T.T: Champán.
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-Te traje un regalo-Jason entró a la cabaña tres, encontrándose a Percy-. Tuve que salir para buscarlo. ¿Harás algo esta noche?
-Empacar-señaló la maleta abierta.
-Déjalo.
-No puedo-siguió doblando una playera.
-Tengamos una cita-sugirió.
-Okay-aventó la prenda de lado, emocionado.
-Antes de que te vayas a Grecia, te conseguí una botella de champán.
-¿Qué?-preguntó sorprendido, acercándose a él.
Jason le ofreció la botella, sonriendo.
-Está fría y todo.
-Sí, solo espero que no se haya arruinado porque ya sabes, tuve que volar para conseguirla.
La sonrisa de Percy creció al saber que Jason había hecho lo imposible solo para conseguirla para él.
-Déjame ver si tengo vasos o algo.
Jason lo tomó de la mano, deteniéndolo.
-Hoy vamos a tomar directamente de la botella.
Percy se sonrojó, sintiendo la electricidad en la punta de sus dedos.
-Percy-lo soltó-, quería hablar contigo de algo importante.
-Ah sí, dime-empezó a tratar de quitarle el papel dorado de la botella.
-Bueno, te vas a ir por un par de meses, y se que nos vamos a volver a ver, pero no quería que te fueras sin...¿Me estás escuchando?
-Oh lo siento, estoy tratando de quitarle el segurito, creo que esta roto.
Con un gesto, Jason le pidió que le devolviera la botella. Con la ayuda de un pequeño rayo pudo quitarlo. Volvió a dársela.
-Gracias-le quito la tapa, y le dio un trago pequeño, se lo paso-. Sigue, te escucho.
Jason también le dio un trago, queriendo buscar valor.
-Te decía, que quería hablar de algo importante.
-Pues te escucho-se sentó en el borde de la cama, siendo seguido por su amigo.
-Es algo complicado-tomó otra vez y le paso la botella-. Me siento un poco mal por decírtelo antes de que te vayas.
-Tranquilo, no creo que sea algo malo.
-Lo es, porque de no saber que te irías por tanto tiempo, tal vez no te lo estaría diciendo.
-Hey-con su mano libre tomó la suya-. Soy yo, puedes decirme lo que sea.
-Okay-agarró una bocanada de aire-. Estaba pensando en lo feliz que estoy por ti por tu viaje de relajación y eso, pero eventualmente un pensamiento en especifico llegó a mi.
-Que poético-le sonrió.
-Es algo egoísta de mi parte. Pero no podía parar de pensar en ti, conociendo a cientos de personas, porque así eres, parece que la gente se hechiza solo al verte.
Percy se sonrojó. Si alguien más se lo hubiera dicho no le hubiera tomado importancia, pero que fuera él, Jason...
-Y pensé que tal vez verías a alguien, alguien te vería a ti, y algo pasaría.
-¿Crees que podría encontrar una pareja o algo así por ahí?
-Puede ser.
-Bueno, aprecio que quieras protegerme de los extraños de por allá pero...
-No Percy, no es eso-cortó-. Pensaba en que eso podría pasar, regresarías o igual y no porque te gustaría mucho ese lugar, y yo estaría arrepintiéndome.
-¿Qué?-se dio dos segundos para darle un sorbo a la botella-. ¿Por qué?
-Porque nunca habría tenido oportunidad de decirte la verdad-apretó los ojos, deseando que lo poco de champán que había tomado le diera fuerza-. Me gustas, y mucho.
Volteó a ver a Percy, quien se había quedado a medio sorbo.
-¿Lo dices en serio?
Asintió, con media sonrisa.
-Se que es muy cobarde y hasta idiota de mi parte decírtelo un día antes de que te vayas, pero prefería quedar un poco mal frente a ti, en lugar de nunca decirte. Percy, me gustas mucho y...
Antes de que pudiera terminar, el sonido de la botella cayendo contra el suelo sonó por toda la cabaña. Percy la había soltado, para poder acortar su distancia, tomar su rostro y besarlo como si de eso dependiera su vida. Cuando se les acabo la respiración, se separaron, observándose directamente a los ojos.
-Iré al viaje, pero regresaré pronto, y quiero que tu estés en el aeropuerto, sosteniendo un cartel con mi nombre.
-¿De verdad?
-Sí.
Jason no se resistió más, fue por otro beso. Percy lo permitió. Terminaron rodando por la cama, solo besándose, tranquilos. No parecía importarles el desastre en el suelo, ni que llevaban varios minutos así. Tenían que aprovechar todo su tiempo antes de alejarse por un tiempo.
Los meses pasaron, y tal como lo había pedido, Jason estaba en el aeropuerto, sosteniendo un pequeño cartel con unas olas de mar dibujadas y su nombre.
-Y tengo algo más-dijo al subir al auto del señor Blofis, que los conduciría a la fiesta de bienvenida de Percy-. Debajo del asiento-indicó.
Percy sacó una botella nueva de champán.
-Te di una de despedida, me pareció adecuado darte una de bienvenida.
-Excelente idea, pero creo que podríamos dejarla para nosotros dos, luego-bajo su voz para decir su última palabra.
Jason pretendió que no entendió a que se refería.
-Buena idea-besó su mejilla-. Vámonos.
