mis hermanos y preparando las cosas para irnos, Nana quien es la encargada de la comida ya ha terminado de preparar un termo con chocolate caliente.

-Mamá tarda mucho –mira mi reflejo en la taza de chocolate.

Justo cuando cabe de decir eso pisadas en las escaleras hacen que mire hacia ellas apareciendo mi mamá con Mix y Max cargándolos, mira de un lado para otro y cuando me ve una sonrisa aparece en su rostro.

-Listo, Cami, vámonos.

Dejo la taza en la mesa de centro y corro a ella abrazándola en una pierna.

-El carro está listo Sra. Lili

Un hombre en traje aparece de no sé dónde esos hombres me dan miedo más porque siempre usan lentes como los hombres de negro que veo en las películas de aliens.

Al terminar de subir las cosas todos nos metemos al carro tomando camino hacia el parque, mi mamá jugaba y les decía a mis hermanos cosas que hace que sonrían, amo mucho a mi mamá porque es muy amorosa con todos nosotros, de los cinco hermanos que tengo a todos nos ama por igual y todos somos sus favoritos que eso me gusta mucho.

-Cami –la miro- ¿Qué quieres hacer en el parque? –me carga sentándome en su recazo.

-Hum... ¡quiero hacer un muñeco de nieve!

Cálido Como Tú CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora