FUE UN ERROR© |Completo✓|(Inspired by Gianluca L.)

"Sentir"

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H A L I E

Solo iba ser máximo un año. Y no pensé que en pocos meses mi vida y mi futuro, darían un giro repentino.

—Y cómo es que sabes que es bonita si no la ves —dijo Cuevas.

—¡Christopher! —resondró un miembro de la FPF—. Qué inoportuno, perdónalo.

—No hay problema —rio Matt—. De hecho, seguro les da curiosidad. Así que será un ejemplo, ahora vuelvo.

Luego que los chicos llegaran al hotel, a los 2 días se había organizado que irían a una fundación de personas con discapacidad. Algunos de los chicos se pusieron a conversar con varios de ellos, en mi caso, hablábamos con un adolescente que había sufrido un accidente y perdió la visión, Matt.

Nos encontrábamos como un grupito con Christopher, Gianluca, Marco y 2 miembros de la FPF; sentados en sillas de madera.

Aquel chico Matt que parecía de 15 años, había sentido mi rostro con sus manos anteriormente y comentó unos cuantos halagos.

A los minutos que se fue, llegó muy pronto sujetando una venda negra en una de sus manos, y con la otra sostenía su vara para guiarse por donde caminar. Se acercó a mí y sin previo aviso intentó colocar la venda en mis ojos.

—¿Emm... qué haces? —escuché la voz de Marco, preguntarle a Matt.

—Verdad, perdón, no hay problema que te coloque la venda ¿No? —me consultó.

—No... no —contesté.

—Okey, listo —indicó Matt—. Ya sabías quién estaba a tu costado —era Cristopher—, así que... Tú —supongo que señaló al azar.

Luego de unos segundos se supone que estaba al frente de una persona y no sabía de quién se trataba.

—Toma su rostro —indicó el chico de 15 años.

Tardé unos segundos en hacerle caso. No suelo tomar el rostro de las personas a menudo, y encima así de la nada. Así que con algo de timidez le hice caso. Mis manos se trasladaron al rostro  de el que estaba al frente mío a unos cuantos centímetros.

—Describe lo que sientes, o sea percibes.

—Emm... no sé... —sonreí con algo de vergüenza. Es algo raro estar al frente de alguien, y de repente empieces a acariciar su rostro. Espero no se incomode y luego tenga que decirle que solo fue por lo que el chico trataba de demostrar.

—Solo describe lo que tocas e imagínatelo en la mente —insistió.

Entonces, deslicé mis pulgares sobre su piel. Una muy suave piel.

—Su piel es suave —comenté, y sentí que aquella persona sonrió por el movimiento de sus facciones.

De sus mejillas subí a su frente para luego ir bajando hasta sus ojos que se hallaban cerrados.

—Sus cejas no son muy pobladas.

—Qué detallada —rio Matt.

—¿Que no fue eso lo que pediste? —bajé mis manos, tal vez porque creí que fui muy descriptiva.

—Está bien. Sigue.

Entonces... continué. Regresé mis manos a su rostro y de sus ojos cerrados los deslicé hasta su labio superior.

—Su nariz es algo respingada, y... y sus labios... —seguí deslizando, hasta que mis dos pulgares ya habían llegado hasta el centro de sus labios.

—Solo... En tu cabeza imagina todo lo que describiste. ¿Quién es? —preguntó Matt.

Tenía una cuántas posibilidades de quién podría ser —según el grupo que estábamos—, sin embargo, creí saber claramente de quién se trataba, quise responder su nombre, pero, no lo hice. Tal vez porque no quería alejar mis manos... tal vez porque se sentía raro, pero en el significado de, no pensé sentir algo —como en ese momento— con el contacto de su piel. Aparte, tenía cierta vergüenza de ser tan asertiva.

—No lo sé —respondí.

—Mientes —afirmó el chico de 15 años.

—¿Qué? —me sorprendí por lo me dijo.

—Vamos, tú puedes.

Creo que no podré engañarlo.

—Eh... pienso que es Gianluca... pero no estoy segura —y bajé mis manos con suavidad.

—Quítate la venda.

Lo oscuro que percibía mi visón, se convirtió todo a color al toparme con la mirada de él. Fue algo... No lo había visto así, es más, nunca lo había visto a los ojos estando cerca, tenían un brillo extraño. Nos quedamos microsegundos observándonos, hasta que logré pestañear y desvié la mirada.

Creo que Matt trató de demostrar que no solo con los ojos puedes ver a las personas —claro, no hablo literalmente— sino también sintiendo.

—Tenía razón —añadí luego de apartar la venda—. Era Gianluca.