Cálido Como Tú Corazón

CAPÍTULO 18

Golpes fuertes dan una y otra vez a la puerta de mi cuarto despertándome, me incorporo y a regañadientes abro la puerta topándome a mi padre con una bata negra y con sus lentes que siempre usa cuando está en el estudio checando cosas del trabajo.

-Estas despierto –lo miro todo serio.

-No, estoy dormido aún.

Me doy la vuelta camino hacia mi cama para sentarme, el entra a mi cuarto cerrando la puerta tras él, observo como mira de un lado para otro mi cuarto, cada detalle hasta que para en mí, jala mi cilla de mi escritorio que tantas veces uso cuando hago mis tareas.

- ¿Todo en orden? –lo miro enarcando las cejas- no comiste ni cenaste nada ayer...

-Solo... no tenía apetito –suelto mirando de reojo mi celular que se prende por una notificación.

Suspira- Xavi, por favor... dime que pasa me preocupo por ti hijo.

Bufo- te preocupas –esas palabras de él carecen de verdad y de sinceridad- si como no...

-Xavi... yo...

-Por favor sal de mi cuarto –lo interrumpo- vete...

-Hijo, dime... algo te está pasando sé que no estamos muy unidos que digamos, pero lo intento enserio que lo hago –lo miro a la cara- quiero ser un buen padre para ti, quiero...

-Ya es tarde –lo interrumpo de nuevo- es muy pero muy tarde para que lo seas y déjame decirte que no quiero que lo seas –me levanto de mi cama camino hacia mi escritorio y de un cajón saco un sobre con mucho billetes- ten... -le estampo el sobre en su pecho soltándolo- es el dinero por la reta de este cuarto y las comidas.

El me mira y luego el dinero para soltar un largo suspiro.

-Xavier porque... ¿Por qué haces esto? –pregunta dolido parándose para estar a la altura- vives aquí porque eres mi hijo hacer esto, ver cómo me rechazas sabes que me duele mucho... mi propio hijo... -deja el sobre en la cama- te amo y te quiero mucho esta es tu casa, este es tu cuarto no tienes que pagar tus comidas y ocupar esta habitación, si tu madre viera lo que...

- ¡CALLATE! –espeto dando zancadas grandes hacia el cabreado- no tienes ningún derecho en hablar, pensar en mi madre ella es y será la única familia que tengo, que tuve, ella y nada más, tu nunca serás mi familia y mucho menos mi padre así que vete quitando la idea de hacer lasos conmigo porque eso nunca pasará –tomo el sobre y su mano para dárselo- cuando tenga la oportunidad me largare de esta casa porque no quiero tener nada que ver contigo, con esa mujer y ese estúpido hijo tuyo.

-Xavier...

Sin decir más tomo una sudadera, mi celular largándome de mi cuarto y de esta casa en la que he pasado un infierno.

No sabía para donde ir solo caminaba sin rumbo sumido en mis pensamientos la idea de que ese hombre aun esté intentando llegar a mí me enferma, ¿cree que, con darme un techo, comida vivir en lujos y muchas oportunidades lograra su objetivo? Para nada, nos abandonó a nuestra suerte si no le importamos en aquel tiempo menos ahora.

El cielo tronando y las calles transitadas ahora mismo era lo que me mantenía alejado a la realidad sumido en mis pensamientos en que estaría haciendo ahora con mi madre si aún estuviera conmigo, en que hubiera pasado si no nos hubiéramos encontrado con él en esa temporada en esa ciudad que tanto esperábamos con emoción mi madre y yo ya que era un momento mágico un momento de los dos.

La vibración de mi celular hace que regrese a la realidad, al ver la pantalla y ver que Mateo me ha enviado muchos mensajes rápido desbloqueo el móvil para ver que ha pasado.