Cálido Como Tú Corazón

CAPÍTULO 35

Hay una cosa que eh aprendido al ser parte de una familia muy conocida y con mucho dinero es de que nunca bajar la guarda y leer los movimientos de las personas ya que, aunque uno no lo quiera comete errores y se revelan sus intenciones y eso más que nada de ahora en adelante lo aplicare.

Gestos, expresiones, posiciones de manos y pies, posturas y la forma en que se dirige hacia uno es por donde uno se puede dar cuenta de varias cosas y sobre todo te dice mucho sobre esa persona.

Al saber leer esto en las personas nos ha ayudado mucho durante todo en este tiempo en quien confiar y en quien no, en quien apoyarse y en quienes no así que ahora mismo de una forma sutil y discreta lo examino de pies a cabeza y él ni idea.

-Perdón por haber venido sin avisar –comenta frente a mi sentado en el sofá individual mientras que yo estoy en el otro sofá frente a él.

-Me ha sorprendido mucho tu visita ¿a qué se debe? –pregunto ladeando la cabeza mirándola intrigada- ¿paso algo?

-No, no es nada –su voz se agudiza, pero rápido se la aclara, se acomoda en el sofá y veo como juego un poco con sus manos, se relame los labios secos mirando la casa- es solo que... me entere que hace unas semanas te hicieron una cirugía –oh... apenas se han enterado- ¿todo ya esta bien? ¿Cómo te encuentras? ¿tan grabe fue?

Tuve dos su pociones cuando se llegaran a enterar sobre ese tema, la primera es de que al enterarse mandarían un regalo con una nota deseándome la pronta recuperación o que esperan que me encuentre ya mejor para que luego en unas de las tantas fiestas o eventos que se hagan saquen el tema y dejen ver a todos lo muy preocupados que están y lo muy cercanos que son con mi familia y como mis padres se encargaron de que nadie supiera sobre mi cirugía seria esa una señal que se encuentran buscando y vigilando cada uno de mis movimientos la otra es igual con la diferencia de que al enterarse de que Xavier es el que estuvo conmigo y mi familia en el hospital atento a todo y haciéndose cercano a mí y mi familia mandarían sin perder el tiempo a su hijo a mi lado a averiguar qué tanto es cercano y ver qué tipo de relación hay entre él y yo dándome a entender que están vigilado a Xavier que por eso se enterando de mi cirugía.

Aunque es difícil aun saber si están vigilándome a mí –cosa imposible porque se han dado la tarea mis padres que sea un fantasma- o a Xavier que eso es lo más probable.

-Me encuentro de maravilla –declaro- no fue nada grave solo fue una pequeña cirugía sin ningún riesgo.

-Ya veo y se ve que estas mejor que nada –comenta, justo en ese momento unas del servicio aparecen dejando dos vasos con agua- me lleve un gran susto cuando me entere, mi madre está preocupada.

Si... claro.

­-Bueno, como puedes ver estoy perfectamente bien, aunque eso si debo seguir una estricta alimentación aun –finjo estar en contra de eso, él sonríe de lado y tuerce la boca, discreto.

-Con el tiempo el podrás comer lo que quieras –sonríe- me alegra saber que estas bien y que tu familia estuvo a lado tuyo en todo momento.

El tono en el que dijo una de las palabras lo delata haciendo que sonría y a la vez me enoje más de lo que ya estoy.

-Si bueno... -tomo mi vaso- no solo mi familia estuvo a mi lado en ese momento de terror y miedo –le doy un trago viendo como tensa un poco su mandíbula, pero rápido se relaja.

-Tu amiga de la escuela, Alex también ¿estuvo a tu lado? Es bueno saber eso.

Vaya... vaya... vaya...

-No, Xavier –al decir su nombre no pudo ocultar su molestia y enojo al confirmas dicha información que ya sabía- me sorprendió mucho, pero por una parte me alegro que él estuviera ahí, la verdad me encontraba aterrada por la cirugía y el me calmo... -no oculto para nada la felicidad que siento al recordar esos momentos en el hospital.