CAPÍTULO 26

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Sentía como mi garganta se me secaba, sentía mi mundo romperse al verlo así, no quería, no podía verlo así, llorando luchando por contenerse me lastimaba, tomo su rostro entre mis manos haciendo que me mire.

-Xavi... -rápido me mira- que... ¿Qué pasa? –toma una de mis manos y cierra fuerte sus ojos haciendo que muchas lágrimas caigan, con mi mano libre las retiro haciendo que suelte un suspiro que agita mi corazón y hace que me tiemble las piernas.

Antes de que pueda decir algo aleja mi mano y deja un suave y dulce beso en él para luego llevarlo una vez más a su mejilla, me encontraba en una especie de transe, su dulzura forma de actuar pidiendo que lo mimen que le den cariño y amor suavizo por completo mi corazón me vuelvo muy vulnerable a estos tipos de situaciones los grandes muros que había construido a mi alrededor y el estado alerta se derrumban muy rápido inquietándome porque de alguna forma eso me hace sentirme expuesta, vulnerable para que luego alguien me haga daño.

-Perdón... -dice con voz temblorosa cayendo de rodillas y haciendo que yo también, tomo su brazo que es ese momento que noto sobresaliendo de su playera un moretón.

Pero ¡¿Qué carajos?!

Alzo su manga derecha dejando a la vista el moretón que se estaba tornando morado y verde, lo miro con los ojos bien abiertos que en su cuello noto otro, rápido hago a un lado la playera sorprendida porque ese era más grande.

- ¿Quién te hizo esto? –los moretones eran reciente cada que pasaba mis dedos sobre ellos notaba como su cuerpo se tensaba y como apretaba sus labios por el dolor- Xavi ¿Quién fue?

Me mira por un largo tiempo y deja caer su cabeza agotado, cansado de todo como si se estuviera ya rindiendo, rápido lo tomo de los hombros y lo pego a mi abrazándolo fuerte, subo y bajo mi mano en su pecho despacio por el miedo de que tenga más moretones, ¿Quién le había hecho daño? ¿Quién era capaz de pegarle de esa forma? No vea golpes de lucha, golpes de que se haya defendido que me daba a entender que sea la persona quien le haya hecho esto no podía tocarlo y con solo esa idea me enojaba aún más.

Me quede un gran rato abrazándolo, dejando que se sintiera seguro y que todo estaba bien, por una extraña razón quería hacerlo, no sabía si se había peleado con sus amigos, o alguien que se sobre paso con su novia, pero ahora lo que el necesitaba era esto, un abrazo y tiempo, tiempo en tranquilizarse y sacar todo.

Mis guaruras nos daban la espalda brindándonos espacio y atentos ya que nos encontrábamos en un lugar muy expuesto, pasaron unos minutos para que el rompiera el abrazo, me mira y yo le regalo una sonrisa, le quito unas lágrimas el rostro, sus ojos se encontraban hinchados y rojos.

- ¿Mejor? –asiente sin dejare de ver- que bueno, ahora –me muerdo el labio mirando lo con mucha atención- me dirás que es lo que paso y quien te hizo esos moretones.

Se me queda viendo por un largo tiempo, podía ver en su mirada el gran debate que se estaba llevando en su cabeza si contarme o no, entendería que no lo haga ya que no somos tan cercanos, pero... quiero ayudar de alguna forma por lo que está pasando.

-No fue nada –dice después de un largo silencio de solo mirarme.

- ¿Nada? –fruncí el ceño y levanto su manga- esto es nada, Xavi ¿Qué fue lo que paso? –la dulzura en mi tono de voz se había esfumado dándole paso al enojo.

-Enserio Cami –toma mi rostro entre sus manos y se acerca poniéndome nerviosa- nada ha pasado.

Me alejo de el de golpe, mirándolo mal, camino hasta la mesa de madera cruzándome de brazos.

-Entiendo que no me quieras decir –comento mirándolo acercándose a mí- lo entiendo perfectamente porque no somos tan secarnos, no tenemos ese tipo de confianza, somos solo conocidos, pero... -trueno la boca molesta- ¡joder Xavi! No puedo fingir que no vi esos moretones, no me hagas ignorar el hecho que alguien te ha lastimado.

Cálido Como Tú CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora