"No debo encariñarme"

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H A L I E

—Maldita sea —dicho con su acento ya identificable.

—Hey, esa boca. ¿Quién te enseñó a maldecir? —le cuestioné.

—Los chicos lo dicen todo el tiempo —respondió Gianluca.

Estábamos caminando de la cafetería hacia el campo de entrenamiento. Él caminaba casi a mi costado, tenía un jugo de limón que se le derramó en la camiseta, ya que se distrajo mirando la broma que le iban a hacer a Christopher Cuevas a lo lejos.

—Hay cosas que no deberías repetir de ellos. Por ejemplo... mi tío me dijo que ese tal Andrés no se baña después de los entrenamientos —lo último lo hice apropósito ya que este también caminaba cerca de nosotros.

—Llevas ya un mes y te recuerdo que soy tu mayor, debes tenerme respeto —se defendió.

—¿Notaste que no lo negaste?  —lo miré—.  Felizmente que en una semana se acaban estas fechas de partidos y te tendrás que ir.

—Insolente. Le diré a tu tío que te baje el sueldo —mencionó y se fue corriendo hacia el centro del campo.

—¡Mejor anda ve a jugar con los leones! —le grité.

Andrés solo rio. Parar con ellos durante largas horas, la mayoría de los días, ha hecho que desarrolle algo de confianza con todos los jugadores.

—Bueno —recapitulé—, me estabas comentando que llegaste hace meses ¿Verdad? —le hablé al italiano.

—Sí.

—¿Y qué tal te recibieron los chicos?

—Sí, bien. Bueno, pero ahora es mejor la relación. Son muy unidos —dio un sorbo a su bebida.

—Sí, los primeros partidos creo que no se complementaron bien ¿No?

—Era más nuevo, así que será por ello. No los conocía mucho.

—¿Tú también tienes hijos como algunos de los demás?

—Ahh no no, solo estoy casado, pero prefiero no hablar de eso.

—Sí, no hay problema —en realidad solo fue una pregunta, y no iba a explayarme claramente.

—Cambiando de tema, espero ganemos en el último partido que nos toca jugar.

—El domingo, ¿cierto? En 5 días —me puse a pensar—. Sí, sí ganaran. Les tengo fe —dije con un tono distinto. En realidad, con el acento que a él le sale cuando habla español. Da tanta gracia, pero supongo que él no lo nota.

Y bueno, yo en serio les tengo fe a la selección. Pero... de vez en cuando me decepcionan cuando no juegan tan bien. De todos modos, la fe es lo más lindo que hay en la vida.

[...]

—Irás al hotel —afirmó tío Richie.

—Pe... Pero los chicos ganaron, tío. Están celebrando.

—Déjalos —indicó. Estábamos afuera de los vestidores de la selección. Ya era aquel domingo, y ganaron el partido.

—Siempre me dejan afuera de la celebración.

—Viniste a apoyarme, no hacerte amigos de la selección, muchacha. ¿Me ves a mí celebrando con ellos?

—Lo sé.

—Ya te he dejado que te lleves bien con ellos. Además necesito ayuda. La mayoría partirá pasado mañana del hotel, así que vamos.

Por parte tenía razón, tampoco es que deba encariñarme mucho, sin embargo, será complicado, se convive y me agrada llevarme bien con ellos. Pero bueno, este "trabajo", que más lo acepté para ayudar a mi tío que por el pago, solo será máximo por unos doce meses. No pretendo quedarme en resto de mi vida. Claro que no.

Tengo otros planes. Y más importantes.

FUE UN ERROR© |Completo✓|(Inspired by Gianluca L.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora