★ cinco; waka chaka!

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SU RESPIRACIÓN SE ENCONTRABA Agitada, sus ojos abiertos ante el miedo que sentía mientras continuaba huyendo, colocando sus brazos como escudos ante las ramas provocando rasguños en estos.

Soltó un leve grito al ver a la criatura verde alcanzarla antes de doblar en una esquina, saliendo por fin del bosque de Arcadia. Y sin dudarlo, tomó la primera piedra grande que encontró y la arrojó con fuerza hacia la criatura.

Mayra observó con asco la masa verde y algo viscosa que desprendía la misma, pero elevó su mirada al oír los gruñidos y el "waka chaka" que las criaturas que la perseguían emitía echando a correr una vez más, esta vez con dirección a casa de Eli para pedirle un refugio por al menos una hora.

Sonrió al encontrarse cerca, comenzando a caminar con más tranquilidad, aunque acabó deteniéndose al ver la misma mancha verde en el suelo haciéndola negar, retrocediendo lejos de la puerta.

─ ¡¿May?!

Se volteó aterrada al oír aquella voz que la alteró por completo, pero al darse vuelta y ver al azabache su respiración y corazón comenzaron a bajar su ritmo a uno más tranquilo.

─ ¡J-Jim! ¡Debes ayudarme! ─suplicó mirando de reojo hacia atrás mientras se acercaba rápidamente hacia su amigo que había salido de detrás de un arbusto.

─ ¿Estás bien? ¿Qué te ocurrió? ¿Quién te hizo todos estos rasguños?

─ E-Esa cosa me persiguió por todo el bosque y cada vez eran más, y más hasta que fueron más de las que podía contar ─explicó con nerviosismo, pasando su mirada de James hacia la dirección de la que venía con temor de ver a aquellas criaturas otra vez ─. Las ramas y esas cosas me hicieron los rasguños p-pero aplaste a una de ellas con una piedra, estoy segura que aún están detrás de mí.

─ Espere, ¿Cómo eran esas cosas que la perseguían?

Mayra protestaría ante la repentina aparición de Blinky, pero lo único que pudo hacer fue tragar saliva y señalar hacia la dirección de la que provenía con algo de miedo ya que las luces se apagaban al ser destruidas mientras que por el otro lado un camión se aproximaba en la dirección contraria.

James la tomó de la mano con fuerza, llevándola hacia el arbusto donde los tres se escondieron mientras la joven temblaba siendo recorrida por varios escalofríos.

O al menos la recorrían antes de que Jim la sentara por completo, colocándose en una posición cómoda para rodearla con sus brazos y protegerla a la vez, teniendo el amuleto en una de sus manos mientras era Blinky quién ahora sostenía el Woki Toki para comunicarse con AAARRRGGHH y Tobes.

─ Al parecer hay muchos más de los que esperaba, permanezcan escondidos y no hagan nada ─advirtió Blinky para continuar su advertencia; ─En su estado de frenesí los goblins atacaran a todo aquel que este en su camino.

La respiración de May volvió a agitarse al ver la horda de Goblins dirigiéndose hacia el camión de entregas que comenzó a ser agitado y golpeado por los pequeños, que lucían en verdad molestos.

─ Que inesperado, su disputa no es con el conductor si no con el camión que aplano a su amigo.

─ E-Entonces si le arroje una piedra a uno de ellos, ¿irán a por las piedras o por mí? ─cuestionó en voz baja.

─ Me temo decir que a por usted, Maese Mayra ─respondió ─. Pero no deben tener miedo.

─ Pensé que tener miedo era la primera regla de ser un cazatroles ─reprocho Jim ante la contradictoria lógica del que le enseñaba.

Troles, no goblins.

─ Los goblins ansían la feromona del terror, algo que usted y la señorita Mayra están desprendiendo generosamente.

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