Capítulo 24

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No puedo creer esto que está pasando, claramente si pensé en esto alguna vez pero nunca pensé que sería tan pronto, que estaría en este mismo instante arrodillada abrazándolo. Me levanté junto a él y todos empezaron a felicitarnos y a darnos su bendición. Deje a Darwin con todas esas personas, y fui a donde mamaa, al verla me acerqué a ella. 

-¿Sabías de esto? 

-Pues claro mi niña, no estás contenta? -dijo mirándome fijamente.

-¡Claro mamá! como no estarlo? 

-Te pregunto porque te veo algo desanimada, solo eso.

-Es que me sorprende en realidad. 

-Bueno amor, esto es lo que te mereces. Iré a atender a las personas de la compañía.
-asentí. 

El resto de la fiesta fue tranquilo, estuve la mayor parte con Darwin y con algunos de sus amigos. Las doce treinta, ya todos empezaban a despedirse ya que comenzaba a hacerse tarde. Mamá se acercó a mí y me susurro al oído un "tenemos que irnos" yo asentí, comencé a despedirme de las pocas personas que quedaban, finalmente volví a donde Darwin.

-Mi amor, ya me tengo que ir. -le dije al oído.

-De acuerdo preciosa, te veo ma;ana, de acuerdoo? Te amo.
-me dio un beso, luego me abrazó. Le susurre un "Yo también te amo" y me fui.

Llegué a casa, me quite toda la ropa y me entre a la ducha, estaba muy emocionada al ver que me iba a casar, aún no sé cuando pero espero que sea para verano, aquí ya solo me quedaban dos semanas para volver a Londres. 

Desperté temprano, bajé a la cocina e hice unas ricas tostadas con una taza de café, al rato sale mamá de su habitación, le puse dos tostadas en un plato; me regaló una sonrisa. 

-¿Haremos algo hoy? -pregunté mientras me echaba un pedazo de pan a la boca.

-Tengo que trabajar, y lo sabes.

-Dejalo para después. -dije irritada.

-Sabes que no puedo, Jamil está camino para acá. Me levanté de la silla y subí a mi habitación algo enojada.

"Basta de estupideces Alanna" me dije a mi misma, ya estaba algo grande y tenía que entender las cosas tal y como son. Tomé mi móvil y le envíe un mensaje a Darwin.

"-¿Vendrás hoy cariño?"

Dejé el móvil a un lado y entre a la ducha, 15 minutos después estaba cómodamente cambiada, miré mi móvil y nada de él. Tomé mi bolso y salí para su casa.

Toco la puerta y nadie abre. Cinco minutos después recuerdo que está en el trabajo, como olvidar que él es un hombre con deberes. Me subí al auto y conduje de nuevo hasta la casa, ya qué no tenía nada que hacer, decidí leer un rato.

-Hola linda. -dice mi madre al entrar a la casa.

-Hola, ¿cómo te ha ido? -puse el libro a un lado.

-Bien, estaba pensando ir a cenar, nosotras nada más. -dijo subiendo las escaleras.

-Perfecto, iré a cambiarme.

Treinta minutos después ya estábamos saliendo, de seguro iremos a un gran restaurant; espero que no ya que no tengo la ropa adeacuada.

Llegamos al lugar y la verdad es que es todo lo contrario a lo que yo pensaba, se ve que es cómodo y tranquilo.

-¿Cómo conociste este lugar?
-dije viendo todo el lugar, era algo pequeño y a la vez perfecto.

-Tu padre me trajo aquí una vez.
-dijo algo nostálgica.

Pedimos la comida y minutos después ya nos encontrábamos comiendo.

-Oye, ¿estás de acuerdo a que me case con él, crees que será bueno para mi?

-Claro que si cariño, conozco a su familia desde hace mucho y él es un buen muchacho o, ¿tú no quieres casarte? -dijo seria.

-No mamá, claro que quiero.
-seguí comiendo.

***

-Cariño, ¿cuando es la boda?
-pregunté algo nerviosa.

-Cuando quieras mi amor. -se acercó y me besó en la frente.

Caminamos juntos agarrados de manos por el parque, se sentía cómodo, y, me sentía segura a su lado, a veces vuelvo a pensar en que besé a Marcus y que le he engañado y, eso hace que me sienta mal.

-Alanna, ¿te pasa algo amor?

-No, lo siento, solo pensaba en la boda. -mentí.

-De acuerdo. ¿Quieres café? Mira, estamos al frente de Starbucks.

-Claro, ¿Por qué no?

Entramos al lugar, elegí la mesa que quedaba en la ventana. Compró dos cafés y unas donas. Al mirar tras la ventana, me imagine a nosotros caminando con nuestros hijos, es como perfecto aunque, aún no si él querrá hijos ya que nunca hemos tocado el tema.

-¿Alanna?

-Perdón, estoy algo pensativa. Oye, quiero hablar de algo contigo. –comencé a ponerme algo nerviosa.

-Claro, lo que quieras mi amor.

-¿Nunca haz pensado en tener hijos? –comencé a jugar con el vaso.

-Si eso es lo que quieres sí. Me gustan mucho los niños y quisiera tener unos cuantos. –sonrió de lado.

Regrese!!!
¿cómo han estado? Espero que bien.

Que piensan sobre la boda, por favor hablen T.T

Querido Profesor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora