CAPÍTULO 20

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Bueno ahí que dejar algo en claro y es de que cuando me encuentro muy nerviosa cometo errores ya sean bueno o malo que son más malo que bueno, el caso es que no... creía que no iba estar tan muerta de miedo, que me puse la bata al revés más de una vez y el gorrito que era para la cabeza creí que era una mini bolsa para el vómito de los nervios que me tuvieron que traer cinco, por más que me mentalice que no era algo para estar nerviosos no quería por más que me repetía no quería ir pero algo muy dentro de mí me gritaba de que nada malo me iba a pasar y de que todo estaría bien.

Mentí, le mentí a mis hermanos y a mis padres de que si dormí porque la verdad era que no pude pegar el ojo en toda la noche, cuando escuche a mi padre y vi a Xavier que se encontraban dormidos me la pase toda la noche escribiendo mi testamento en mi cabeza aunque no tengo nada que heredar solo pedía eh imploraba que si algo malo llegara pasar –cosa que nunca va a pasar pero ya saben nosotros nos auto torturamos- imploraba que Alex borrara toda mis listas en notas sobre series que ya vi y me faltaban de ver de igual forma los libros y mis aplicaciones donde las leo, ante todo familia, hasta muertos hay que cuidar nuestra imagen y llevarse a la tumba nuestros oscuros secretos.

Inhalaba y exhalaba una y otra vez con los ojos cerrados y pensaba en otras cosas y evitaba a toda costa mirar el reloj pegado en la pared porque si lo volteaba a ver estoy mega segura que colapsaría, que se me bajaría el azúcar.

- ¿Camila? –no, no me hablen es más ¡no estoy! - Camila... -me da un leve empujo en el hombro.

- ¿Qué?... –entre abro los ojos y casi pego un brinco se encontraba tan cerca que mi corazón empezó a latir como loco.

- ¿No dormiste en toda la noche verdad? –abro los ojos sorprendida pero rápido lo intento ocultar.

-Claro que si dormí bien –miro abajo nerviosa y no es por su pregunta si no porque lo tengo tan cerca que su respiración choca con la mía y estaba a escasos milímetro de rozar su nariz con la mía.

- ¿Segura? Porque... -sin esperarlo lleva una mano a mi mejilla izquierda y toca de una forma muy delicada mandando ondas eléctricas recorrer por todo mi cuerpo como olas salves, sin piedad atontándome- te vez toda... acabada.

Se aleja de mi de golpe haciendo que parpadeo desorientada y lo mire enarcando las cejas.

Acaso dijo que me veo ¿acabada?

-Te vez más vieja –suelta haciendo que abro los ojos.

-Ma... ¿más vieja?...

Truena la boca y niega con la cabeza.

-Ah este paso alguien podría pensar que eres mi abuela.

-Abuela... ¡ABUELA! –ok, lo que me faltaba- maldito Xavier, ¡No estoy vieja! Y deberían estar muy ciegos para pensar que soy tu abuela, -tomo unas de las tres almohadas de la cama- maldito a quien le dices vieja –sin más le empiezo a golpear con la almohada con todas las fuerzas.

¡quien se cree! Sí, no estoy en mi mejor momento, pero decir que me veo vieja y que podría ser su abuela es mucho, además quien quería ser la abuela de este cola alocada.

- ¡Desgraciado! ¡desearías que fuera tu abuela maldito! –le doy más golpes fuertes que empiezo a escuchar como suelta una carcajada haciendo que me detenga y lo mire mal ¡Donde coño está el bisturí! Si no hay un asesino en serie en el hospital yo lo serie y el sería el primero.

-Dios, pero que fiera –se incorpora sin dejar a reír ¡huy! ¡juro que el que entrará a cirugía será él y yo no!

Se ríe por un largo tiempo y yo solo quiero levantarme y estrangularlo, después de un rato deja de reír y se sienta aun lado de la cama mirándome con mucha atención.

Cálido Como Tú CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora