CAPÍTULO 14

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Trago grueso quiero hacerme chiquita en mi lugar, no quiero que me vea y sepa que estoy en esta escuela, pero viendo que se encontraba el lugar atascado dudo que note mi presencia así que respiro hondo y solo le rezo a yisus que no mire para acá.

Atenta me le quedo viendo, sus amigos al parecer platicaban de algo con él la chica iba en frente ellos riendo por lo que estaban diciendo, Xavier como mi hermano solo... respiraba y hacia como que está escuchando, al ver que se estaban acercando donde nos encontrábamos quería salir de aquí ahora mismo, pero ¿Por qué? ¿Qué tiene que me vea aquí? El recuerdo que me dio un ataque de asma frente a él llega como una bomba a mi cabeza y con él, la vergüenza, esto no debe estar pasándome.

Dejo de mirarlo ya que uno puede sentir la mirada y se busca quien lo mira dará conmigo y bueno ya dejamos claro que no queremos eso.

Enfoco toda mi atención a mi comida y a lo que dice Manuel, pero no puedo evitar pasar mi mirada a él, ¡joder! Contrólate Cami.

Dejo pasar un rato, platico con Manuel sobre unas cosas que quiere hacer su dichosa fiesta y le quito unas uvas a Samuel que no le molesta para nada.

-Esta fiesta será la más grande y loca del mundo.

-Bueno, ya lo veremos –digo sonriente.

- ¿Veremos? –los tres miramos a mi hermano que me mira todo serio- nada de veremos, no iras a esa fiesta.

-Pero Mateo... no puedes impedírmelo –digo ya toda molesta.

-Si puedo y ya lo hice, no iras.

-No eres papá o mamá para decirme que puedo y que no puedo hacer –me mira más molesto- si yo quiero ir voy a ir no te estoy pidiendo permiso.

Me mira y luego a Manuel- le vas a prohibir la entrada al club o si no ya verás.

-Ah... tranquilo hermano, no le pasara nada a Cami, mis hombres estarán vigilándola y estaremos ahí.

-Te eh dicho que le vas a prohibir la entrada.

Manuel no dice nada solo se le queda mirando por unos instantes y al final asiente rendido, ¡perfecto! Lo que me faltaba.

-Voy a ir Mateo –lo amenazo.

-Cami si te digo que no vas a ir no vas a ir.

- ¿Por qué? porque no me dejas divertirme, porque no me dejas vivir mi vida, estas limitaciones por años me han estado haciendo una chica insegura que siempre debo de depender de alguien, no quiero.

-Cami... -intenta tomar mi mano.

-Dije que no.

Doy un golpe seco a la mesa haciendo que se escuche por toda la cafetería el silencio reina y todos nos están mirando, el miedo y la incomodidad invade mi cuerpo sin pensar miro donde se encontraba Xavier y su grupo, nos estaban mirando Xavier en especial me estaba mirando y luego a Mateo a mi lado.

Todo esto me está ahogando, sin pensar salgo de ahí corriendo, escucho a mi hermano gritar mi nombre, pero no me detengo salgo de ahí rápido.

Busco un lugar en donde esconderme que voy directo al invernadero que no es invernadero, miro de un lado para otro adentrándome buscando un lugar para mi hasta que lo encuentro una pequeña banca escondida entre arbusto y ramas caídas de árboles con hojas haciendo un perfecto escondite, me siento abrazando mis piernas pensado lo que paso intento mantener la calma, no fue maduro de mi parte discutir por una fiesta la verdad no lo fue, pero si quiero salir quiero vivir la vida hacer cosas que mis hermanos hacen para divertirse para distraerse pasarme encerrada en mi cuarto no es sano, para nada además porque no quiere que vaya si el estará ahí también Samuel y Manuel mientras este uno de ellos nada malo me va a pasar.

Cálido Como Tú CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora