¡BUENOSDÍAS, Arcadia Oaks! Son las seis de la mañana y si aún están en la cama se están perdiendo de un hermoso amanecer...
La mano de James apartó la revista de su ropa para levantarse de la cama agitado, apresurándose a apagar el despertador confundido para pasar sus manos por todo su cuerpo.
─ Esto no está pasando ─negó incrédulo ─. ¿Dónde está la jaula? Por qué estaba enjaulado.
Las palabras dejaron de salir de sus labios para asomarse por la puerta dispuesto a correr escaleras abajo, deteniéndose al pasar por la puerta de su madre y viendo una pequeña nota.
Era exactamente la misma nota que encontró el día en que toda su vida cambió, haciendo que entrara aún más en pánico y confusión. Corrió escaleras abajo para tomar su casco y bicicleta, alzando la puerta del garaje para salir, pero viéndose detenido al ver la basura tirada en el piso por lo que se apresuró a recogerla, dándole tiempo a Tobías para salir de su casa.
─ Llegaremos tarde Jimbo ─aviso el regordete ─. ¿No hay almuerzo?
─ No, ¿qué?
─ Dijiste que me prepararías algo especial hoy ─recordó antes de encogerse de hombros ─, mejor así. Estoy a dieta.
─ Llevas a dieta más... de catorce años, Tobes.
Y sabía lo que Domzalski iba a responder, murmurándolo en voz baja: ─ Metas a largo plazo, mi cuerpo sigue cambiando.
─ ¿Entonces no sabes que soy un cazatroles?
Tobías frunció el ceño antes de mirarlo extrañado, sin la más mínima idea de que estaba hablando su amigo o siquiera el que significaba la palabra cazatroles.
─ Déjate de tonterías y apresúrate, tomaremos los canales.
Elcanal; los restos de Kanjigar estaban en los canales y por lo tanto el amuleto.
Tenía una segunda oportunidad para cambiar todo, ¡tenía una oportunidad para llevar la adolescencia normal y tranquila que había anhelado desde que se había encontrado ese amuleto!
─ Tobes, ¡sin atajos!
Y así, con la sola elección de tomar un camino distinto esa mañana James había cambiado el destino de todos los involucrados en su vida como cazatroles.
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AMBOS ACABARONPor llegar diez minutos tarde desde el sonar de la última campana, provocando que Strickler guardara silencio hasta que estos tomaran los únicos dos asientos libres y que en esta ocasión, James no se percatara de la mueca que Mayra les hizo buscando saber porque se habían retrasado.
─ La Guerra del Peloponeso fueron en realidad tres guerras peleadas entre Atenas y Esparta. La primera guerra es conocida como la guerra Arquidámica, escriban eso en sus buscadores ─explicó, deletreando la palabra "Arquidámica".
