T.T: Viendo el atardecer.
Mini spoilers de VENOM.
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La vida de Percy había cambiado por mucho en el momento que esa cosa había estrellado contra el planeta, y unas cosas se habían escapado.
Simbiontes.
Uno se había adherido a él, y lo usaba como su forma de sobrevivir. Fue una suerte que Percy fuera compatible, porque pudo haber muerto de no haber sido así.
Le había dicho que todos eran diferentes. Su simbionte era azul oscuro, y tenía un nombre muy difícil de pronunciar o si quiera aprender.
-¿Y si te buscamos uno más humano?
-Huh-su simbionte estaba afuera, asomándose por su hombro y estirándose hasta poder estar frente a él-. Humano-su voz era gruesa y monstruosa.
-Sí.
-Interesante. ¿Cuál?
Percy lo pensó unos minutos, y luego de darle varias opciones, llegaron a la mejor.
-¿Jason?
-Uh, me gusta-asintió.
Debería sentirse asustado por él, por sus ojos gigantes blancos, sus dientes afilados que podrían arrancarle la cabeza, por cualquier cosa, pero Percy solo lo veía como si fuera normal. Se estaba acostumbrando a la voz en su cabeza y a tener que comer indirectamente cerebros de gallinas y chocolate.
Pero con la llegada de su amigo simbionte, también habían llegado otros. Jason tomó completa posesión de él, y habían comenzado a pelear como uno solo. Eran compatibles, y se notaba desde lejos. Pudieron vencer a todos, pero llegaron las consecuencias.
Percy se volvió un fugitivo.
-Yo te metí en esto-dijo Jason la misma noche que lo declararon prófugo-. Será mejor que yo me vaya.
-No. Estamos en esto juntos. Tú dime, ¿a dónde te gustaría escapar?
Jason salió de su hombro, quedándose frente a él.
-¿Has oído de la playa?
Percy podía jurar que lo vio sonreír, aunque era difícil distinguir porque su boca siempre estaba de oreja a oreja, abierta o no. Le dio una pequeña palmadita en la cabeza.
-Gracias por traerme aquí, Percy-agradeció un día después, cuando ellos estaban sentados en la arena, bueno solo Percy, Jason solo salía de su hombro como siempre.
Era una playa desolada, en una pequeña isla que pudieron encontrar. Solo eran ellos dos, y así sería hasta que estuvieran listos.
-Un placer. No sé si te lo dije, pero es de mis lugares favoritos.
-No tuviste que decirme-golpeo el costado de su cabeza con cariño-. Estoy aquí dentro.
-Ja, cierto.
-Es mi primer atardecer con alguien-confesó.
-¿En serio?
-Bueno, con alguien compatible.
Percy sonrió, acercando una mano a su costado.
-Gracias por escogerme.
-Gracias a ti por dejarme entrar.
Y podían jurara que ese fue uno de los atardeceres más bonitos de sus vidas.
