Querido Profesor.

Capítulo 2

Miércoles, mi segundo día de colegio.

Baje a desayunar y tengo lo mismo que ayer, ricos waffles, amo los waffles. Duré cinco minutos desayunando, lleve los platos y salí de la casa, mi mamá se había ido al trabajo.

Llegue en menos de diez minutos al colegió, voy donde mis amigos a saludar, los salude a todos, luego me senté en las gradas a ver a todos los que llegaban y algunos que iban a saludarme.

Estoy en el curso sentada como una indigente, estoy viendo fotos con Carolin de cuando era pequeña. El profesor entro, todos dejamos de hablar. Él empezo a hablar sobre unos temas de la universidad, de algunas cosas que ni siquiera les presté atención, cómo no quería hablar salí de allí sin que nadie se diera cuenta, estaba caminando por los pasillos.

-Hola -lo salude amablemente. Él me miro, me regalo una de sus hermosas sonrisas.

-Hey, ¿como haz estado? -dice borrando la pizarra mientras me mira.

-Muy bien, ¿y tú? -respondí sentándome en una silla que está al lado de la puerta.

-Bien. Se me había olvidado preguntar tú nombre.-estaba mirándome mientras caminaba hacia donde yo estaba.

-Alanna Reyes, ¿y tú? -me mordi el labio, eso ya era costumbre cuando me pongo nerviosa.

-Darwin Gomez, es un gusto conocerte Alanna -sentí algo raro en mi cuando él menciono mi nombre.

-Lo mismo digo, ¿ya sabes a cuales cursos de media dará clases? -me moría de curiosidad por saber si estará conmigo. Seguramente nos llevemos bien.

-Si, daré clases en tu curso -dicho esto me sentí mucho más contenta de lo que estaba.

-Eso es genial, tal vez nos llevemos muy bien -su reacción era de una forma que ni siquiera pude definirla.

-Claro que nos llevaremos bien, he notado que eres muy simpática. -mis mejillas se estaban poniendo calientes, estas reacciones hacia él me están asustando.

-Gracias, tú igual. -no pude evitar sonreír. Lo poco que lo conozco es como si llevara conociéndolo toda la vida. Él me miro y me devolvió es gesto.

-Bueno adiós, fue un gusto volver a hablar contigo, me tengo que ir. -tenía que irme o sino no sé que pasaría conmigo.

-Lo mismo digo, hasta luego. -dijo sonriendo, salí y subí a más cursos para seguir "pasillando" cómo le llaman los maestros.

Había llegado a casa, el día paso más rápido de lo que esperaba, esta vez salí más tarde que el día anterior.

Subí rápido a mi habitación a buscar mi móvil. Baje a la cocina a comer algo y luego ir al parque con una de mis amigas.

-Hey Nicole, ¿en qué andas? -le marqué para estar segura de que sí iría.

-Estoy aburrida, ¿vamos a salir? -sin verla podía notar que estaba ansiosa; ella es así.

-Si, para el parque.

-¿Pasas por mi?

-Por supuesto, te veo en una hora. -cerré el teléfono y le marqué a mi madre para informarle.

-Mamá voy a salir, ¿no hay problema? -mi mamá asintió sin preámbulos, sabia que no me lo negaría.

Cuando regresará mamá y yo iríamos donde una de sus hermanas; Martha.

Me puse los zapatos que combinan con el vestido y busque mi celular y algo de dinero para comprar helados, fui abajo para salir de la casa, así ir donde mi amiga.