•EXTRA• "¿Cuándo inició todo?"

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|Especial - Extra|

Bienvenidos a los nuevos lectores♡ y hola otra vez a los que siguieron la historia♡. En este capítulo se narra acontecimientos que sucedieron, pero que no fueron narradas en el cap. "11", claramente porque lo contaba Halie. También, en este se colocará una parte de ese mismo cap. pero desde la perspectiva de Gianluca. (No leer si aún no terminas las historia, si no te comerás spoilers) Te dejo leer.

G I A N L U C A

En qué momento empezó todo, es lo que me cuestiono a diario. Las cantidades de veces que las pregunté, son las misma de veces que intenté saber si llegaste demasiado tarde a mi vida o... yo fui el que llegó muy temprano a la tuya.

—Felizmente llegamos temprano —comentó el entrenador García cuando aparecimos en la cancha del estadio de Brasil, pero a pesar de lo último, las gradas estaban llenas de hinchas de nuestra selección alentándonos—. Tendrán suficiente tiempo para calentar.

Entre gritos de alientos, trotes y estiramientos, los minutos transcurrieron. Ahora nos hallábamos casi todos formando una fila en el pasadizo afuera de los vestidores. Ya faltaba poco para salir a la cancha, y mientras esperábamos aquello, algunos miembros de la FPF nos abrazaban en señal de buena suerte, entre ellos estaba Halie.

—Vamos, sé que jugarán bien —escuché a la chica decirle a De la Peña, quien se encontraba adelante mío. Posterior, ella se dirigió a mí—. Sé que lograrán ganar —me dijo en una ligera voz. Ella llevaba puesta el gorro de lana negra de la selección; y ello... la hacía ver más dulce.

—Sí, yo también espero es... —su abrazo me interrumpió. Aunque no debería sorprenderme, ya había hecho lo mismo con los otros 3 de adelante.

—Confío en ustedes —murmuró.

Por alguna tonta explicación, percibirla cerca a mi cuerpo se sentía... eso. Lo mismo que sentí con el tacto de sus manos sobre mi rostro en la fundación. Para ser sincero, después de aquello, me doy cuenta que las cosas han estado extrañas; se había formado una tensión, que por suerte, iniciaba a perderse mientras estábamos en el avión de venida.

Realmente, ¿Qué intentas hacer?

Luego de cortos segundos, ella se despegó y soltó una leve sonrisa para luego dirigirse a Ramirez, quien se hallaba atrás mío.

El primer tiempo no hubo ningún gol. Estaba muy empate la competencia, y para el segundo tiempo, ya me encontraba lo suficientemente cansado, así que me sacaron de la cancha.

—Jugaste bien —Halie tocó mi hombro derecho cuando iniciaba a ubicarme en la banca, hallándome muy sediento.

—Grac... —no me dejó terminar Richie.

—Gianluca, ya no hay más botellas de agua aquí —me miró y luego observó a la chica para decirle—: Por favor. Trae las botellas de los vestidores.

—Está bien —contestó, y se fue a cumplir lo que le pidieron.

El sudor de mi rostro caía desde mi frente, por ello mientras observaba a los demás jugar, procedí a secarme con las toallas de la esquina que se encontraban apiladas como una torre. El agua se tardaba en llegar y Richie se dio cuenta luego de unos minutos.

—¡Verdad! Las botellas están en el casillero cuadrado, por eso Halie se demora.

—¿Desea que vaya? —me ofrecí, dejando la toalla. Aprovecharía en tomar agua ahí.

El miembro de la FPF asintió. Así que me dirigí a los vestidores, pero cuando estuve apunto de entrar, me choqué con la chica.

—Richie se dio cuenta que te estabas tardando —sonreí por el tropiezo, alejándome unos centímetros.

—Es que no encuentro las botellas —respondió.

—Sí, a eso vine. Se acordó que las ubicó en otro sitio.

Caminé a los casilleros y hallé las botellas, las tomé y fui colocándolas en una mesa de ahí cerca. Planeaba sacar una para tomar, pero... un grito de gol me paralizó.

Y... lo que luego hice fue algo que la emoción del primer gol peruano ocasionó. Sí, ¡Gol peruano! Dejé las botellas y la abracé, abrazo que Halie correspondió. Ella no decía ni una sola palabra, pero no era necesario, claramente, también sentía por dentro la euforia.

—¿Escuchaste? ¡Gol peruano! —mencioné chocando miradas nuevamente, sintiendo sus manos colocados en mis hombros, su rostro cerca con una sonrisa inocente que no veía venir mi siguiente acto. Mi brazo aún permanecía en su espalda y con la otra tomé una de sus mejillas y... lo hice. Hice lo que en ese instante la emoción me comunicó que realicé, o al menos en ese momento lo creí así. Error.

Un impulso que no logré evitar. Estampé mis labios a los suyos, mi acción fue rápida e inconsciente que sentí que la chica se quedó pasmada. En mi caso, mis ojos se habían cerrado ni bien pegué mis labios, quienes estaban aún en busca de una respuesta, el cual no tardó mucho en llegar, ya que inicié a sentir el movimiento de sus labios, llevando al ritmo de los míos.

Aquel acontecimiento se convertiría en el primer beso que le di. La primera vez que percibiría el sabor de sus labios, de los suaves y delicados que se sentían. Aquel momento que, posteriormente, recordaría cada noche luego de separar nuestros caminos.

La bulla de los aficionados iban apagándose, dando a entender que continuaba la historia del partido. Ahí fue cuando mi cerebro inició a reaccionar y fui consciente de mi acción, así que me aparté de ella repentinamente. Nos observamos de nuevo. ¿Qué es lo que había hecho? No sabía qué decir, con qué excusarme. No contuve su mirada así que desvié la mía. ¿Qué pensará por lo que me he atrevido a hacer?

—Creo que... que están... esperando las botellas de agua —dijo tomándolas para luego salir de los vestidores.

La seguí de atrás dejando al menos un metro de distancia. Mientras caminaba, analizaba y pensaba en la escena que provoqué.

«¿Por qué la besé?», comenté en mi mente, llevando una de mis manos a mis labios.

Mis pensamientos fueron interrumpidos por su casi caída en las escaleras que separaban la cancha de fútbol con el pasadizo de los vestidores. Di una leve sonrisa ante ello, pero luego volvimos a chocar miradas porque ella había volteado hacia atrás, así que bajé mi mano —que aún permanecían en mis labios— y taché rotundamente aquella sonrisa que salió inconscientemente.

Al llegar a las bancas, tomé una botella y caminé hacia la esquina y sentarme entre dos de los suplentes, tratando de no estar cerca a Halie. Tratar de evitarla.

Y entonces, aquel instante, sería el comienzo de su apropiación de mis pensamientos, de mis confusiones, de mis sentimientos, de todo... o al menos creí que ahí había iniciado; lo cual me lo cuestioné más adelante muchas veces. ¿De cuando inició todo exactamente? ¿Tal vez aquel día en la fundación? ¿O tal vez cuando me quedé en el hotel aquellos dos meses? ¿Cuando intercambiamos más de 5 oraciones y solo no me di cuenta? ¿Tal vez cuando le di un pelotazo en su primer día? ¿O en el instante que la vi por primera vez?

Dudas que tal vez nunca resolveré, que jamás descubriré. Preguntas sin respuestas,  ya que de seguro, nunca hubo un momento exacto. Simplemente, sucedió, sin darme cuenta... me había enamorado.

FUE UN ERROR© |Completo✓|(Inspired by Gianluca L.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora