T.T: Pelear y disculparse.
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Percy enterró su rostro en su almohada. Jason estaba en su pequeña sala de estar, sin deshacerse de su pose pensativa. Uno de ellos sabía que había sido insensible y hasta irresponsable.
-¡No puedes seguir yendo como si no fuera nada!
-¡Me necesitaban!
-¡Yo también te necesito! ¡Aquí!
-¡Era algo de vida o muerte!
-¡Y con que suerte regresaste!
Percy apretó sus puños.
-¡Pero lo hice!-gritó Jason.
Sintiendo que esa pelea estaba durando años, y estresándose con cada suspiro, Percy contesto sin pensar mucho.
-¡¿Podrías dejar de pensar en ti y tu título por cinco malditos segundos?!
El rostro de Jason cambió por completo. Ahora su molestia era evidente junto a un poco de decepción, incluso de tristeza.
-¡¿En serio crees que es por eso?! ¡Que poco me conoces!
Fue al baño, cerrando la puerta de un portazo. Percy corrió escaleras arriba, sin detenerse a escuchar los pequeños sollozos ahogados que venían del otro lado de la puerta.
Percy estaba convencido de que no debía pedir perdón, eso al menos hasta que empezó a pensar. Claro Jason no debió irse sin decirle nada así como así, y entendía que fue requerido directamente por un Dios, y de no haber sido por su interferencia tal vez nadie habría sobrevivido, pero no podía evitar sentirse engañado por él. Pero tal vez, solo tal vez, había dicho algo que no debía.
Luego de unos minutos, Jason salió del baño y tomó asiento en la sala, limpiando su rostro. Sabía que no había pensado en su pareja, pero no podía decir no y ya. Lo último que dijo Percy definitivamente no ayudo en nada. No sabía si estaba listo para disculparse. Pero justo en ese momento la puerta de la habitación se abrió e hizo eco por su silencioso y pequeño apartamento.
Jason tenía la vista baja y jugueteaba con sus dedos en sus piernas, hasta que unas manos hicieron de lado su jugueteo, abriéndose pasó en su regazo. Percy se sentó, pasando ambos brazos por su cuello. Su novio no le devolvió el gesto, solo se quedó ahí.
-Perdón. Tienes razón, hable como si no te conociera. Se que lo hiciste por el bien de todos y no para tener mas ego, pero...
-Lo siento. No debí irme sin decirte-murmuró-. Fui insensible.
-Está bien. Perdóname por haber dicho eso.
Jason pasó sus brazos por su cintura, pegándolo a él. Percy hizo más fuerte su agarre en su cuello.
-Temí que no regresarás.
Llanto.
-Me hiciste recordar a todas esas personas que me han visto como todo lo que no soy por toda mi vida.
-Lo siento.
-Perdón.
Odiaban pelear. Lo único bueno que eso traía, eran sus reconciliaciones, porque las ayudaba a recordar, no solo lo mucho que se amaban, también por qué lo hacían.
-Amo que te preocupes por los demás.
-Y yo amo, que seas de las pocas personas que me entiendan de verdad. También amo tus ojos, y tu sonrisa, y tu...
Percy sonrió, interrumpiéndolo con un beso, que pronto fue correspondido.
