STARLIGHT ★ trollhunters

★ veintiuno; la roca muerte

TODOS NOS HEMOS PERDIDO EN EL CAMINO; Y Mayra no era la excepción. Se había perdido muchas veces en distintos lugares, desde sus propios pensamientos hasta en el tiempo mismo al no dejar ir el pasado. El problema es que era incapaz de encontrar un nuevo camino.

Estaba completamente a la deriva con la única certeza de que Helios era quién podía guiarla, pero aún no era el momento por lo que no le quedaba nada más que esperar y concentrarse en el último presagio de Selene; Encuéntrame en el bosque bajo su protección, recita el hechizo y te prometo estar cerca de ti como antes de que ella me arrebatará de tu lado.

─ Maestro Vendel.

Así es como todo la había llevado a él. No estaba totalmente segura de su idea pues temía que el troll dudara de ella como muchas veces antes, pero la sabiduría que Vendel podía otorgarle valían la pena. Le contaría todo, hasta el más mínimo detalle que había ocultado a cualquiera con tal de averiguar si había alguna manera de que la ayudara a ver por qué camino ir.

─ No soy conocido como 'maestro' por ningún troll, y aún así eres la segunda persona que me ha llamado de esa manera hoy ─dijo para voltear hacia su dirección ─. Me gusta cómo suena cuando proviene del Cazatroles y la heredera de Selene.

Se congelo brevemente al oír aquello, escuchando una leve risa de su parte.

─ ¿Cómo es que usted...?

─ Blinky es de naturaleza curiosa además de su brillante memoria ─dijo brevemente ─. Así que cuando observó la imagen de Selene en uno de sus cuadros, la reconoció al instante.

─ ¿Se lo contó sólo a usted?

─ Y procure que permaneciera así, joven Altair ─afirmó ─. Tienes tus motivos y aunque no los conozco deseo creer que son suficientes para guardar el secreto a tus aliados.

Esbozo una leve sonrisa al escuchar que al menos tenía algo de confianza depositada en ella. Y solo lo hizo.

Se desahogó completamente con el patriarca de Mercadotroll; los recuerdos que tenía en breves instantes que eran guías o advertencias al igual que los susurros que la despertaban a mitad de la noche, las cegueras temporales como la ocurrida en su primer encuentro con Nomura, incluso las pesadillas que le dejaban pequeñas pistas de que debía buscar algo que ella no conocía, incluso le había hablado sobre su pequeño árbol familiar y el hecho de Helios estaba vivo pero con un paradero desconocido para ella.

─ Su madre intenta ayudarla, joven Altair ─indicó con algo de obviedad ─, pero dudo que usted no lo haya notado ya.

─ Es que no lo entiendo ─negó bajando la mirada ─. Mi madre me dejó su responsabilidad, sus enemigos... su guerra sin siquiera advertir de ella antes. ¿Y se supone que el único que puede en verdad ayudarme es Helios? Él huye de mí, Vendel.

─ Ella colocó una gran carga en ti que no decidió compartirla hasta luego de su muerte, pero ahora intenta enmendarlo por medio de todas esas acciones.

Guardó silencio.

Ella creía en que el alma fragmentada de Selene aún no tenía un nuevo portador, por lo que se dedicaba a ayudarla mediante esas acciones.

Aún así no lo comprendía.

¿Qué es lo que debía encontrar? ¿Qué hechizo debía conocer? ¿Y quién era aquella que le había arrebatado a su madre?

─ Helios mencionó algo sobre un guardián ─soltó jugando levemente con su collar ─. Él dijo que buscara a la guardiana del profeta.

─ Me sorprende que tu maestra no te hablará sobre tal historia ─sincero el troll ─; Helios es quién todo lo ve, quién conoce el pasado, presente y futuro. Sus profecías se almacenaban en la biblioteca de Aldoraan y era resguardada de ladrones por una sola guardiana... pero la guardiana se perdió, y Aldoraan fue consumida por el tiempo cuando se convirtió en ruinas.