Cálido Como Tú Corazón

CAPÍTULO 39

Sin parar y sin piedad como un novio obsesionado por saber dónde está la novia y con quien, no dejan de llegar mensajes de ese número desconocido y por más que los chicos están intentando rastrearlo rebota en todas las antenas de la ciudad ¿intente marcar al número? Por supuesto que sí y en todas las veces me manda al buzón o numero fuera de servicio y apagado.

Sus advertencias constantes que el tiempo se agota han logrado que me ponga los nervios de punta y más cuando me envía fotos de mí en lugares donde me encuentro, algo alarmante la verdad ya que me ha dicho que me anda vigilando desde las sombras, todas las personas a mi alrededor los volteo a ver con mucha inseguridad ya que no tengo idea de cuáles son sus intenciones de este desconocido, sin previo aviso y en un abrir de ojos no lo se tendría un cuchillo enterrado en el abdomen o me tapan la nariz con un pañuelo para desmayarme y secuestrarme.

Mis guardaespaldas están inquietos y un tanto preocupados por toda la información que han encontrado y admito que yo también lo estoy porque la persona que creí que había matado a la madre de Jay al final no es quien había sospechado y mi cabeza está a punto de explotar, cuando creo que ya estamos por dar con el culpable algo encontramos que nos aleja de nuestro objetivo es como si... estuviera poniéndonos trabas.

Estoy contra la espada y la pared siento que el verdadero culpable esta por ahí buscando quien ha metido las narices donde no y poco a poco se acerca y cada día eh despertado con la guardia en alto atenta a mi alrededor por ese presentimiento. ese cosquilleo que no me deja de molestarme.

Hasta en la escuela estoy más alerta que nunca y se supone que es un lugar donde no debería estarlo.

- ¿Qué dices Cami? –alzo la mirada de mi fruta picada.

- ¿Qué?

Suspira- has estado muy rara estos días, ¿pasa algo? –ladea la cabeza, pero niego al instante lo último que quiero es que esté involucrada- ¿segura?

-Sí, ¿me decías?

-Que me han invitado a una fiesta y quiero que vayamos –frunció el ceño- Ian nos ha invitado, al parecer es el cumpleaños de Leo el chico que conocimos en esta fiesta en el bosque.

¿Leo? Ah... hace tiempo que no lo veo desde aquella vez en su carro frente de mí escuela.

- ¿Su cumpleaños? ¿fiesta? No lo sé... no estoy ahora mismo para ir a fiestas y...

-Anda, Cami hace tiempo que no vamos a una fiesta –suplica tomándome del brazo- además es de Leo por lo que vi te cayó bien esa noche.

-Ah... no.

-Pero te vi cómoda con él.

Cómoda como dice ella no, su confesión que me mandaron a investigar es algo que aún no olvido y ahora que lo pienso será que... ¿el que me mando a investigar es el número desconocido? Es una posibilidad.

-Vamos –cambio de repente de parecer.

- ¿Enserio? –toma mi brazo meciéndonos de un lado otro sonrió y asiento- ¡Eres la mejor! La verdad tenía miedo de que te pusieras firme en no ir y me dejarías sola.

El móvil vuelve a sonar, pero como todas las veces anteriores ni me molesto en tomarlo para ver quien es ya que cada media hora me manda mensajes el desconocido de que ya se está acabando el tiempo, que tenga cuidado y sorprendentemente un mensaje proponiendo un encuentro para decirme todo, admito que por un segundo iba a aceptar, pero tanto las inquietudes de mis guardaespaldas y las mías eh dejado al desconocido en espera.

Alex sospecha que algo está sucediendo, durante estas semanas lo sospecha y más cuando miro con molestica cada que me llega un mensaje nuevo, pero no hace preguntas o busca de una manera que saque el tema sino más bien aguarda, espera a que este, lista y le cuente lo que está pasando lo que me ha tenido inquieta durante todos estos días y meses que inicie con mi investigación, pero la verdad no sé cuándo será ese día en el que le cuente a mi mejor amiga lo que está pasando.