Jerome Valeska

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—Cinco maníacos han salido del Manicomio Arkham, se le pide a la población mantener la calma mientras son atrapados. —dijo un sujeto en las noticias.

—La castaña suspiró mirando a su hija. —Diane, cuídate por favor.

—Lo haré mamá, no te preocupes ¿Dónde está papá?

—En New Orleans ¿Por qué?

—¿Por qué no nos vamos allá por un tiempo?

—Diane, no.

—¿Por qué no? ¡Sería grandioso!

—Nuestro lugar es aquí en Gotham ¿Okay?

—Diane rodó sus ojos. —okay mamá, tengo que irme.

—¿Hoy tienes entrenamiento?

—Sí.

—Cuídate, ve a esperar el autobús escolar.

—Lo haré mamá, descuida. —sonrió la castaña.

—Lleva tu látigo.

—¡Mamá!

—¿Qué? ¡Nunca se sabe cuando puedas utilizarlo!

—Mejor me llevó otra cosa ¿No?

—Diana sonrió. —bien, llévate la corona, cuídate ¿Sí?

—Lo haré mamá. —sonrió nuevamente tomando la corona de su madre.

Diana suspiró mirando a su hija y sonrió al ver su uniforme, era porrista y capitana de la Secundaria Gotham y aparentemente tenía una relación con Todd Thenson, el capitán de fútbol americano.

Al llegar a la parada del bus escolar miró como un camión de gasolina pasaba frente a ella, los miró con confusión, tenían vestimentas blancas y parecía salidos del Manicomio ¿Qué había dicho su madre? Oh cierto, no se acordaba, ¿Algo de Arkham? ¿Y qué carajos era Arkham?

La castaña gruñó al ver que cierto pelirrojo la miraba como si de un dulce se tratará, estaba harta de ver como todos la querían sexualmente pero no sentimentalmente, no era una chica romántica, pero tampoco era un perra sin corazón, era algo extraño, odiaba lo meloso, pero también odiaba la distancia y al conectar su mirada con el pelirrojo sus piernas flaquearon y sintió el deseo de mirarlo siempre.

Pero su cara demostró otra cosa.

Sus cejas se juntaron y sus ojos se convirtieron como si de dagas se tratará y sus labios se formaron en una línea recta, algo que amaba era esconder sus sentimientos correctamente.

El automóvil se alejó y unos minutos después el autobús escolar llegó por ella.

—¿Hace cuánto estás ahí? —cuestionó Kate.

—Acabó de salir, mamá me hizo un desayuno completo. —mintió, su madre si le había hecho su desayuno completo, pero ella no había comido.

—Estás más delgada ¿Tú comes?

—Definitivamente, pero también hago ejercicio, Kylie. —Diane rodó sus ojos ¿Por qué se juntaba con gente tan tonta?

—Ya déjala en paz Kylie, Dia come, pero hace mucho ejercicio. —la defendió Kate y Diane agradeció con la mirada mirando como el bus se movía y su corazón latía a mil por hora, su mundo había sido sacudido por la mirada psicópata del pelirrojo, lástima que no lo había demostrado.

[♧♧♧]

Las porrista gritaban felices, Diane había hecho una nueva rutina en donde las de atrás iban a estar al frente y las del frente iban a estar atrás o al lado.

—No recordaba que esté puente existiera. —murmuró.

—Ni yo.

—Ni que nos íbamos por aquí. —gruñó molesta. —¿Qué hace ese carro ahí? —murmuró molesta mirando a sus compañeras ¿Por qué no se daban cuenta de las cosas a sus alrededores?

El carro anterior se parqueó al frente del autobús escolar, prohibiendo el paso y dejando ver al pelirrojo anterior.

—Ay no. —murmuró.

—Son los locos. —dijo su amiga.

—De Arkham. —completó Diane mirando como el pelirrojo se acercaba con un arma en mano.

Las puertas se abrieron ante el pelirrojo quien sin dudarlo se adentró en el vehículo.

—Ha sido algo difícil elegir entre unos ancianos y ustedes, ¿Pero adivinen qué? Ganaron ustedes, así que... ¡DENME UNA O!

Ninguna respondió, todas gritaron.

—¡Que me den una o!

—¡O!

—¡DENME UNA N!

—¡N!

—¡DENME OTRA O!

—¡O!

—¿Y eso qué dice?

—Oh no. —dijeron todos al unísono para luego ser mojados por la gasolina.

—Carajo, van a incendiar esté lugar. —murmuró Diane tomando su corona y yendo por Jerome. —¡Hey pelirrojo!

—Uhh, una valiente ¿Cómo te llamas?

—Que te valga una mierda.

—Uhh, papi va a tener que castigarte. —dijo acercando su arma a la castaña. —pero como papi es bueno, a su niña le va a dar otra oportunidad.

—Papi mis bolas. —gritó Kate desde su asiento.

—¿Qué dijiste? —la apuntó.

—¡Jerome viene la policía! —gritó uno desde afuera.

—Jerome vamos, por favor, baja el arma. —pidió la castaña, haciendo derretir al maníaco.

—A papi le gusta que le rueguen. —sonrió tomando a la castaña y poniendo su pistola en el cuello de está, saliendo del vehículo. —¡QUIETOS O DISPARO!

—¡DIANE! —gritó Kate horrorizada, iban a matar a su amiga y ella no podía hacer nada, se sentía como una completa imbécil.

—¡Jerome! ¡Baja el arma por favor!

—Umh, déjame pensarlo... ¡Ups! No. —dijo y tomó a Diane metiéndola al auto, llevándola consigo.

—¡Sigan a ese auto! —gritó Jim yendo por el autobús, el cual estaba cerca de las llamas. —¿Están todos bien?

—Sí, nosotros sí, pero ¿Y Diane?

—La encontraremos, ustedes tranquilos. ¿Alguien sabe cómo puedo comunicarme con su encargado legal? —cuestionó el detective sacando su libreta, necesitaba anotar los datos de la menor.

[♧♧♧]

Más tarde, Diana Prince y Steve Trevor se encontraban en la estación de policía de la ciudad Gótica, ambos habían sido llamados al mismo tiempo psra reportar el desaparecimiento de su hija.

—¿Quién se la llevó?

—Jerome, Jerome Valeska.

—¿Y ese quién es?

—Es un maniático, paciente de Arkham, asesino a sus padres. —dijo Jim.

—¿Cómo se la llevaron?

—Emboscaron el autobús en el que iban las porristas, tengo entendido que Jerome iba a dispararle a Kate y la señorita Prince se sacrificó, se la llevaron. —explicó Harvey.

—Diana suspiró. —supongo que tendremos que esperar. —murmuró sintiendo los buenos efectos del té que había tomado.

—Nos avisarán todo ¿Verdad?

—Jim asintió. —efectivamente.

—Bien, rezaremos por nuestra pequeña.

La cuál está en manos de ese pelirrojo loco.

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