Gotham One Shots

Bruce Wayne

—¿Jamás has pensado en lo diferentes qué somos?

—¿De qué hablas?

—Somos de mundos distintos, completamente distintos, tú eres el típico niño billonario y perfecto de Gotham...

—Sabes que siempre he odiado esa palabra.

—Y yo soy una Pike, la hermana de Bridgit Pike, la chica que hizo cenizas a sus hermanos. Una criminal, una asesina.

—No eres eso.

—¿Y qué soy Bruce? ¿Qué soy más qué una asesina y una criminal?

—El apellido Pike no te define.

—Que fácil es decir eso, tu apellido no está en archivos policiales de los peores criminales, tu no tuviste que dormir en una fría celda con un olor asqueroso porqué la policía creía que eras igual a tu hermana y sino la encontraban querían que tu fueras la que pagará todo lo que no hizo.

—Cariño, sé que no asesinaste a ese hombre, créeme lo sé.

—¿Y cómo estás tan seguro? ¿Qué tal si lo hice?

—Jim, Harvey, Barnes, Alfred y yo sabemos que tu no lo hiciste.

—Amo Bruce, lamento molestarlo, es sólo que el detective Gordon los busca.

—Gracias Alfred, ya vamos.

—Gracias Alfred.

—Como te decía...

—Somos de mundos diferentes, Wayne, no puedes cambiar eso.

—Claro que puedo, no es tu culpa haber nacido en el bajo mundo con Bridgit, ambas pueden cambiar.

—¿Jamás lo has pensado? Somos tan diferentes, como un ADN celular, Dios, eres literalmente perfecto.

—No soy perfecto, te lo he dicho mil veces, odio esa palabra.

—Esa palabra literalmente es lo que se acerca a ti.

—No...

—Estoy del lado equivocado.

—No lo estás.

—¿A quién quieres engañar, Wayne? Tenemos el tiempo contado.

—¿Qué quieres decir?

—Bruce, no soy otra de tus obras de caridad.

—Tú no eres una obra de caridad, eres mi novia.

—Hasta que te canses de ver policías por todas partes, cada vez haciéndome más y más preguntas, drogándome constantemente para poder sacarle una palabra, hasta que te canses de estar con una criminal ¿O hasta que Selina vuelva y diga qué te ama y qué estés con ella?

—Yo no amo a Selina.

—¿Ah no? Dime ¿Sí tuvieras qué elegir entre ella y yo? Ya sé a quien eliges.

—No la elegiría a ella.

—¿Seguro? —la castaña abrió la ventana.

—Diane, estamos en el último piso de la mansión.

—Como sea, tengo la agilidad de una araña, adiós Wayne. —dijo la castaña saliendo por la ventana saltando al techo para finalmente tirarse cayendo fuera de los terrenos de los Wayne.

—Amo Bruce...

—Bruce ¿Y Diane?

—Se ha ido.