CAPÍTULO 9

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XAVIER

Recargado aun lado de mi carro mirando hacia la entrada de ese estadio fumando un cigarrillo esperaba paciente a Camila que ya tiene rato de que se fue a cambiar, miraba en vez en cuando los carros que salían del estacionamiento, su entrenador al pasar a un lado en su carro se despide de mi a lo que yo por educación le respondo, la fría noche y las leves brizas alzaban mi cabello un poco molestándome ya que como lo tengo un poco largo caían en mí cara.

Cuando los gemelos Max y Mix me llamaron para pedirme de que fuera por su hermana me saco mucho de onda más cuando me llamaron desde el número de su hermano mayor Mateo que ni le caigo mal ni el a mí, pero que mantenemos una cierta línea de comunicación.

Es algo muy raro la "amistad" por así decirlo que tengo con Mateo, con los gemelos pequeños no es tan complicado ellos me toman por un amigo que luego si nos topamos ya sea en la escuela oh en la calle me saludan bien emocionados.

Quería negarme en ir por su hermana, pero ellos como los sínicos que son rápido colgaron sin darme la oportunidad de hacerlo, me encontraba en ese momento en mi casa en mi cuarto acostado en la cama cansado después de un largo día de escuela y un largo día de esta familia.

Tenía que arreglármelas para que la esposa de mi padre y su idiota hijo no sepan que iré por la hija de la familia Mayer, ya tengo suficientes problemas como para agregarle uno más y este era uno gordo.

Lo pensé mucho, uno de las primeras ideas que se me paso por la cabeza es de no ir por ella de que se las arreglará sola en irse a su casa, pero la sola idea de que este en la calle sola me ponía los pelos de punta, me inquietaba mucho y para colmo por mensaje me dicen que tiene clases de patinaje artístico y que sale muy noche.

Me estrese mucho no saben cuánto que al final me levante de mi cama me cambie tome las llaves de mi carro y sin decirle a nadie donde iba y sin mirar a nadie salí de esa casa que llega momentos en los que me asfixia.

Y venme aquí esperándola de que termine hacer lo que está haciendo, tenía curiosidad no miento en verla patinar que me dejo sin aliento, la rutina que hizo sus movimientos, su mirada expresiva me dejo hipnotizado que me costó mucho quitarle la mirada de encima.

Conozco muchas chicas hermosas y bellas que prenden en mí, deseos creía que era eso mismo lo que aparece en mi pecho cada que pienso en Camila oh la veo, pero no es así es otra cosa que no tengo idea de que sea, ese dolor en mi pecho es un poco molesto, pero a la vez gratificante.

Cuando vi a ese chico dándole un beso las ganas de romperle la cara y alejarlo de ella invadió todo mi cuerpo como un rayo, pero así de tan rápido apareció así de rápido se esfumaron, no soy quien para sentirme así.

No tenía idea de cuantos cigarrillos lleva y de cuanto tiempo llevaba viendo hacia el cielo repleto de nubes que cuando sentí una presencia frente de mi noto que por poco me acabo la cajetilla.

Camila se encontraba ahí parada frente a mi mirando el cigarro en mi mano y los otros aplastado que ya hacía en el suelo, me mira por unos segundos que después da varios pasos hacia atrás y noto como aprieta su bolsa.

Frunció el ceño me acabo el cigarrillo y lo tiro al suelo para aplastarlo, ella seguía en el mismo lugar mirándome haciendo una mueca.

- ¿Qué? –pregunto después de un rato de estarla mirando, no dice nada solo se queda ahí parada mirándome si daba un paso ella daba uno atrás.

Me dolió no sé por qué verla que se aleja de mí, ¿acaso odia a las personas que fuman? ¿le da asco?

-Fumaste mucho –dice después de un tiempo.

Cálido Como Tú CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora