T.T: Primera vez.
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Las primeras veces.
Para muchas personas era un gran momento, un gran encuentro. Para otros no había tanto alboroto, solo era una ocasión. Fuera como fuera, luego del suceso había una especie de lazó entre las personas, luego de su primera vez.
Jaso y Percy se amaban. Y entre ese amor, realmente no tenían previsto que lo harían cuando todo paso. Eso solo lo hizo más orgánico, natural, hermoso, memorable.
-¿Lo estoy haciendo bien?-preguntó Jason, posicionado entre las piernas de su pareja.
-Jase, no es tu primera vez.
Si, no era exactamente la primera vez de ellos, pero si juntos, y por alguna razón, sentían como si de nuevo estuvieran perdiendo su virginidad.
-¿Por qué estás tan nervioso?-dejo ambas manos en sus mejillas.
-No lo sé. Siento una especie de necesidad de saber que todo está saliendo excelente, bueno más de lo normal con otras parejas.
-¿Por qué? Bueno-colocó una mano en sus labios para que no dijera nada-. Creo que te entiendo. Es como si tu fueras mi primer todo, y solo quiero que...
-Sea especial-dijo aún con los dedos de Percy sobre sus labios.
Asintió.
-Perce, me haces sentir como si estuviera enamorado por primera vez-admitió.
-Me siento igual.
-Quiero que esto se sienta especial.
-Así lo estás haciendo-aseguró-. Yo igual quiero que lo sientas especial.
Jason se acercó a besarlo, asegurando de una forma que todo era increíble.
Eventualmente comenzó a moverse. Percy partió los labios, soltando suspiros ahogados. Jason dejo ambas manos bajo sus muslos, abriéndose paso en él.
Percy paso sus brazos por su cuello, y sus piernas por su cintura.
Afuera hacía frío, pero en la pequeña cama en la habitación del pelinegro, todo se sentía cálido y hasta reconfortante.
-¡Aw!
Dejo que sus uñas ligeramente larga, coloreadas de azul rey, paseara por su espalda blanca, dejando algunas líneas pálidas y hasta rasguños ligeramente rojos. Apretó sus piernas en su cintura.
-Jason-susurró, mordiendo su labio.
-¿Cómo te sientes?-siguió moviéndose.
-De maravilla. ¿Y tú?
-No podría estar mejor.
Bajó a besar su cuello.
Todo se sentía de maravilla. Al día siguiente, cuando despertaron abrazados bajo las sabanas, una oleada de estasis los golpeo.
-¿Podemos volver a hacerlo?-preguntó Percy, que parecía pensar en todo lo que había pasado.
-¿Tanto te gusto?-picó su mejilla.
-No tienes idea.
En un parpadeó, ya se encontraba sentado sobre el abdomen de su novio, dejando ambas manos sobre sus pectorales.
-Oh, no me molestaría esta vista-Jason se colocó sus lentes.
Percy se inclino hasta besarlo. Jason tomó su rostro con fuerza.
Ese beso se sintió como el primero de sus vidas.
