★ capítulo cuarenta

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ARCADIA OAKS; Una pequeña ciudad ubicada en California rodeada de un abundante bosque y con una población menor a los quinientos habitantes... el perfecto cliché de la ciudad con secretos cuyos protectores ahora eran unos jóvenes que noche a noche se enfrentan a seres oscuros o incluso a los monstruos que habitaban en lo más profundo de sus mentes.

Y todo empezó con un joven que accidentalmente encontró un amuleto cuando buscaba evitar llegar tarde a sus clases por la mañana. Las jugadas del destino habían sido muy peculiares y algo crueles con los jóvenes desde ese momento, y apenas los estaba llevando al comienzo de algo mucho más grande de lo que ellos podrían imaginar.

Aún así deberíamos retomar la historia tal y por donde la dejamos; Tras el rescate del cazatroles humano de las Tierras Oscuras, los jóvenes deben enfrentarse a las consecuencias de sus acciones al haber abierto el puente Muertenfrente, una abertura que Eos y Gunmar utilizaron para escapar de su prisión. Ahora la primera mencionada era prisionera de su propio cuerpo al estar bajo el control del rey Gum-Gum que además ahora se había fortalecido tras tomar Mercadotroll y de arrebatar la vitalidad de la Piedracorazón con ayuda de Usurna por lo que los Cazatroles ahora deberán mantener a los troles ocultos de Arcadia y Gunmar mientras buscan como derrotarlo a la vez que algunos de los miembros de los Guardianes de Arcadia buscaban comprender un rompecabezas que cada vez que parecía completarse solo les revelaba que en realidad una pieza más faltaba.

─ ¡Rápido, rápido! ─apresuró la joven Altair, persiguiendo al Gum-Gum que corría por las calles de Arcadia. Un jadeo escapó de sus labios ante la falta de aire junto al cansancio que le pesaba en los hombros ─. N-No puede llegar con Gunmar, sabe dónde está el escondite.

No se permitió que su condición la ralentizará por lo que se esforzó por seguir el ritmo de James y Claire, intentando arrojar una esfera de su magia, aunque acabó por fallarla cuando impactó con un vehículo al cual le saltó la alarma. Colocó sus palmas en las rodillas para tratar recuperar el aliento mientras que el cazatroles continuaba persiguiéndolo a la vez que la hechicera abría un portal el cual atravesó, dejándola sola.

Suspiro con la boca seca para retomar sus pasos, aunque esta vez en un ritmo mucho más tranquilo; habían pasado tres semanas y cuatro días desde la interacción de Mayra con la vara de las sombras y esta parecía haberle pasado una verdadera factura ya que su condición física no era mínimamente parecida a la que poseía anteriormente.

Cada extremidad de su cuerpo se sentía mucho más pesada al moverla llegando a perjudicar su agilidad y resistencia mientras que se cansaba con más facilidad ya que sin importar cuanto durmiese tenía sueño todo el día manteniendo sus pensamientos más dispersos y que ciertos lapsos de tiempo simplemente desaparecieran de su cansada memoria. La cereza del pastel se encontraba en que su magia no era tan efectiva como antes ya que parecía como si una chispa se hubiera apagado volviéndola tan débil como ella.

Una mano sujetó la suya alarmándola. Frunció el ceño al ver que se trataba de Jim y terminó por pegar su frente al pecho de este desganada al comprender lo que significaba nuevamente; había comenzado a merodear por accidente una vez más.

─ Lo siento.

─ No es tu culpa ─afirmó besando su sien. May le sonrío para subir su mirada hacia él ─. Tobes los estaba llevando al mirador así que deberíamos apresurarnos antes de que nos dejen atrás.

Asintió encantada para comenzar a avanzar del brazo de este con su mente centrándose en el primer pensamiento que le llegara, ya fuera un asunto de importancia o una cosa absurda antes de soltar un jadeo preocupada que hizo al pelinegro a voltear hacia ella.

─ ¿Cuánto tiempo crees que los carteles sean efectivos contra los Gum-Gums? ¿Qué pasa si ese troll con el que acabamos eran de Mercadotroll? ¿Y si hay algún hechizo para revertirlo? ─cuestiono angustiada por sus nuevas interrogantes ─. Debería llamar John para que me deje revisar su libro de hechizos, estoy segura de que–

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