Capítulo 9

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Hoy de seguro sería un día genial, hoy es el cumpleaños 17 de Jane lo cual van hacer una fiesta en la mansión de sus padres y ellos no estarán, esa es la mejor parte. Hoy no tendría que ir al colegio porque mi mama pidió un permiso para yo ir a la empresa a ayudarle en algunas cosas ya que su asistente estaba "enferma". 

Estaba sentada en el asiento de atrás con mis audífonos puestos mirando hacia los lados, eran las ocho de la mañana, Jamil y mamá estaban en los asientos delanteros y yo como una niña en el medio de atrás viendo hacia los dos lados, en un momento mamá miro atrás y me sonrió para dejarme saber que todo estaría bien.

-Ni cuantos papeles... no sé como esa chica aguanta esto. -dije terminando de organizarlos para luego revisarlos, al instante mamá me miro y solo sonrió como que si eso solo fuese el comienzo, es más ni el comienzo.

-Entonces nunca podrás trabajar aquí porque eso solo son unos pocos papeles. -la mire raro, ¿por qué habrían tantas cosas que hacer?. Le deje los papeles en el escritorio y le hice un gesto para que supiera que le pedía permiso, ella me lo accedió, toque rápido el botón del ascensor y entre rápido, yo solo movía la pierna, estaba nerviosa, me mordía el labio una y otra vez; tenía que hablar con él sobre lo sucedido de ayer.

Cuando se abrió el ascensor él estaba en un lado con una chica lo cual me pareció muy conocida, no me importo y comencé a acercarme pero pare en seco...

La chica lo había besado, eso significa que es su famosa novia. Yo solo quería ir allá y hacerla desaparecer una vez por todas, Darwin se había dado cuenta de que lo estaba viendo, la chica miro atrás, cuando ella me vio la mire con tanto odio, le dedique una ultima mirada a él y salí de allí, pero, él me estaba llamando, el ascensor por suerte se abrió rápido, entre y ya cuando las puertas estaban cerrando él las abrió y entro, ahora estábamos solos en el ascensor lo cual era un tanto incomodo para mi.

-¿Qué te pasa? -él no despegaba la vista de la puerta del ascensor, yo solo voltee y lo mire incrédula, !¿cómo se atrevía?!

-A ti no te interesa lo que me pase y para la próxima no tengas las agallas para traerla aquí si no quieres que las cosas salgan un poco mal... -le advertí con odio pero, esta vez él me miro mal, no le puse asunto ya no me importa lo que él piense... ahora empezaría a olvidarlo, a alejarlo lo más que pueda de mi.

-¿Qué te pasa? ¿por qué eres así? con lo poco que te conozco veo que eres complicada, bipolar y ruda. -me enoja mas al oír eso que dijo, yo no soy bipolar simplemente es que mis emociones cambian sin razón alguna.

-Primero no soy bipolar... -este era al colmo, él había presionado todos los botones del ascensor para que nunca se detuviera.

-¿Y segundo? -ahora el se burlaba de mi.

-Que te importa lo segundo... -iba a tocar el botón de emergencia pero el me agarro la mano y hizo que lo mirara a los ojos, él sabia que esa era una de mis debilidades. No lo mire.

-Mírame, te ordeno que me mires... ahora. -ahora quien era que se creía ese imbécil, no tenía otra opción, lo mire, al mirarlo sentí de nuevo esas malditas sensaciones que él me provocaba- Escucha... que yo te guste o no sé, no significa que me odies a la vez, podemos ser amigos. -y de nuevo me mando a la maldita friendzone, también cómo diablos él quiere que no lo odie y lo ame a la vez.

-Ahora escúchame tu a mi, te odio porque ya tienes a alguien que al parecer para ti ella es perfecta, te odio porque sé que no podre estar contigo, te odio porque no me quieres, porque nunca sentirás esto que siento, te odio porque te amo y ya no se que hacer por más que trate de sacarte de mi mente, siempre estas en todos lados y cuando no estas en todos lados estas aquí. -dije tocándome la cabeza para que entendiera, unas lágrimas se resbalaban por mis mejillas, odio esto, odio estar débil adelante de quien menos debo mostrarle eso.

Querido Profesor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora