-Sé lo que hay en ese niño. -murmuró el ojiverde.
-¿Y qué es lo qué hay Jonathan? ¿Qué hay en ese niño qué es tu hijo?
-Sé que he sido un mal padre, posiblemente ausente, pero hay oscuridad en él. ¿No lo ves Maya?
-Lo único que veo es que estás juzgando mal a tu propio hijo. ¡Dios Jonathan! ¡James sólo tiene siete años!
-¡Esa edad es suficiente para que entrené!
-¡NO! ¡NI CREAS QUE DEJARÉ QUE JAMES SE ACERQUÉ A TU SECTA DE VILLANOS INADAPTADOS!
-¡ÉL TIENE POTENCIAL! ¡ES MI HIJO!
-¡Y DE DIANE TAMBIÉN!
-¡James! ¡Baja!
-No sé que intentes hacer pero no permitiré qué no metas en tus cosas lo suficientemente turbias como para matarlo.
-James es mi hijo también Maya, que eso nunca se te olvidé.
-¿Olvidar eso? ¿Olvidarlo? ¡James físicamente es idéntico a ti!
-El ojiverde se acercó a la pelinegra, acorralando cada uno de sus pasos. -no me provoques.
-¿Qué vas a hacer? ¿Matarme?
-Eres la mejor amiga de mi esposa difunta. ¿Crees qué no sería capaz?
-También soy la figura materna de tu hijo y mejor amiga del aparente amor de tu vida, aunque claramente, obsesión de adolescencia.
-A Diane, le agradezco por haber traído a mi hijo.
-¿Supongo qué ella debería de agradecer?
-¡James baja ya!
Un niño castaño y ojiverde bajó las escaleras de la Mansión Crane corriendo, con el crujir de las maderas.
-¿Qué pasó padre?
-Tú padre quiere hablarte.
-Por favor retírate.
Maya miró incrédula al mayor. El retirarse no era parte del trato.
-Vuelvo en un momento. -dijo la pelinegra saliendo del despacho.
Jonathan se volteó para mirar a su hijo, efectivamente el menor era idéntico a él.
-James Jonathan Crane, hijo mío. El entreno por fin va a poder darse.
-¿Entreno? ¿Qué entreno?
-Para que el miedo no te domine nunca, pequeño mío.
-No tengo miedo.
-Y también necesito que aprendas del negocio.
-¿Por qué? Dejé en claro que esté negocio no me importa.
-James, no me importa que quieras o no, seguirás con el negocio-
-¡Puede matarme!
-¡Eso es mentira! ¡Son solo viles mentiras que tú madre dijo para que tengas miedo hijo mío!
-¡Mientes!
-¡Todo Crane debe seguir el negocio niño! ¡No me interesa si quieres o si mueres! ¡Lo seguirás y punto!
-¡Mataron a mi mamá sin que ella siguiera el negocio! ¿Qué me esperaría a mí? ¿TAMBIÉN QUIERES MATARME?
-¡TU MADRE MURIÓ POR NATURALIDAD!
-¡UNA BALA NO ES NATURAL! -gritó el menor perdiendo todos sus estribos. -¡Nada de lo que haces o harás es normal!
-Sólo cállate Jonathan.
-¿Sabes? Te odio.
-No Jonathan, no lo haces.
-¡SÍ LO HAGO! ¡SINO FUESE POR TI MI MAMÁ ESTARÍA VIVA!
Aquello definitivamente atormentaba a Jonathan Crane todas las noches.
Aquella adolescente que le había ayudado se había convertido en su esposa y madre de su único hijo, aquella que había muerto aquella fría noche del catorce de julio a manos de el bando enemigo.
-¡TAN SIQUIERA RECUERDAS QUE HOY CUMPLE UN MES!
-Sí lo hago Jonathan.
-¡PUES VE A SU TUMBA Y DILE ALGO! -gritó el menor subiendo las escaleras.
-Ese niño tiene tu carácter y el de Dia. -concluyó Maya con una copa en su mano. -¿Quieres? -cuestionó y el mayor asintió tomando el trago. -¿Sabes Jonathan? Diane me pidió cuidar, amar y proteger a James, y eso haré.
-¿De qué hablas Maya?
-Habló de que Diane sabía que le iba a pasar, era que matarán a James o ella, mientras que tú te escontrabas con Rachel Dawes haciendo quien sabe que cosas.
-La señorita Dawes y yo hablábamos Maya, no hubo, no hay y jamás va a haber algo más que eso.
-Ajá y por eso asesinaron a tu esposa.
-Sí asesinaron a Diane fue por un descuido. No estuve para protegerla, pero ella protegió a James.
-Ambos tuvieron que hacerlo, ustedes hubiesen llegado a un trato, o simplemente te divorcias, tu matrimonio puso en riesgo a Diane.
Jonathan rió, su risa era amarga, como un trago caducado recién sacado para servirse en una reunión importante.
Maya lo miró, jamás había entendido porqué Diane se había fijado en él teniendo a tantos hombres alrededor. ¿Cómo el asustadizo Jonathan Crane había enamorado a Diane?
-¿Qué mierda le pusiste a mi vaso?
-Oh nada, ¿Por qué lo dices?
-Siento que me voy a desmayar.
-Oh. ¿En serio? Debe ser tu estado de ánimo, puedes tener las defensas bajas.
-¿Qué tiene mi vaso?
-Vino o vodka, no recuerdo que le puse.
Jonathan cerraba cada vez más sus ojos, el peso era increíble y su balbuceo también.
-¿Qué echaste?
-Vino y vodka, un poco de cada uno, se podría decir que un 2.5 de ambos y un poquito de otra cosita.
-¿Qué otra cosita?
-¿Conoces un poco de veneno? ¿Él que le pones a alguien que rechaza tus tratos? Ese.
-¡Eres una jodida perra!
-Tal vez, pero tengo que proteger a James. Dulces sueños Jonathan Crane.
-Al menos volveré a ver a mi amada.
-Oh, no te engañes, Diane está descansando, tú iras directo al infierno. -murmuró Maya y Crane cerró sus ojos.
Uno menos.
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Gotham One Shots
RandomOne Shots de la serie de Netflix, Gotham. © Todos los personajes son de sus creadores, excepto el personaje que mencionaré en sus historias, ese será de mi pertenencia. Sin más que decir, espero y los disfruten.