SECUELA DE WELCOME HOME.
ㅤㅤTodo parece por fin estar en su lugar. Maia ha vuelto a la dimensión donde verdaderamente pertenece, a su hogar; pero nada será como ella espera. La paz que sintió a su regreso se verá interrumpida por una guerra que se e...
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DRACO
Nunca había estado en este salón antes, sin embargo, estaba seguro de que en las estanterías que ahora yacían vacías en las paredes debía haber artefactos muggles anteriormente. Que las ventanas que ahora estaban cerradas y con las cortinas negras tapando la luz del sol, anteriormente se encontrarían abiertas de par en par, entraría el sol y la brisa tibia que se sentía hoy. Pero yo había provocado que todo eso no sucediera nunca más.
ㅤㅤMe aseguré de sentarme en uno de los asientos al final de la clase, donde Alecto no pudiera verme. Alumnos de séptimo de todas las casas comenzaban a entrar, asustados y mirando el suelo como si fuera lo más interesante en la sala. Reconocí su cabello castaño antes de que pudiera desviar la vista hacia otro lado, su suéter amarillo lo hacía relucir.
ㅤㅤ—¡Siéntense de una vez! —Alecto llamó la atención de todos. Estaba sentada en el asiento que tiempo atrás ocupó la profesora Burbage, con los pies sobre el escritorio, justo encima de los libros.
ㅤㅤNo pude evitar pensar en la profesora Burbage pidiéndome auxilio mientras flotaba sobre la mesa del comedor de mi casa. Su rostro demacrado, su expresión de terror al saber que le llegaría la hora. La habían torturado durante varios días e incluso así sabía que ella tenía la esperanza de que alguien la salvara... yo también la tenía. Quizá si hubiera hecho algo, quizá si hubiera creado alguna distracción la mujer hubiese escapado; pero no lo hice y ella murió mirándome. Sus ojos suplicantes estarían en mi memoria por el resto de mis días.
ㅤㅤSacudí mi cabeza para alejar los pensamientos de mi mente; no era tiempo de ser débil.
ㅤㅤ—Se les ha enseñado equivocadamente durante todos estos años que los muggles son personas con las que tenemos que convivir. ¡A quienes tenemos que respetar! —Alecto soltó un bufido y una carcajada sarcástica. —¡Qué infamia!
ㅤㅤMis ojos se desviaron de ella hacia la chica que estaba en la fila contraria. Maia estaba concentrada en su cuaderno, parecía garabatear algo, como si estuviese escribiendo lo que Carrow decía, aunque yo sabía que seguramente era lo más alejado a esto.
ㅤㅤ—Yo les voy a contar la verdad, niños. Les voy a contar lo que en verdad son los asquerosos muggles, porque todos necesitan saberlo. Nos hemos escondido todos estos años por su culpa, hemos tenido que ocultar quienes somos. ¡Ocultarnos nosotros! Como si no fueran ellos los seres inferiores. Los magos reinaremos nuevamente, ellos serán nuestros esclavos...
ㅤㅤMe resultaba sorprendente la capacidad que tenía de desconectarme del mundo cuando alguien comenzaba a hablar de la esclavización de los muggles. Mi mundo entero estaba cruzando un pequeño pasillo, bufando ante cada comentario que hacía Alecto acerca de cómo los magos deberíamos dominar el mundo. No negaba estar de acuerdo en dejar de ocultarnos, no negaba estar de acuerdo en que no éramos nosotros quienes debíamos temer a los muggles sino ellos a nosotros, pero en el resto, ya no estaba tan de acuerdo. Maia había cambiado por completo mi forma de ver las cosas, aunque ahora que ella estaba lejos de mí y había tenido tiempo para estar conmigo mismo, comenzaba a dudar que hubiese sido solo ella quien cambió mis pensamientos.
