★ treinta y seis; jovenes temerarios

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SABADO EN DETENCIÓN;
Era sin duda una de las peores que le podían suceder a cualquier estudiante de Arcadia que fuera medianamente normal, en especial cuando sería supervisada por el estricto señor Ulh.

─ May-

─ Papá, si vas a culpar a Jim de esto de nuevo mejor reservatelo.

─ No, yo realmente quería disculparme por eso ─soltó, asombrandola un poco por sus palabras ─. Sé que mi actitud hacia James no ha sido justa en estos días pero es que... Definitivamente no estoy listo para que salgas con alguien, pero me alegra de que sea un buen chico; con todo y sus errores.

Martínez sonrío hacia su padre al escucharlo decir esas palabras y estuvo a punto de abrazarlo cuando este le detuvo ya que debía mantenerse al volante además de que aún no había concluído.

─ Aún asi quiero que evites estos problemas; no lo sigas en todo lo que hace por amor... aunque sé que ese sentimiento te anula todos los sentidos ─menciono, con una sonrisa ladeada. Benjamin parecía haber traído de regreso un recuerdo enterrado con su esposa.

─ No te prometo nada pero te aseguro que voy a intentarlo.

Tan pronto esas palabras salieron de sus labios el auto fue detenido, indicando que ya habían llegado y por lo tanto que la detención estaba cerca de empezar. May besó la mejilla de su padre y estuvo a punto de bajar aunque tras pensarlo dos veces se detuvo.

─ Por cierto... estuve en contacto con una vieja amiga de mamá y ella irá al café a verme ─aviso al recordar que se reuniría con Alba, lamentaba tener posponer su salida cuando después de dos semanas por fin le enseñaría Arcadia en la actualidad pero ella lo entendería, en especial luego de haberle dedicado al menos dos horas diarias en pasar tiempo con la albina para que sanara todas las heridas hechas por Gunmar: tanto fisicas como psicologicas ─. ¿Podrías atenderla y decirle que lamento mucho no presentarme? Es una mujer que parece en sus treinta y tantos, albina con ojos azules.

─ Por supuesto ─respondío ─. Nos vemos después cariño; cuidate.

─ Te amo, pa.

Se alejo del auto con pasos rapidos hacia James que la esperaba en la entrada junto con Tobías y Claire, sonriendo hacia estos para mirarlos con algo de emoción.

─ ¿Listos para pasarlo mal?

─ No es tan malo; un fin de semana sin que nada nos persiga o intente matarnos suenan como unas buenas vacaciones ─celebro el azabache.

─ ¡Te dije que no me traigas!

Martinez volteo hacia el rubio que de un portazo cerro la puerta del auto del entrenador quién solo le respondío con un Te quiero. Procuro permanecer detrás de Jim para que Steve pudiera alcanzarla, el rubio se apresuro en saludarla una vez lo hizo por lo que esta le regalo una sonrisa inocente.

─ Hey, Palchuck.

─ Mayra Martinez en detención, eso si que jamás creí que lo iba a ver ─burló este, recibiendo la mirada de Lake al escucharlo ─. Y al parecer no fuiste la única... ¿en qué problema te metío ahora?

─ Si me dices lo que estaban haciendo tú y Elijah en el museo aquella noche quizás te pueda responder esa pregunta ─menciono algo juguetona ─, porqué estoy casi segura que tú no eres un gran fan de las rocas, tampoco eres un gran amigo de Pepperjack pero estabas allí con él además de que Jim me dijo lo del batido de proteínas; tu presencia esa noche es... bastante confusa para mí.

Steve miro brevemente hacia Jim quién ahora se había acercado un poco más a su mejor amigo por lo que era ajeno a su conversación, o al menos lo parecía. Permanecío en silencio un rato y estuvo dispuesto a responder cuando se percato que ya habían llegado al salón de detención, por lo tanto ya era algo tarde.

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