Gotham One Shots

Bruce Wayne

Era difícil ver al hijo de los mejores amigos de sus padres durmiendo junto a ella todas las noches, era difícil ver a Damián, Daemon, Wolff y Hope todos los días, era difícil ver como ella se había unido en matrimonio con Bruce Wayne.

Fue difícil el día de su noche de bodas, odiaba a Bruce Wayne con cada partícula de su ser, fue difícil levantarse a media noche cuando el castaño dormía buscando sus pastillas, sus padres habían prohibido todo tipo de anticonceptivos que evitará que su hija tuviera al heredero Wayne.

Su abuelo Ra's Al Ghul antes de morir había pedido que su nieta se casará con el hijo de Thomas, Bruce.

Odiaba el qué nadie le preguntará que pensaba. ¿Dónde había quedado el abuelo qué la escuchaba y se quedaba con ella hasta tarde?

Ra's había tenido cosas más importantes, olvidándose por completo de Diane.

Diane, una joven hermosa.

Sus cabellos castaños y su piel morena hechizaban a más de uno, sin contar empresarios y herederos s que rogaban por su mano, sin contar sus profundos ojos cafés que no dejaban ver más que misterio en ellos.

Bruce había caído rendido ante el encanto de la menor, ciertamente, ella no.

—¿Diane? —la voz de Alfred había invadido su tranquilo silencio. —lamento haberte asustado, pero la boda empezará dentro de unas horas, tienes que dormir bien y estar lista para mañana.

—¿Por qué?

—Sé que no quieres casarte, sé que el amo Bruce no es el problema. —¿Y sí sí lo era? ¿Y sí realmente ella no quería casarse con Bruce? —pero es el último deseo de tu abuelo.

—¿Realmente es el último deseo?

—Bonita. —su madre, Talia, se había acercado a ella intentando tomar mano, la cual fue rápidamente quitada, ajena a su tacto. —tienes que entender que es tu deber.

—¿Quién lo dice? Apuesto a que una vez que me casé con Bruce no seré feliz, Bruce irá a cualquier hotel con cualquier europea, mientras que yo me quedaré en la mansión. ¿Todo esto para qué?

—Bruce te será completamente fiel, cariño, puedes estar segura.

—¿Quién lo jura? ¿Tú? ¿Alfred? ¿Mi abuelo? ¿Él que va a saber de fidelidad?

—Ten más cuidado, es de tu abuelo de quien hablas. —dijo Talia —no puedes culparla de—

—¿La muerte mi padre? ¿Vas torturarme por eso? Adelante, hazlo, vamos con el abuelo para que lo haga y así me dejen completamente tranquila.

Talia bajó la cabeza, Diane se había llenado de odio desde la muerte de su padre, muy probablemente dentro del corazón bondadoso, cálido y noble de su hija, había un sentimiento de odio hacía ella en él.

—Yo hablaré con ella. —dijo Talia. —cariño, sé que la muerte de tu padre te dolió, entiendo como te sientes, por años juzgue a mi padre creyendo que él había asesinado mi madre, pero no lo hizo, yo tampoco asesine a tu padre, era mi esposo y lo amaba, más allá de los tratos turbios, yo lo amé.

—Su amor me parece hipócrita. ¿El amor hacía él de parte de ustedes les provocó algún problema para torturarme? Más allá de los tratos turbios, tú siempre amarás el poder más que cualquier otra cosa.

Talia no supo qué decir, Diane era una joven además de hermosa y guerrera, inteligente, aquel análisis lo había hecho en tan sólo unos cuantos segundos, míseros.

—Tu abuelo...

—Él no tiene derecho a llamarse como tal.

—Yo hablaré con ella. —una voz varonil, grave y ronca había interrumpido el ambiente incómodo que había en el lugar. —quiero hablar con mi futura esposa, madre, tía. ¿Pueden darnos privacidad?