Cálido Como Tú Corazón

CAPÍTULO 15

- ¿Alguien puede resolver este problema? –pregunta la maestra mirando a todo el salón buscando una víctima despistada para pasar al frente- Chris pasa al frente por favor.

Suspiro, las clases se me estaba haciendo muy aburridas que no se por cuánto tiempo podre estar despierta porque por más que luche poco a poco estoy cayéndome de sueño, la voz de esta maestra es muy suave tranquilizadora que es como escuchar el canto de cuna cada que dice algo y eso no me ayuda mucho.

En vez en cuanto saco el celular para ver si Alex me ha respondido los mensajes, pero nada, no me ha escrito ni la eh visto conectada algo raro la verdad ya que ella cualquier sonido que haga su celular lo toma de volada para ver de qué se trata y bueno Saya estamos igual, aunque es entendible él siempre se tarda en responder o se le olvida es muy despistado sobre los mensajes.

Miro de un lado para otro buscando algo con lo que me pueda mantener despierta y sobrevivir a estas clases, pero nada interesante veo.

-Camila –rápido me pongo recta y miro a la maestra que me mira con una gran seriedad- ve a mojarte la cara para que se te quite el sueño, anda.

Asiento rápido, salgo de ahí y caminando por el pasillo me doy mi tiempo en llegar a los baños, miro una y otra vez interesada las puertas de los salones que se encuentran cerradas, los pasillos se encontraban completamente vacíos y es acogedor caminar por el lugar sin ningún problema de que te estén empujando o asfixiando.

Doy vueltas una y otra vez bajo escales y sigo dando vuelta que no encuentro los baños, ahora que lo recuerdo mi orientación en este enorme lugar está fallando, miro de un lado para otro y no recuerdo por donde estaban los baños, sigo caminando por los pasillos y llego a la entrada del edificio suspiro y me doy vuelta, busco y busco, pero nada ¡NO RECUERDO DONDE FRUTAS SE ENCUENTRA LOS BAÑOS!

-Esto no puede estar pasándome –suspiro.

La última vuelta es la vencida si no encuentro los baños regreso al salón lo bueno que si se dónde queda si no ya sería el colmo.

Caminando por los pasillos miro hacia el patio las flores y el estanque, estaba por subir las escaleras nuevamente que el sonido de algo metálico caer hace que pare y mire al final del pasillo, miro de un lado para otro extrañada de eso leves risas hacen que una vez más mire al final del pasillo, sigo las risas si son unos estudiantes podría pedirle que me diga dónde queda los baños y así librarme de una regañada de dormirme en clases.

Doy la vuelta del pasillo y ahí estaban los baños, estaba por abrir la puerta que de eso escucho como algo cae del otro lado y siguiéndole un sonido extraño, abro la puerta un muro me recibe, lo rodeo y juro en ese momento que lo que más quería ahora mismo es agua oxigena o gotas desinfectantes para los ojos.

Me quede quieta más bien tiesa en mi lugar al ver lo que estaba pasando justo ahora frente a mis ojos, una chica que reconozco bien se encontraba sentada en la barda de lavamanos con la blusa arriba, cabello despeinado cuando mi mirada cae al chico que esta entre sus piernas tomándola con fuerza de la cintura siento como mi corazón pega un brinco y como un extraño dolor en mi pecho aparece, era Xavier, era nada más y menos que el, la chica es la misma que vi en la cafetería y en la tienda de esa gasolinera.

Xavier me daba la espalda así que cuando la chica abrió los ojos en plena acción al verme chilla y rápido le da golpes en la espalda a este que el al alzar la mirada y mirar por el espejo se topa con mi mirada, rápido se incorpora y se abrocha el pantalón la chica se acomoda la blusa y su falda, ok, el sueño ha desaparecido y ha sido remplazado por unas ganas inmensas de vomitar al ver en pleno acto a unos changos en celo.

Trago grueso, juro por mi madre que no estaba bien, lo juro que no sé cómo coño me las arregle para caminar acercarme al fregadero y mojarme la cara como si nada como si los dos individuos a lado mío no estuvieran justo aquí.