Estas últimas dos semanas solo he pensado en eso, en que él también me evita... Es algo extraño, a mi nadie me ignora.
Solo faltan dos meses para navidad, cosa que espero con mucha ansia ya que veré a mi madre y a Darwin, que no he tenido tiempo de hablar con él por alguna parte.
Tomé mi teléfono, que por suerte aún conservaba, marqué su número, uno, dos tres y nadie contesta, marco de nuevo, uno, dos y al fin alguien contesta. Una chica...
-Hola... -una voz algo chillona se escuchó a la otra línea.
-Hola, ¿es el teléfono de Darwin?
-Si, espera, dejame pasártelo.
-¿Hola?
-Hola Grande... -respondí algo insegura.
-¡Hola pequeña! ¿cómo has estado?
-tercio alegre.
-Pues muy bien, toda ha ido de maravilla aquí... -le relaté las últimas cosas que han pasado, no obstante, solo cosas importantes.
-Ya quiero que vengas, hermosa.
-Yo también quiero estar allá, espero que estos años pasen rápido para estar junto a ti.
-Yo también quiero eso mi vida.
Pasamos dos horas diciéndonos cursilerías por teléfono, o hablando de cualquier otra cosa interesante.
La puerta empezó a abrirse, el chico con el que comparto habitación...
-Hola. -dijo mientras se sentaba en su cama frente a mi.
-Hola. -dije sin prestarle mucha atención, después de todo no la necesitaba.
-Amm, yo sé que no hemos compartido muchas palabras pero, creo que sería bueno que nos conozcamos aunque sea un poco...
-se frotó la nuca algo nervioso.
Lo miré extraña, ¿que quiere qué?
-Mi nombre es Marcus, Marcus Collins y el tuyo?
-Alanna Reyes. -contesté insegura.
-Que bueno, vamos avanzando... Bueno hablamos luego, tenía que quitarme ese peso de encima y ya lo hice. -se levantó, me regalo una sonrisa e salió sin más.
¿Ese peso de encima? ¿ya lo hizo?
Este chico si que es raro.
*
A pesar de que ya han pasado dos días de haber hablado con él aún no puedo dejar de pensar en eso que dijo, sé que no debería de darle importancia pero, ¿que significa eso?
Fui a la habitación decidida a hablar con él. Entre allí y ahí estaba tocando su guitarra, respiré hondo y me le acerqué.
-Oye... -dije para tener su atención, este me vio e puso su guitarra a un lado.
-¿Aja?
-¿Qué significo eso, lo de el otro día?
-Ah, pues debía saber al menos como te llamas, pues no quería estar siempre con esa duda.
-Ah pues... -dije más relajada.
-¿Quieres ir a tomar un café a Starbucks?
-Claro.
Tomé mi chaqueta ya que estaba algo nublado, prácticamente Londres es así.
Caminamos por las aceras hablando de cualquier otra cosa, él era divertido, tanto que desee haber sido su amiga antes.
Pedimos los cafés ya cuando estábamos sentados al frente de una ventana, donde podíamos disfrutar de la vista a la pequeña lluvia que había empezado.
-Me gusta la lluvia. -dije sin dejar de mirar por la ventana.
-¿De veras? A mi también. -dijo sonriendo.
-Eso es bueno. -reí. Tomé mi vaso y tomé un poco.
-Creo que podríamos a llegar ser buenos amigos.
Lo miré al él terminar de decir eso.
-Yo también pienso lo mismo.
-sonreí de lado.
*
Después de tantas risas y cosas compartidas, no nos quedo de otra que volver al internado.
-¿Quieres ver una película? -dije sobando su pelo mojado. Él se encontraba parado frente a mi solo con su toalla en la cintura, dejando su gran pecho al desnudo. Desvíe la vista y asentí.
Rato después pusimos una película en su laptop, me quedé en su cama a verla.
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Holaaaa!
Espero que les haya gustado, la cabeza casi se me quema al hacer este capítulo.
Por favor, no olviden comentar o dejar su voto si les gusto, no sean tan fantasmas por favor.
❤❤❤
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Querido Profesor.
Romance"¿Que pasa cuando crees enamorarte de la persona equivocada?" Esta es mi vida, la que fue cambiando poco a poco mientras fueron pasando los años; que desde que eso paso se volvió en una nueva persona, la persona que no se enamora, la persona que...