T.T: Cartas de amor.
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Percy abrió su casillero, y como ya era costumbre desde hace unos cuantos meses, una carta anónima cayó a sus pies. La levantó, algo emocionado. Aún no sabía como sentirse con tener un admirador secreto.
-¿Otra?-preguntó Jason, su mejor amigo.
-Sí-se agachó a recogerla-. Mira, uso un sticker de estrella de mar-sonrió-. Siento que me conoce más de lo que aparenta.
-Tal vez-se encogió de hombros-. No deberías descartar a nadie.
-Supongo-observó el sobre.
Jason se despidió para ir a su siguiente clase. Cerró su casillero y emprendió camino a su salón. Suerte que no compartía con ninguno de sus amigos, así podía leer la carta en paz.
Al abrirla, lo primero que noto fue otro sticker de estrella de mar en uno de los bordes. La hoja era blanca, pero sus márgenes eran azules, y le resultaban algo familiares (si es que la hojas podían serlo).
Querido Percy...
Fui a la competencia de natación ayer, y te diré algo que seguro ya todos te dijeron, pero estuviste increíble. No se como alguien de tu talla sigue estando en un equipo de preparatoria, deberías estar en las grandes ligas.
Un gran sonrojo se esparció por sus mejillas. Cierto, los demás ya se lo habían dicho, pero esa persona lo hacía sentir especial.
Tengo que confesarte que últimamente he estado pensando en presentarme. Ya sabes, acercarme a ti, con nombre, rostro y todo. Aún no se como te sientes con todo esto, ni siquiera sabes si soy un chico o una chica. Pero no quiero seguir escondiéndome de ti.
Por si no ha quedado claro, Percy...
Me gustas.
Actuando como un completo enamorado, enterró su rostro en la carta. Era algo que ya veía venir. Es decir, tantas cartas por casi tres meses diciendo lo lindo que era. Bueno, realmente fue Annabeth quien le hizo darse cuenta de eso, porque Percy creía que solo estaba siendo amable.
Repentino, lo sé. Tranquilo, estás en todo tu derecho de no corresponderme, pero, en caso de que quieras, ya sabes, conocerme; deja una carta en este mismo sobre, diciendo tu respuesta, y déjala sobre tu casillero, yo la buscaré.
Como sea, lamento que esta carta no sea tan larga, pero no encontré mucho tiempo, y oye, no quería dejarte sin tu pequeño detalle de tu pequeño admirador.
Con cariño: anónimo.
Dobló la hoja, sintiendo su corazón latir a mil por hora. ¿Por qué lo primero que pensó ante su propuesta fue "sí"? En serio quería conocer a esa persona, no sabía lo que haría al verle, pero tenía que hacerlo.
Estuvo pensando casi todo el día en algo para escribir de vuelta. ¿Debía ser corto y conciso o explayarse para verse interesado?
-Hey-Jason llegó junto a él al final del día-. ¿Nos vamos?
-¿A donde?-preguntó confundido.
-¿Mi casa? Tenemos que avanzar con el proyecto de español-recordó.
-Oh, cierto. Lo olvidé.
-Esta bien-lo tomo de la mano-. Vamos-bajaron juntos por las grandes escaleras de entrada.
Y ahí estaba, la otra razón por la que no estaba tan seguro de que hacer al ver a su admirador. Había estado lidiando con un mini (gran) crush secreto con su amigo. Nunca supo como decirle, y ahora menos. Jason había visto todas las cartas; Percy estaba casi seguro que él creía que estaba interesado en su enamorado anónimo, cosa que era algo cierta, pero poniéndolo en una balanza con lo que sentía por Jason, no sabía cual ganaría.
