CAPÍTULO 28

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-Así que tú eres Camila –Leo se acerca con dos vasos rojos en sus manos.

-La misma en carne y hueso –tomo un vaso y huelo que tiene.

-Es jugo –comenta dándole un sorbo al suyo- de mango me entere que estas delicada aun así que esta noche nada de alcohol –sonrió y le doy un pequeño sorbo comprobándolo.

-Gracias.

Miro al frente donde se encontraba Ian y Alex bailando una de las tantas canciones que se escuchaban en el área.

Mis guardaespaldas se encontraban cada uno alado del carro atentos a cualquier cosa, la noche es muy fría que cada que la brisa chocaba con mi cuerpo toda mi piel se eriza, Leo lo noto que saca una manta del carro y me cubre con él, todos se encontraban alegres y vivos, aunque no debería estar aquí me siendo bien en estarlo.

-Ian... -empiezo hablar sin quitarles la mirada de mi amiga y su conquista- ¿no es un bueno para nada verdad? –miro a Leo que los mira con una leve sonrisa divertida.

-M... no te miento, ha andado con barias chicas –me mira de reojo- y nunca ha durado con ellas dos semanas, pero una cosa si te puedo decir la forma en la que la mira es muy diferente a como mira a las demás chicas –le toma a su vaso.

-Entonces no ¿debo preocuparme? –suspiro.

-Eres una buena amiga –sonríe.

-Si bueno hay alguien que debe cuidarla, luego llega a cometer locuras –sonríe.

-Y a ti –lo miro- ¿Quién te cuida? Camila –abro y cierro la boca- tu familia es lo que me responderás, pero... hablo de un cuidado muy diferente a l de una familia.

Hago una mueca- no hay nadie y así estoy bien por ahora –le tomo a mi bebida.

-Seguro... -lo veo sonreír divertido.

-Y ¿tu? –me mira de nuevo- ¿tienes a alguien que te cuide? De seguro tienes muchas chicas tras tuyo.

Mira su vaso con una sonrisa divertida dándole vueltas pensativo truena la boca y alza la mirada.

-Chicas o... chicos –abro los ojos con asombro asiendo que suelte una carcajada.

-Eres...

-Bisexual –asiente- si... ¿te molesta o incomoda?

- ¡Para nada! –espeto rápido- no me incomoda y nada por el estilo eso lo que me impresiona la rápida confianza que tienes a mi como para decírmelo como si nada.

-Bueno, se muchas cosas de ti Camila –me giña el ojo haciendo que fruncía el ceño.

- ¿Muchas cosas sobre mí? ¿Cómo qué?

-Bueno... que vienes de una familia abarrotada de dinero, que eres la única mujer entre tus hermanos y tus padres te quieren y te aman mucho igual tus hermanos que déjame decir soy muy protectores contigo, vas en una escuela pública porque odias estar rodeado de egocéntricos adolescentes ricos, te encanta patinar, ver series asiáticas igual a tu madre y que... -me mira con una amplia sonrisa, se me queda viendo por un largo tiempo- eres asmática.

Termina de decir, me encontraba sorprendida e inquieta ¿Cómo sabia tanto de mí? Acaso... es un acosados un busca fortunas ¿me secuestrará y pedirá una gran suma de dinero a mis padres por mi rescate?

-Tranquila –se acaba su bebida- no soy nada de lo que sea que se te está pasando por la cabeza –sonríe divertido- tengo un buen trabajo y me pagan bien que no necesito secuestrar a alguien.

Al decir esas últimas palabras mi guardaespaldas lo voltean a ver rápido y meten sus manos a su saco, rápido los paro alzando una mano sin quitarle la mirada a Leo que me mira divertido, para nada nervioso al saber que este par de gorilas podrían acabar con su vida con tal de que este a salvo.

Cálido Como Tú CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora