"No me interrumpas"

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H A L I E

—¿Qué... qué es lo qué haces? —pregunté.

No pensé abrir la puerta y de frente sentir sus brazos en mi espalda. Me tomó de asombro y más con la respuesta que me dio.

—Hago lo que mi corazón me dijo —contestó con su típico acento, pero algo distinta, su forma de hablar me hace dar cuenta que se hallaba más ebrio de lo que se encontraba antes.

—Estás más ebrio —mencioné, sintiendo su respiración en mi cuello.

—¿En serio me consideras como un hermano mayor? —cuestionó con un tono apenado—. Porque yo no te considero una hermana menor. Ellos no se besan como tú y yo nos besamos esta noche.

Mis ojos saltaron y mi corazón inició a palpitar como nunca; pero luego topo con la realidad y ello apuñala a todos mis sentimientos. No está bien, esto no es correcto.

—Respóndeme —insistió.

Me soltó y me miró con sus ojos medios caídos debido al alcohol. Yo solo mantuve silencio.

Al no obtener una respuesta, cerró la puerta y se dirigió al sofá que se ubicaba al costado.

—Alguien podría venir; no deberías estar aquí —le dije justo cuando estaba apunto de sentarse.

—No me importa —cruzó los brazos y se sentó.

—Tú... —me acerqué a él, me coloqué a su lado y lo miré. Él observaba al frente—, solo estás embriagado;  no sabes lo que dices.

—No sé nada —comentó de inmediato—. No sé qué hacer. No sé... —giró a verme—; simplemente, quiero hacer lo que mi corazó... —no lo dejé terminar.

—No —tapé su boca, rozando las yemas de mis tres dedos centrales con sus labios—. Estoy segur... —ahora él no me permitió acabar.

—No me interrumpas —sacó mi mano de sus labios con suavidad—. Te decía que, quiero hacer lo que mi cora... —no le hice caso y lo volví a interrumpir.

—Mañana te arrepentirás de todo lo que me dices ahora. Asegurarás que, que lo que me dijiste fue producto del alcohol, que el beso fue ocasionado por ello. Al igual que la primera vez, dirás que fue un error.

Solo quedó mirándome a los ojos y negó con la cabeza; luego de varios segundos, volvió a abrazarme.

—Eres muy linda —lo único que mencionó.

Su comentario que salió de la nada, causó que de mi obtenga: una tonta sonrisa.

—Yo siento que... que yo te... —frené sus palabras.

—Ya serán las 12 de la noche, por... por si no lo sabías. Al... Alguien puede darse cuenta que estás acá.

—No me interrumpas —volvió a repetir—. ¿Por qué me interrumpes? Quiero decir cómo me siento, ¿está mal decírtelo?

—Si es un sentimiento equivocado... sí —respondí masticando mis propias palabras, tratando de lanzar mis sentimientos a un tacho de basura, que sin duda no desaparecen, a cambio que esté a kilómetros de ahí.

[...]

2:30 a.m. Se había quedado dormido sentando, al igual que yo. Solo conversando habían pasado los minutos. El sofá seguía ahí, él seguía aquí, y yo, en cualquier parte, menos en la realidad.

Mis ojos se abrieron de repente y su cuerpo se hallaba cerca de mí a mi lado izquierdo, su cabeza se apoyaba encima de mi hombro mientras su brazo no me permitía dar algún movimiento, ya que me rodeaba y su mano llegaba a mi cintura.

Sintiendo su respiración cerca de mi cuello, mi mano libre se había dirigido a su rostro: Tenía una suave piel, sus cejas no eran muy pobladas —qué específica—, sus ojos se hallaban cerrados y... sus labios...

Tratar de saber qué hacer era lo único que pasaba por mi mente, pero no podía pensar estando Gianluca cerca de mí, no se puede estando él en mis pensamientos. Era difícil... muy difícil.

—¿Por qué acaricias mi rostro? —preguntó, empezando a despertarse.

Aparté mi mano de inmediato y no respondí. Creí que estaba completamente dormido.

—Me duele un poco la cabeza ¿Qué horas es? —sus ojos iniciaban a abrirse.

No contesté. Aún estaba atónita y nerviosa por el hecho de saber que sintió el tacto de mi mano, y más que ahora los dos nos hallábamos despiertos.

—Halie, ¿si me escuchas?

—Sí. Eh... —trataba de no mirarlo a los ojos—. ¿Ya no estás ebrio? Ya... ¿Ya olvidaste todo? —fueron las preguntas que se me cruzaron en ese momento.

—Yo no olvido las cosas que hago cuando tomo —percibí que sonrió. No puedo creer que se haya despertado y no se haya sorprendido de que está como si nada cerca de mí—. Sí recuerdo todo, si esa es tu duda. ¿Quieres que te dé otro be... —lo interrumpí.

—Sigues ebr... —ahora él no me permitió terminar.

—Entonces, no interrumpas a un ebrio —volvió a soltar otra sonrisa.

FUE UN ERROR© |Completo✓|(Inspired by Gianluca L.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora